Cernuda en bolsillo

Luis Cernuda fue un poeta autobiogr¨¢fico que en su obra po¨¦tica sostuvo una lucha denodada por esquivar la referencia personal directa. El enfoque directo sobre su propia vida queda limitado a dos peque?os tomos de poemas en prosa ahora reunidos en un volumen, tal como dese¨® el poeta, por Taurus, Jaime Gil de Biedma los presenta con un sabroso pr¨®logo.Ocnos vio la luz en Inglaterra en 1942, fruto de los primeros a?os de destierro en aquella pesadilla del Norte que fue para Cernuda la ciudad escocesa de Glasgow, castigada por ¨¦l en la prosa titulada Ciudad Caledonia. Variaciones sobre tema mexicano es fruto de la vuelta a un ambiente hisp¨¢nico despu¨¦s de casi quince a?os de exilio en tierras anglosajonas.

Ocnos es un libro que ha evolucionado org¨¢nicamente. Las prosas de la primera edici¨®n son en su mayor parte evocaciones de la ni?ez y adolescencia sevillanas del poeta, reminiscencias que eran, claro est¨¢, un consuelo para el desterrado. Pero no son una evasi¨®n, son producto del exilio, y si aquel elemento pat¨¦tico que se nota tan frecuentemente en las obras de otros emigrados de aquel entonces. Ocnos fue para Cernuda una toma de conciencia muy personal, como se ve claramente en las palabras que cerraron la primera edici¨®n: ?La importancia o fortuna de una existencia individual no resulta de las circunstancias trascendentales o felices que en ella concurran, sino, aun cuando an¨®nima o desdichada, de la fidelidad con que haya sido vivida.? M¨¢s que desterrarse, Cernuda se hab¨ªa desarraigado, y en estas deli cadas prosas busca sus ra¨ªces perdidas en una visi¨®n m¨ªtica de sus primeros a?os. La b¨²squeda se hace sin nostalgias ni eleg¨ªas. Estos l¨ªmpidos poemas en prosa captan momentos de experiencia ya destemporalizados, o por lo menos momentos del pasado hechos presentes por magia po¨¦tica. La persistencia m¨ªtica del mundo infantil estructura y dignifica la lamentable realidad del hombre. Le deja ver el mundo tal como debiera ser. La ni?ez sevillana en Ocnos es igual a la m¨ªtica Sansue?a en la poes¨ªa de Cernuda de la misma ¨¦poca (una Espa?a mejor que recompensa de la dura realidad).

Para alguien que tuvo muchas y hondas razones para estar profundamente en desacuerdo con el mundo, estas prosas dan fe de una persistente visi¨®n arm¨®nica, de una experiencia de orden casi m¨ªstico, que el mismo Cernuda llamaba el acorde, en la prosa que termina la tercera y definitiva edici¨®n de 1963. Tan persistente que lugares y paisajes brit¨¢nicos, e incluso norteamericanos, en prosas posteriores a la edici¨®n de 1942, se ven con los mismos ojos que contemplan la ya lejana infancia sevillana.

Variaciones sobre tema mexicano, en cambio, es producto de una ¨²nica, e iluminadora experiencia, el descubrimiento de M¨¦xico que hizo Cernuda en 1949. All¨ª,en un patio mexicano, recobr¨® su rinconcillo andaluz perdido. El desterrado se hizo transterrado, y el desarraigado encontr¨® tierra en que arraigarse.

Pero todo sigue siendo un mito, y el mismo Cernuda lo sab¨ªa, aunque esta conciencia se expresa m¨¢s claramente en su poes¨ªa. Se puede ver en la prosa que queda distanciado del mundo en acorde que contempla. Con frecuencia alude a s¨ª mismo en segunda persona, o como ? el ni?o?, o como un egl¨®gico Albanio. Ha podido rescatar del tiempo aquellos momentos de su vida pasada, pero bien sabe que nunca podr¨¢ volver a ser aquel ni?o tan a tono con el mundo. Estas cristalizaciones de momentos aislados de la vida tienen todas las caracter¨ªsticas del cristal: transparencia. y fragilidad.

Lo que no tiene nada de fr¨¢gil y s¨ª mucho de transparente es la prosa misma. Tiene una seductora claridad y una sencillez inmejorable. Tiene elegancia sin ¨¦nfasis y musicalidad sin falsos retoricismos. Con toda calma la prosa se convierte en poes¨ªa casi sin que se note. Y no es que el aire ling¨¹¨ªstico se rarifique, sino que cambia sutilmente de perfume, se intensifica, se tensiona, creando una atm¨®sfera rica y poderosa.

Pero con este placer est¨¦tico, como siempre en Cernuda, coincide el elemento ¨¦tico. Tanto Ocnos como Variaciones sobre tema mexicano son testimonios de su experiencia de la vida y en sus propias palabras ?de la fidelidad con que haya sido vivida?. Al final de su vida Cernuda se declar¨® ser un Ulises sin Itaca, lo que recuerda el famoso poema Itaca de Konstantino Cavafis, y Cernuda ten¨ªa m¨¢s de un punto de contacto con el poeta de Alejandr¨ªa. En el poema griego al viejero se le aconseja no sentirse defraudado por llegar ya anciano a la isla: ?Rico con la experiencia que has ganado en el camino, ya sabr¨¢s entonces lo que significan las Itacas.? El mismo Cernuda tambi¨¦n lleg¨® a saber lo que signific¨® para ¨¦l su propia Itaca, aquella visi¨®n m¨ªtica imposible de recobrar, pero que sostuvo sus pasos en aquel largo camino que le condujo desde Escocia a su muerte en M¨¦xico en 1963.

Con esta edici¨®n de bolsillo Taurus Ediciones ofrece al p¨²blico dos de las m¨¢s preciosas obras en prosa escritas en lo que va de siglo. Son verdaderos poemas en prosa que ahora est¨¢n al alcance de los lectores que por motivos diversos no tuvieron acceso a las ediciones anteriores.