Los socialistas de Catalunya ante las elecciones
Del Partit Socialista de Catalunya.Candidato por Barcelona
El Partit Socialista de Catalunya (PSC) entiende que la consecuci¨®n de un r¨¦gimen democr¨¢tico en el Estado espa?ol es hoy un objetivo prioritario. No se trata de condescender con una pseudo-democracia de fachada, sino de ganar la libertad y consolidarla.
?Qu¨¦ entendemos nosotros por democracia aqu¨ª y ahora? En primer lugar, afirmamos que no existe democracia posible sin desmontar los aparatos pol¨ªticos del franquismo. Las pr¨®ximas elecciones pueden y deben ser un camino para generar un alzamiento de la opini¨®n p¨²blica en todos los centros con pulso del pa¨ªs que margine del poder a los que se proponen perpetuar la negra noche de la dictadura. Se trata de superar una concepci¨®n inmovilista y retr¨®grada del Estado y de la Sociedad. Se trata de evitar la continuaci¨®n, m¨¢s o menos encubierta, de los grupos tradicionales en el poder. A nuestro entender, estas elecciones se plantean entre dos grandes opciones: remozar y adaptar el franquismo a las nuevas condiciones (l¨ªnea que asume el actual presidente del Gobierno, se?or Su¨¢rez), o establecer lisa y llanamente una democracia pol¨ªtica (objetivo al que los socialistas y el pueblo aspiran de forma consecuente y firme).
En segundo lugar, se tratar¨ªa de construir un Estado democr¨¢tico y esto pasa por la aprobaci¨®n de una Constituci¨®n. Las nuevas Cortes han de ser Cortes Constituyentes. Entre otros aspectos, la nueva Constituci¨®n ha de garantizar plenamente los derechos de la persona y de las naciones, pueblos y regiones que hoy coexisten bajo el Estado espa?ol. Para los socialistas la democracia consiste en la instauraci¨®n plena de las libertades, empezando por la amnist¨ªa total a los presos del franquismo y del reformismo; la legalizaci¨®n de todos los partidos, la devoluci¨®n del poder pol¨ªtico al pueblo y a las nacionalidades y regiones para que decidan su futuro enmarcado en una estructura de tipo federal. No se reclaman privilegios especiales para Catalunya, sino la creaci¨®n de un marco pol¨ªtico que permita a todas las comunidades de Espa?a el poder coexistir en libertad y seg¨²n su voluntad.
?Cu¨¢l es el papel que debemos jugar los socialistas? Constatamos que la consecuci¨®n de la democracia es un proceso complejo y con distintas alternativas de avance y retroceso. De ello hemos de ser conscientes, ya que cualquier error en el planteamiento estrat¨¦gico puede entra?ar serios retrocesos. El socialismo ofrece al pueblo un nuevo proyecto de Sociedad y de Estado. Ofrece, adem¨¢s -por encima de este proyecto- una trayectoria de incansable lucha antifranquista, de responsabilidad pol¨ªtica y de honestidad personal y profesional. Proporciona tambi¨¦n respuestas pol¨ªticas y t¨¦cnicas a problemas reales y acuciantes del momento. Es una fuerza que en Europa se presenta como la ¨²nica alternativa v¨¢lida y seria para avanzar en el camino de la superaci¨®n de las contradicciones del capitalismo y el imperialismo.
En otras palabras, el socialismo quiere ganar la libertad, es libertad. Pero los socialistas tampoco olvidamos los condicionantes pol¨ªticos y de todo orden con que nos enfrentamos ahora.
El franquismo renovado quiere realizar unas elecciones trucadas. Est¨¢ en el poder, domina la maquinaria institucional y administrativa, concede y deniega patentes de democracia, informa y desinforma seg¨²n sus intereses m¨¢s inmediatos. Participa en la contienda electoral planteando al pa¨ªs incorrectamente la verdadera alternativa de estas elecciones. Atemoriza con la hipot¨¦tica fuerza de Alianza Popular para situarse en el centro ante el elector desinformado. Se apoya -o es apoyado- por los grandes grupos de poder econ¨®mico y financiero. Reprime los gritos de libertad del pueblo vasco y de otras comunidades, hasta el extremo que nos obliga a llamar a todas las fuerzas democr¨¢ticas a considerar si el Gobierno no pretende llevarnos a un nuevo refer¨¦ndum basado en el miedo y la inhibici¨®n.
?Representa el reformismo continuista una verdadera alternativa para resolver los graves problemas que tenemos planteados? ?Puede lograr una convivencia entre los distintos pueblos del Estado espa?ol? ?Puede lograr vencer la crisis econ¨®mica? ?Puede y quiere instaurar la democracia? ?Es capaz de dirigir una pol¨ªtica exterior no subordinada diplom¨¢tica, econ¨®mica y militarmente? A nuestro entender, la respuesta a estos interrogantes planteados ha de ser negativa.
Ante la problem¨¢tica institucional de las nacionalidades y regiones se ofrece como alternativa una imprecisa ?Ley de regiones? y unos ?reg¨ªmenes especiales? para Catalunya y Euskadi, absolutamente insuficientes -por antidemocr¨¢ticos- y que nada van a resolver. Pero, ?es que en la l¨®gica reformista cabe al poder ir m¨¢s all¨¢? Para los tr¨¢nsfugas del franquismo, cuarenta a?os de centralismo a machamartillo y de opresi¨®n a las nacionalidades constituyen un ?handicap? de dif¨ªcil superaci¨®n, dada la base social que representan.
En cuanto a la crisis econ¨®mica y sus secuelas -paro, inflaci¨®n, endeudamiento exterior...- poca credibilidad pueden merecer quienes no s¨®lo se han mostrado incapaces de imaginar desde el poder una pol¨ªtica anticrisis m¨ªnimamente eficaz, sino que como bloque electoral est¨¢n eludiendo el envite de formular su programa. ?Falta de imaginaci¨®n? ?Argucia para ocultar al pa¨ªs la impopularidad de las medidas que aplicar¨ªan en el supuesto de salir airosos de la consulta electoral? El grave deterioro de nuestra econom¨ªa exige, sin demora, la puesta en marcha de un programa ambicioso que permita salir del atolladero y sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento econ¨®mico, superador del actual, desprestigiado ya, obsoleto e ineficaz. La realizaci¨®n de este proyecto no est¨¢ -obviamente- al alcance de quienes est¨¢n vinculados a unos intereses totalmente opuestos a que la reforma fiscal sea realmente de signo progresivo y nos sit¨²e a nivel europeo, a que la demanda social en equipamientos y servicios p¨²blicos sea debidamente atendida, a que la reforma agraria y la ordenaci¨®n rural consigan frenar el secular empobrecimiento del campo y el ¨¦xodo de su poblaci¨®n, a que la pol¨ªtica energ¨¦tica deje de estar subordinada a los monopolios privados y dependiente del exterior, a que la corrupci¨®n y el despilfarro en la vida econ¨®mica y financiera dejen de ser la norma para dar paso a una realidad marcada por la eficacia y la racionalidad. En pol¨ªtica exterior, los compromisos ya adquiridos con los USA invalidan cualquier intento de actuar con la necesaria independencia en aspectos tan cruciales como nuestra entrada en el Mercado Com¨²n o nuestra estrategia de pactos y alianzas que deber¨ªan apuntar hacia un neutralismo activo en favor de la paz internacional y equidistante de ambos bloques.
Estas son las poco halag¨¹e?as perspectivas en el caso que los hombres del poder -y a trav¨¦s de unas elecciones supuestamente libres- consigan legitimarse y sucederse a s¨ª mismos.
Ante tal panorama, los socialistas de Catalunya, con una larga lucha en favor de las libertades, con un respaldo popular suficientemente demostrado, defensores de los intereses de la clase trabajadora y solidarios con los pueblos dominados, dotados de un proyecto pol¨ªtico coherente y realista, acudiremos a las elecciones para dar la respuesta al reto del reformismo continuista. La candidatura ?Socialistes de Catalu?ya? (integrada por el Partit Socialista de Catalunya, la Federaci¨®n Catalana del PSOE y socialistas independientes) se propone los objetivos siguientes: a) delimitar el espacio socialista en Catalunya y canalizar su enorme potencial hacia la conquista. y consolidaci¨®n de la democracia que, en nuestro caso, equivale a la recuperaci¨®n de los principios e instituciones configurados en el Estatut de 1932 como paso previo y provisional para actualizar y profundizar el marco auton¨®mico que nos fue arrebatado por una ley de guerra; apoyar las autonom¨ªas de las diversas nacionalidades y regiones en la perspectiva de construir un Estado federal; y b) ofrecer la respuesta socialista para la defensa de los intereses de los trabajadores y dem¨¢s clases populares.
Todo ello cobra su aut¨¦ntica dimensi¨®n en la medida que se orienta hacia la aceleraci¨®n del proceso unitario de todos los socialistas de Catalunya, proceso .que debe materializarse con la constituci¨®n del gran partido de todos los socialistas catalanes, plenamente soberano y voluntariamente articulado con el PSOE y en la perspectiva de la unidad de todo el movimiento socialista del Estado.
Este proyecto de unidad socialista en Catalunya es decisivo para el futuro de nuestro pueblo. De ¨¦l depende que los trabajadores y las clases populares expresen -con su adhesi¨®n y ante las urnas- su voluntad de emprender la andadura hist¨®rica hacia una Catalunya libre, pr¨®spera y sin clases; hacia la Catalunya de los trabajadores; hacia el socialismo.
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