Washington no se apartar¨¢ de lo acordado en la reciente "cumbre" de Londres

Sin demasiadas esperanzas de conseguir un acuerdo con los paises en v¨ªas de desarrollo que permita la reforma eficaz del sistema econ¨®mico mundial, la delegaci¨®n norteamericana, encabezada por el secretario de Estado, Cyrus Vance, acudi¨® a la conferencia ?Norte-Sur? que se celebra en Par¨ªs, donde anunci¨® el deseo de Estados Unidos de construir un nuevo orden econ¨®mico basado en ?la igualdad, el desarrollo y la justicia?.

Pero argumentos ret¨®ricos aparte, Washington no parece dispuesto a conceder a los pa¨ªses pobres nada que no se hubiera acordado previamente entre los pa¨ªses industrial izados, durante la reciente cumbre econ¨®mica de Londres.La opini¨®n de los especialistas norteamericanos en el di¨¢logo ?Norte-Sur? es que, despu¨¦s de dieciocho meses de preparaci¨®n de la Conferencia Internacional de Cooperaci¨®n Econ¨®mica, los grandes problemas que separan al mundo industrial del mundo en v¨ªas de desarrollo permanecen y que las relaciones pol¨ªticas entre los dos bloques continuar¨¢n siendo tensas en el futuro inmediato, pese a los peque?os ajustes que puedan producirse esta semana en Par¨ªs.

En este sentido. la verdadera utilidad de la conferencia ?Norte-Sur? ser¨ªa m¨¢s el detallar los desacuerdos que separan al ?Norte? industrial y al ?Sur? en subdesarrollo, que anunciar un programa de reforma econ¨®mica, al que casi nadie concede una eficacia real. Un primer borrador de un documento en el que se recogen los puntos de fricci¨®n entre el ?Norte? y el ?Sur? fue revelado ayer por el diario The New York Times, y de ¨¦l se desprende que el desacuerdo alcanza a las cuatro grandes ¨¢reas de cooperaci¨®n econ¨®mica que se discutir¨¢n en Par¨ªs: energ¨ªa, materias primas, ayuda econ¨®mica del ?norte? al ?Sur? y relaciones financieras entre ambos.

Las naciones en v¨ªas de desarrollo expresan en el documento citado ?su preocupaci¨®n por lo extremadamente limitado de las ¨¢reas de acuerdo en el campo de las materias primas?, as¨ª como por los escasos avances en el terreno financiero. El ?Sur? contin¨²a. por otra parte, con su petici¨®n d¨¦ ayuda firme por parte del mundo superdesarrol lado y con su exigencia de que, para el a?o 2000, el 25 % de la producci¨®n industrial mundial provenga de estos pa¨ªses.

La cumbre de Londres

Los pa¨ªses m¨¢s ricos del ?Norte? acordaron -a principios de este mes en su reuni¨®n de Londres algunas propuestas que ofrecer¨¢n al ?Sur? en sus conversaciones de esta semana.

Sin embargo, ni Estados Unidos ni ninguno de sus aliados industriales parecen dispuestos a admitir, bajo ning¨²n concepto. la petici¨®n del ?Sur? de conseguir un aplazamiento general de todas las deudas del ?Sur? a los pa¨ªses su perdesarrol lados, ni tampoco la baja de los precios de las mater¨ªas primas, de acuerdo con las tasas de inflaci¨®n durante su intervenci¨®n en la Conferencia

Internac ional de Cooperaci¨®n Econ¨®mica.

El Banco Mundial

Vance insistir¨¢ tambi¨¦n en que debe aumentarse de forma ?sustancial? el capital del Banco Mundial, para permitir una mayor flexibilidad en sus pr¨¦stamos a los pa¨ªses subdesarrollados tendentes en general a financiar programas de desarrollo de fuentes energ¨¦ticas, b¨²squeda de nuevos recursos y diversificaci¨®n de la producci¨®n.

Junto a sus concesiones m¨¢s o menos efectivas. el ?Norte? pre

sentar¨¢ en Par¨ªs tambi¨¦n su lista de peticiones a los pa¨ªses del mundo en v¨ªas de desarrollo, entre las que destaca la de exigir garant¨ªas sobre la evoluci¨®n futura del precio de los crudos petrol¨ªferos y salvaguardas sobre las inversiones de los pa¨ªses industriales en el Tercer Mundo.

A nivel oficial, se confia en que de la conferencia ?Norte-Sur? saldr¨¢ un programa com¨²n en el que se sentar¨¢n las l¨ªneas generales de una reforma econ¨®mica mundial, a desarrollar en los pr¨®ximos a?os, mediante organismos internacionales, como la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas del Comercio y el Desarrollo) y especialmente el Banco Mundial.

Pero ni el optimismo oficial ni las declaraciones grandilocuentes pueden convencer a casi nadie de que las diferencias entre el ?Norte? y el ?Sur? est¨¢n en v¨ªas de resolverse. Por el contrario, se asegura en Washington que las ofertas de los pa¨ªses industriafizados supondr¨¢n tan s¨®lo una tregua parcial, que quiz¨¢ contribuya a alejar temporalmente un enfrentamiento directo, pero los problemas de fondo entre el mundo industrial y los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo siguen presentes y cada vez m¨¢s graves. Y esa ser¨¢ tal vez la mayor utilidael de la conferencia de Par¨ªs: dejar constancia de ello.