Cinco d¨ªas para dejar de fumar / 1

El anuncio del comienzo del curso de cinco d¨ªas para dejar de fumar cal¨® en el p¨²blico. En la antigua Casa Sindical, m¨¢s de 2.000 personas esperaba, ya media hora antes, a que se abrieran las puertas.El sal¨®n de actos, con capacidad para 1.050 personas qued¨® absolutamente desbordado. Los organizadores de la Liga Internacional de Temperancia decidieron hacer dos sesiones: una a la seis de la tarde y otra a las ocho.

El repleto sal¨®n, con gentes de todo tipo y condici¨®n, ofrec¨ªa sin embargo una caracter¨ªstica com¨²n y preocupante: las toses. Un concierto bronco, interrumpido a veces, se ofrec¨ªa all¨ª. Algunos, remisos, encend¨ªan un ¨²ltimo pitillo, apur¨¢ndolo con ansiedad, quiz¨¢ esperando una panacea que iba a darse desde el estrado.

Tom¨® la palabra inicialmente el doctor Schmith, soci¨®logo, para exponer unos datos simples y, a la vez, escalofriantes: cada pitillo son 14,4 minutos de vida que quemamos. El c¨¢ncer de pulm¨®n es ya una demostraci¨®n estad¨ªstica. El enfisema pulmonar hace arrastrar la vida al fumador. Y un detalle importante: ?Por qu¨¦ se empieza a fumar? ??Qui¨¦nes de todos ustedes han empezado a fumar antes de los veinte a?os?? Todas las manos se izaron salvo alguna excepci¨®n. ?Eso quiere decir que hay un modelo de imitaci¨®n. Empezamos a fumar, por imitaci¨®n. Y justo, quince a?os despu¨¦s, cuando estamos en la madurez de nuestra vida, todos, sin exclusi¨®n, queremos dejar el tabaco.? Partiendo de ese hecho, el curso comienza con una resoluci¨®n. No una promesa. ?Las promesas no cumplidas debilitan la voluntad.? Una decisi¨®n que no compromete a nada: ?He decidido dejar de fumar.? Se repite en voz alta, todos, mil y pico voces ?he decidido dejar de fumar?. Y se proyecta una pel¨ªcula. Un joven ingeniero de la NASA, 31 a?os, fumador, se cansa m¨¢s de lo normal. Revisi¨®n. Una mancha en el pulm¨®n. An¨¢lisis, biopsia c¨¢ncer. La intervenci¨®n est¨¢ filmada sin ahorrar detalles. El corte inicial del bistur¨ª sobre el pecho es sobrecogedor. No puede volver a filmar Le extirpan una peque?a parte de pulm¨®n; no se dramatiza. Pero se repite con insistencia: 31 a?os.

Tom¨® despu¨¦s la palabra el doctor Valtue?a, de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Fue muy aplaudido cuando comenz¨® su alocuci¨®n diciendo: Queridos ex fumadores. Reiter¨® los peligros m¨¦dicos del tabaco, y expuso las l¨ªneas a seguir para dejar de fumar. Se basa todo el plan en que el tabaco es un vicio no s¨®lo f¨ªsico, sino tambi¨¦n s¨ªquico y social. Lo primero que debe hacerse, y dado que la nicotina es soluble es beber mucha agua. Beber zumos de frutas. Beber de ocho a diez vasos de agua diarios. Alimentaci¨®n muy frugal el primer d¨ªa. Frutas, verduras y eliminaci¨®n tajante de alcohol, caf¨¦ y todo tipo de excitantes. Tambi¨¦n debemos activar nuestros pulmones: hacer respiraci¨®n profunda.

La segunda R del plan. La primera, resoluci¨®n (?he decidido dejar de fumar?). La segunda, respiraci¨®n. La tercera, r¨¦gimen. Frutas frescas, l¨ªquidos. Y eso s¨ª, romper un poco con nuestro sistema de vida. Despu¨¦s de comer, un paseo, no sentarse en el sill¨®n del televisor. Un paseo, una inspiraci¨®n, y como m¨²sica de fondo, repetir la resoluci¨®n: ?He decidido dejar de fumar?.

Cuando salimos de esta primera sesi¨®n. hab¨ªa, estaba claro, decisiones. Y hab¨ªa tambi¨¦n quien, inmediatamente, ech¨® mano al bolsillo para buscar su cigarro.

Se garantiza que por lo menos un 90% de los que sigan el curso dejan el tabaco. Esto fue s¨®lo el primer d¨ªa.