La Chrysler ha pagado m¨¢s de 170 millones de pesetas en sobornos
La compa?¨ªa automovilista Chrysler anunci¨® ayer que hab¨ªa realizado pagos ilegales en varios pa¨ªses extranjeros durante los ¨²ltimos seis a?os, por un importe total cercano a los dos millones y medio de d¨®lares (m¨¢s de 170 millones de pesetas). Una investigaci¨®n interna de la propia empresa descubri¨® tambi¨¦n la existencia en siete f¨ªliales de la Chrysler en el extranjero de fondos no registrados en los libros de contabilidad.
La Chrysler Corporation, tercer fabricante norteamericano de autom¨®viles con sede en Detroit, revel¨® estas irregularidades en un informe presentado por la compa?¨ªa a una agencia federal, encargada de investigar las pr¨¢cticas corruptas desarrolladas por las grandes corporaciones estadounidenses. Fuentes oficiales cifraron en cerca de cuatrocientas las empresas que realizaron sobornos en el extranjero, o cometieron acciones il¨ªcitas para potenciar sus ventas, o evadir el control fiscal. Dicha agencia, la Securities and Exchange Commission, pidi¨® a las grandes compa?¨ªas que confesaran ellas mismas la pr¨¢ctica de acciones ilegales antes de que se iniciara una investigaci¨®n oficial, a lo que est¨¢n accediendo muchas de ellas. Como viene siendo habitual, la Chrysler no revel¨® el nombre de los pa¨ªses donde se han realizado los pagos ilegales, ni identific¨® a las personas que los recibieron, aunque s¨ª dio algunas explicaciones sobre la naturaleza de las pr¨¢cticas il¨ªcitas, a la vez que anunciaba haber ordenado a sus ejecutivos impedir este tipo de acciones en el futuro.
Seg¨²n el informe de la Chrysler, dos filiales extranjeras realizaron tres pagos a personas individuales por un importe total de 179.000 d¨®lares (unos doce millones de pesetas). El motivo de estos pagos habr¨ªa sido ?la extorsi¨®n por parte de funcionarios p¨²blicos, resultante de dernandas abusivas de impuestos?. Seg¨²n la compa?¨ªa, las dos empresas subsidiarias no identificadas accedieron a estas peticiones de funcionarios corruptos porque habr¨ªa sido demasiado costoso y se hubiera tardado de niasiado tiempo en resolver el problema de modo legal.
Funcionarios ?inferiores?
Desde 1971 hasta el a?o pasado, la Chrysler realiz¨® pagos il¨ªcito cada ¨¢?o por un total de 173.000 d¨®lares (m¨¢s de once millonesde pesetas). Los destinatarios de esto pagos fueron funcionarios gubernamentales extranjeros de nivel inferior, y la finalidad de los sobornos fue ?facilitar? y ?acelerar? los tr¨¢mites oficiales en los negocios de la compa?¨ªa.El informe de la Chrysler revela tambi¨¦n que en seis pa¨ªses, donde posee f¨¢bricas o plantas de ensamblaje, se pagaron unos 80.000 d¨®lares (m¨¢s de cinco millones de pesetas) cada a?o a representantes sindicales y empleados. Adem¨¢s, una empresa filial pag¨® 2 1.000 d¨®lares (casi mill¨®n y medio de pe setas) a un ?alto funcionario? del Gobierno de un pa¨ªs indeterminado, a cambio de lo cual obtuvo de ¨¦l una acci¨®n que favoreci¨® a la compa?¨ªa, pero que tampoco se detalla en el informe. La Chrysler revel¨®, asimismo, un caso en el que un agente de ventas de la compa?¨ªa en el extranjero dirigi¨® el pago de un os 90.000 d¨®lares (seis millones de pesetas) a empleados del Gobierno del pa¨ªs en cuesti¨®n.
La investigaci¨®n ordenada por la Chrysler descubri¨® adem¨¢s la existencia de diez fondos no registrados en los libros de contabilidad en las filiales de siete pa¨ªses. Los ejecutivos locales de estas subsidiarias de la compa?¨ªa norteamericana invirtieron una media de 120.000 d¨®lares al a?o (m¨¢s de ocho millones de pesetas) en elper¨ªodo citado, que abarca desde 1971 a 1976, en algo que se define como ?bonos para compensar a empleados locales por riesgos inusuales y facilitar los pagos y las relaciones entre los empleados?. Este dinero proven¨ªa de intereses y transacciones locales no registradas en los libros de las subsidiarias, seg¨²n reconoce la Chrvsler en su informe a la Securities and Exchange Commission.
Prop¨®sito de enmienda
La compa?¨ªa a?ade en el citado documento que en ning¨²n caso realiz¨® contribuciones a campa?as pol¨ªticas ni en Estados Unidos ni en el extranjero, con excepci¨®n de aigunas donaciones de 350 d¨®lares (unas 20.000 pesetas) hechas por alguna subsidiarla en pa¨ªs no determinado. Despu¨¦s de calificar como ?inaceptables? estas desviaciones de la pol¨ªtica de la conipa?¨ªa, el Inf¨®rme de la Chrysler anuncia la Intenci¨®n de la empresa de reforzar los controles internos y tomar una serie de medidas que impidan que sucedan cosas similares en el futuro.
La Chrysler es la segunda de las tres grandes corporaciones automovil¨ªsticas de Estados Unidos en reconocer la existencia de pagos ilegales en sus operaciones comerciales. A principios de este a?o, la General Motors descubri¨® tambi¨¦n una serie de pr¨¢cticas cuestionables realizadas por sus filiales en el extranjero, aunque, como en el caso de la Chrysler, no revel¨® los nombres ni de los pa¨ªses ni de los individuos implicados en los pagos il¨ªcitos. En total, la General Motors reconoci¨® haber pagado un mill¨®n y cuarto de d¨®lares en un per¨ªodo de cinco a?os.
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