Crisis de confianza entre comunistas y socialistas franceses
El Partido Comunista franc¨¦s (PCF), ?desea realmente llegar al poder? Esta es la pregunta que se hace el Partido Socialista, el otro ?grande? de la Uni¨®n de la Izquierda francesa. A su vez, el PCF inquiere: ?No consistir¨¢ la intenci¨®n ¨²ltima de los socialistas en gobernar sin los comunistas? Estas dos inc¨®gnitas, ahondadas tras el congreso del Partido Socialista en Nantes, han creado una aut¨¦ntica crisis de confianza entre las dos primeras formaciones de la oposici¨®n. Ello no impedir¨¢, sin embargo, que los tres partidos de la Uni¨®n contin¨²en actualizando el Programa Com¨²n, seg¨²n asegur¨® ayer el l¨ªder comunista, Georges Marchais, en el momento en que se iniciaba la segunda ronda de negociaciones para la puesta al d¨ªa del citado programa.Con gran satisfacci¨®n para la mayor¨ªa gubernamental, d¨ªas pasados, el PCF decidi¨® dar gran publicidad a sus divergencias con el Partido Socialista. Aunque problemas siempre han existido entre los dos partidos, el reciente congreso de Nantes y, concretamente, el discurso ?autoritario? del l¨ªder del PS, Francois Mitterrand, fue quien atiz¨® el fuego de la ?preocupaci¨®n? de los comunistas. Tres cuestiones abordadas en dicho discurso han avivado las disensiones entre ambos partidos:
1. El deseo manifestado por el se?or Mitterrand de apresurar la actualizaci¨®n del Programa Com¨²n, sin cambiar gran cosa. ?Con qu¨¦ intenciones?, se pregunta el PCF.
2. Consecuencia de lo anterior, los comunistas sospechan que el PS, en suma, desear¨ªa profundizar su programa propio, dejando de lado el firmado por los tres partidos de la Uni¨®n. De ser as¨ª, opina el PCF, tambi¨¦n podr¨ªa pensarse que el se?or Mitterrand no excluye la posibilidad, si la izquierda llega al poder, de gobernar solo, o hacer lo necesario para quedarse ?s¨®lo, con Giscard d'Estaing?.
3. La intransigencia del l¨ªder socialista con la minor¨ªa de su partido, el CERES, neg¨¢ndole toda participaci¨®n en la direcci¨®n, ha acentuado la impresi¨®n de los comunistas de que el primer secretario del PS est¨¢ dispuesto ?a jugar solo, sin tener mucho en cuenta a sus colegas de la oposici¨®n?.
Todas las afirmaciones del se?or Mitterrand en sentido contrario, incluso consider¨¢ndose ?insultado? cuando los comunistas sospechan que les est¨¢ ?haciendo la cama?, para quedarse con la socialdemocracia so?ada por el se?or Giscard d'Estaing, no han servido de nada, o de muy poco. El se?or Marchais, desde hace una semana, multiplica sus intervenciones en p¨²blico para denunciar al nuevo ?hombre providencial, que no necesitamos? y el ?esp¨ªritu de dominaci¨®n? del PS, seg¨²n expresiones del l¨ªder comunista que, ayer, reafirm¨®: ?No daremos un cheque en blanco a nadie y no ser¨¢ posible escamotear ninguna cuesti¨®n contraria a nuestros intereses?. Los comunistas imaginan que los socialistas desear¨ªan, sobre todo, soslayar la ampliaci¨®n de las nacionalizaciones y el problema de la defensa.
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