Beethoven en cartas y documentos
No ha dejado Beethoven, como Schumann, Wagener y otros compositores, producci¨®n literaria alguna. Jam¨¢s escribi¨® nada con intenci¨®n de que se publicara y, por otra parte, su cultura literaria era m¨¢s bien escasa, aunque no careciese del todo de ella. Sin embargo, se ha conservado de ¨¦l una abundante correspondencia que jalona los momentos m¨¢s relevantes de su peripecia vital. Estas cartas, elaboradas con sentido pr¨¢ctico y funcional, escritas casi siempre con prisa y sin la menor preocupaci¨®n estil¨ªstica, constituyen una fuente inapreciable para estudiar su personalidad humana, tan deformada por la reverencia y las posturas admirativas que ha originado siempre su m¨²sica. No quiero decir con esto que la estimaci¨®n al artista quede rebajada en modo alguno por la lectura de sus cartas. Al contrario, los escritos de Beethoven, aun los m¨¢s confusos y desma?ados, reflejan perfectamente la personalidad rebelde del artista, el temple, energ¨ªa y cordialidad que impresionaron a Goethe.Por ello, todos los buenos bi¨®grafos del gran m¨²sico se preocuparon de acudir a estos documentos reveladores de numerosas facetas del alba beethoveniana, as¨ª el magn¨ªfico estudio de Jean y Brigitte Massin, no publicado todav¨ªa en Espa?a. Algunos vol¨²menes que recog¨ªan en castellano los escritos de Beethoven han desaparecido de las librer¨ªas hace muchos a?os. Yo conservo, por ejemplo, el Epistolario de Beethoven, que tradujo en 1933 Augusto Barrado para Editorial Poblet, y el que public¨® Tartessos en 1943 con el t¨ªtulo: Beethoven, biograf¨ªa, pensamientos, cartas, firmado por Miguel S. Ferrer.
Beethoven en cartas y documentos
Selecci¨®n y notas de Ant¨®n W¨¹rz y Reinhold Schimkat. Traducci¨®n de Mar¨ªa y Arturo Soria. Colecci¨®n Semblanzas. Editorial Tecnos. Madrid.
La selecci¨®n de cartas y documentos realizada por Antdri W¨¹rz y Reinhold Schimkat ofrece algunas ventajas al lector interesado. La primera es que se limita a recoger los textos beethovenianos que ofrecen inter¨¦s, tanto desde el punto de vista biogr¨¢fico como del sicol¨®gico o ideol¨®gico. La segunda ser¨ªa la de recoger, adem¨¢s de las cartas, fragmentos de su diario, documentos trascendentales relacionados con su actividad humana y profesional, y testimonios directos de personajes contempor¨¢neos. Otra virtud de este volumen proviene de las notas orientativas de los ant¨®logos, siempre justas para la ideal comprensi¨®n de los textos.
Por fin, hagamos menci¨®n de los traductores. Mar¨ªa y Arturo Soria han acertado al sacrificar las brillantes y espectaculares traducciones al uso, nacidas de un Beethoven idealizado por el romanticisnio, para ce?irse a la realidad expresiva del verdadero Beethoven. En la nota introductoria ponen un ejemplo bien elocuente. El traductor castellano de la biograf¨ªa, escrita por Emil Ludwig, hace decir a Beethoven: Cada d¨ªa estoy m¨¢s pr¨®ximo a realizar el indescriptible ideal que ha deslumbrado y cautivado siempre mi pecho, donde el genial m¨²sico hab¨ªa escrito textualmente: Cada d¨ªa me acerco m¨¢s a la meta, es algo que siento, pero queme es imposible explicar.
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