El Madrid venci¨® con facilidad a un Barcelona, sin Guyette
El Real Madrid no fall¨® esta vez e hizo bueno el pron¨®stico ampliamente, adjudic¨¢ndose la Copa del Rey por vez primera, que es la decimoctava del historial, en un encuentro dominado por un ambiente extraordinario, donde el p¨²blico, que llenaba hasta rebosar el funcional Palacio de los Deportes de Palma, se inclin¨® desde el primer momento por el equipo blanco, convirti¨¦ndose con sus ¨¢nimos y griter¨ªo en uno de los principales protagonistas de un encuentro que si no fue bueno de calidad, s¨ª tuvo garra y emoci¨®n, pese a esa diferencia abismal de veintis¨¦is puntos que se?alaba el marcador al final del mismo.El que Mallorca est¨¦ geogr¨¢ficamente m¨¢s cerca de Barcelona que de Madrid y el que en esta isla se hable el catal¨¢n pod¨ªa significar, antes del encuentro, que el Real Madrid se iba a encontrar con un ambiente, si no hostil al menos contrario. No fue as¨ª, pues desde un principio el p¨²blico, m¨¢s de 5.000 personas, en su mayor¨ªa, se decant¨® a favor del equipo madridista por eso de que en sus filas jugaba un mallorqu¨ªn, Rafael Rull¨¢n, que a lo largo de todo el encuentro vivi¨®, posiblemente, los mejores momentos de su vida deportiva por el constante apoyo que encontr¨® por parte de sus compa?eros y tambi¨¦n el p¨²blico, que con su constante aplauso, hizo que brotaran las l¨¢grimas de este gigante barbudo de m¨¢s de dos metros, nacido en el bello valle de Soller.
El partido, pese a esa garra y a ese querer del F. C. Barcelona, s¨®lo tuvo un color: el blanco. Pura an¨¦cdota que fuera el Barca el primero en marcar por medio de Escorial y que llegara a adelantarse en el marcador por cuatro a dos. Pero eso fue todo, porque a partir de aqu¨ª el Real Madrid logr¨® imponer su ley y sobre todo su regularidad.
Tres fueron las bases de este t¨ªtulo: la regularidad de Brabender, las ganas y poder de rebote de Rull¨¢n y la f¨¢cil penetraci¨®n de Carmelo Cabrera, suplido en la segunda parte por Corbal¨¢n. El quinteto inicial del equipo de Lolo Sairiz, con Brabender, Cabrera, Crist¨®bal, Walter y Rull¨¢n, actu¨® como un rodillo, marc¨® mucho mejor su zona y super¨® en ataque y en defensa al de Lazic, formado por Miguel Angel Estrada, Flores, Escorial, Sibilio y Carmichael, gracias a la facilidad reboteadora de Rull¨¢n, quien en la lucha personal con Estrada le super¨®, si no en altura, s¨ª en facilidad para marcar canastas.
Br¨¢bender, con su tiro en suspensi¨®n, fue una m¨¢quina perfecta y sin fallos de una regularidad asombrosa (diecinueve tantos en la primera mitad y catorce en la segunda). Walter, sin tener su d¨ªa de gracia, tambi¨¦n se mostr¨® efectivo en la lucha bajo los aros a la hora de atacar, al igual que Cabrera y Crist¨®bal, que m¨¢s tarde ser¨ªa sustituido por un Luyk muy apagado que s¨®lo brill¨® en los momentos finales del encuentro.
Todor Lazic al no poder contar desde el principio con Bob Guyette, que ni siquiera se visti¨®, ten¨ªa de antemano la partida perdida. Ni la agilidad del negrito Sibilio ni la altura de Estrada, ap¨¢tico y torp¨®n, ni la veteran¨ªa de Carmichael o las ganas de Escorial y Flores. El Barcelona sali¨® derrotado a la pista y el p¨²blico acab¨® por ponerlo nervioso en demas¨ªa. Solamente cuando sali¨® a la pista De ta Cruz, falto de f¨®rma f¨ªsica, se acercaron al marcador superior del Madrid, pero sin iqquietarlo. En unos momentos, pocos, intentaron el pressing con el marcaje hombre a hombre, pero con escaso resultado.
El Madrid, sin descomponerse, pese a que Walter y Corbal¨¢n se fueron al banquillo con cinco personales o que Rull¨¢n jug¨® casi toda la segunda parte con cuatro amenazadoras personales, sigui¨® siendo muy superior al Barcelona, que ya con los papeles perdidos cometi¨® demasiados fallos, s¨®lo paliados por Sibilio, por otra parte demasiado abandonado por sus compa?eros.
Al final Lolo Sainz dio entrada a Prada, Ramos y Paniagua, para que los diez jugadores pudieran decir que hab¨ªan estado, aunque fuera pocos minutos, sobre la pista, Fue un detalle y todo un gesto, por Paniagua que jug¨® el domingo su ¨²ltimo partido vistiendo la camiseta del Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.