Un joven muerto y m¨¢s de treinta heridos en el encierro de ayer en Pamplona
Los sanfermines, ayer, volvieron a vestirse de luto. Jos¨¦ Joaqu¨ªn Esparza Saras¨ªbar, diecisiete a?os, fallec¨ªa a la entrada de la plazaa en el callej¨®n, como consecuencia de un paro card¨ªaco por asfixia y un ri?¨®n estallado. En la entrada M callej¨®n, uno de los mozos que corr¨ªa se cay¨®, form¨¢ndose inmediatamente una monta?a humana, en la que se revolv¨ªan queriendo salir toros, mansos y corredores a la vez. Por otra parte, Gonzalo Tapia, de veintis¨¦is a?os, natural de Palencia, fallec¨ªa tambi¨¦n al aplastarle un veh¨ªculo el cr¨¢neo. Tapia, seg¨²n todos los indicios, hab¨ªa quedado dormido debajo de las ruedas de un cami¨®n. El conductor, probablemente, sali¨® de su aparcamiento sin darse cuenta de que acababa de atropellar a una persona.
El encierro de ayer, con toros de la ganader¨ªa de Eduardo Miura, fue anormal. En lugar de los seis toros que a la tarde se lidian en la plaza, s¨®lo salieron de los corrales cinco. Sacrist¨¢n, un toro mulato, se rompio un cuerno unos d¨ªas antes en el desencajonamiento y tuvo que ser sustituido por otro miura, AIgabe?o, que fue llevado directamente a los corrales.Tambi¨¦n anormal el tiempo. Habitualmente en sanfermines el calor suele ser una de las notas caracter¨ªsticas. Ayer, como viene siendo habitual desde el comienzo de las fiestas, el cielo a la hora del encierro y durante todo el d¨ªa estuvo encapotado, amenazando lluvia. La temperatura era fresca, m¨¢s todav¨ªa que en el encierro del d¨ªa anterior.
Tampoco era un d¨ªa normal. Se cumpl¨ªan los cincuenta a?os de la muerte de Santiago Mart¨ªnez Zuf¨ªa, de treinta y cuatro a?os, que falleci¨® en 1927, un 8 de julio, al ser embestido por un toro de Celso Cruz, de Toledo, cerca de donde ayer muri¨® Jos¨¦ Joaqu¨ªn Esparza Saras¨ªbar.
A las ocho, la salida
Como siempre la salida del encierro se dio a las ocho de la ma?ana. Los cinco corn¨²petas de Miura, Cacharrero, Habitante, Sonajillo, Silletero y AIgabe?o salieron de los corrales agrupados. Subieron por la cuesta de Santo Domingo, llegando a la plaza del Ayuntamiento junto con los ocho mansos que les acompa?aban durante el recorrido. Por Blanca de Navarra se llega a Estafeta, en donde los toros y mansos realizaron ayer una aut¨¦ntica carrera.
Antes de llegar al callej¨®n de entrada a la plaza, varios corredores se caen, impidiendo el paso a los que vienen detr¨¢s. El mont¨®n de mozos va aumentando hasta formar un tap¨®n casi insalvable, y llegan los cinco miuras acompa?a dos de los mansos. Hay momentos de extremo nerviosismo al llegar la manada ante el mont¨®n. Los mansos intentan pasar, mientras cuatro mihuras se dan la vuelta. El quinto, por encima de la masa humana, ha conseguido entrar a la arena de la plaza, completamente llena de gente.
Los miuras regresan hasta La Estafeta
Los cuatro miuras, sembrando el pavor entre los corredores rezagados, vuelven hasta la entrada de La Estafeta, y all¨ª mismo es empitonada una persona mayor que acaba de citar a uno de los toros. Despu¨¦s de unos intensos segundos, el mont¨®n de cuerpos que taponaban la entrada de la plaza casi ha desaparecido y los toros entran en el coso. Se quedan junto con los mansos, en el centro, y tras unos segundos indecisos entran en los corrales.
En el callej¨®n hay varios j¨®venes tendidos en el suelo. Algunos tienen diversas magulladuras y al menos uno est¨¢ herido por asta de toro. Jos¨¦ Joaqu¨ªn Esparza Sarasibar es evacuado inmediatamente al hospital de Navarra, est¨¢ ya muerto por asfixia, con estallido hap¨¢tico. La noticia se corre pronto y en la plaza, llena por los 22.000 espectadores, hay tensi¨®n y caras tristes. La enfermer¨ªa de la plaza de toros no da abasto atendiendo a los numerosos heridos contusos que llegan. Uno, Angel Jim¨¦nez Ciganda, es operado en la misma enfermer¨ªa de una herida producida por asta de toro en la cara posterior del muslo.
Unas cuarenta personas, heridas
Los datos ayer eran imprecisos, pero alrededor de cuarenta personas resultaron heridas durante el encierro, de las que ocho tuvieron que ser internadas, despu¨¦s de ser atendidas en diversos centros hospitalarios de Pamplona.
Jos¨¦ Joaqu¨ªn Esparza Saras¨ªbar, natural de Pamplona, era un aut¨¦ntico deportista. R¨¦cord juvenil navarro de los 3.000 metros, hab¨ªa corrido en encierros otros anos, a pesar de que la edad m¨ªnima para correr sea los dieciocho. Ayer, con sus zapatillas de deporte y el pa?uelo rojo con el escudo de la pe?a Anaitasuna, hizo el ¨²ltimo tramo del encierro, hasta que se cay¨® en el callej¨®n.
La culpa la tienen los inexpertos
?La culpa -se?alaba ayer un experto corredor de los encierros- es de toda esa gente que cree que el encierro es un juego y se puede ir de cualquier manera. Ayer hab¨ªa demasiada gente que no hace m¨¢s que estorbar. Porque los que van delante de las astas de los toros son unos pocos y se puede decir que son los de siempre, aunque todos los anos suelen aparecer americanos que saben correr de verdad. Hay que buscar alguna f¨®rmula para que el encierro no sea un barullo de gente estorb¨¢ndose unos a otros.?
La opini¨®n generalizada ayer en Pamplona era que de alguna manera conviene liberar el encierro de tanto inexperto que estorba al corredor de verdad. La soluci¨®n, en cualquier caso, es dif¨ªcil, porque el correr el encierro est¨¢ al alcance de cualquiera que quiera intentarlo. El tap¨®n de ayer, como el de otros a?os, fue inevitable, porque el estrechamiento del callej¨®n que da ;acceso a la plaza es notable. Pero tambi¨¦n es posible que si las vallas que se colocan durante el recorrido y hasta la misma entrada del callej¨®n, estuvieran libres de gente y no llenas de curiosos, el corredor que est¨¢ en peligro se hubiera podido subir sin m¨¢s consecuencias.
Jos¨¦ Joaqu¨ªn Esparza Saras¨ªbar ,no pertenec¨ªa a ninguna pe?a, a pesar de que en el momento de su muerte llevara en el pa?uelo rojo el escudo del Anaitasuna. Sin embargo, todas las pe?as que recorrieron ayer Pamplona con su m¨²sica y su charanga llevaban en la pancarta un cresp¨®n negro en se?al de luto. Lo mismo que muchos pamplonicas.
El encierro de hoy con seis toros de herederos de Pablo Romero, seguro que contar¨¢ con menos corredores. Es la consecuencia l¨®gica de la muerte de ayer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.