Los blues de John Coltrane

A punto de finalizar el Festival de Jazz de Sitges y en el comienzo del que se organiza en San Sebasti¨¢n, la fecha de hoy corre el riesgo de pasar inadvertida; hoy hace. exactamente diez a?os que, en el Huntington Hospital, de Nueva York, fallec¨ªa John Coltrane a consecuencia de una afecci¨®n hep¨¢tica mal curada.

Ten¨ªa cuarenta a?os de edad y estaba en plena posesi¨®n de su inmarchitable arte creador, de su lucidez mental abierta a, todo tipo de experiencias, de su innato sentido de la medida y de su dominio del ritmo.Este hombre sin equ¨ªvocos ni ambig¨¹edades hab¨ªa nacido en Hamlet (Carolina del Norte) el 23 de septiembre de 1926, y estudi¨® la trompa alta en mi bemol, el clarinete y el saxo en Filadelfia, ciudad adonde se hab¨ªan trasladado sus padres. Obtiene su primer trabajo como profesional en 1945, aunque ese mismo a?o, al hacer el servicio militar, es trasladado a Hawaii, donde forma parte de la banda de la Marina. Dos a?os despu¨¦s lo vemos en la orquesta de Eddie Cleanhead Vinson (un grupo especializado en el Rhythm and Blues), para formar parte posteriormente de las formaciones de Dizzy Gillespie, Johhny Hodges y Earl Bostic. En 1955 Miles Davis forma su quinteto y cuenta con ¨¦l, permaneciendo con el trompeta hasta 1957 para, tras una corta temporada, volver al mismo grupo en 1958. En abril de 1960 se independiza y forma su primer cuarteto, en el que incluye a dos de los m¨²sicos que m¨¢s fieles le ser¨ªan a lo largo de su vida: el pianista McCoy Tyner y el bater¨ªa Elvin Jones.

Hablar de Coltrane implica explicar su af¨¢n de perfeccionamiento: fueron muchas las ocasiones en que aprovechaba el intervalo entre los conciertos de tarde y noche para encerrarse en el camerino y ponerse a ensayar en solitario; trazar, aunque sea a grandes rasgos, su incre¨ªble. timidez, que le llevaba a veces a quedarse sin cenar por no entrar solo en alg¨²n restaurante y le obligaba a tocar largos y densos solos, en los que expresaba todo lo que no pod¨ªa decir con las palabras; citar, aunque no de manera exhaustiva, esas joyas discogr¨¢ficas que van desde Ol¨¦ hasta Expression, pasando por Coltrane live at Birland, Coltrane Plays the Blues, Soultrane, Africa, Giant Steps, My Favorite Things, Kind of Blue (con Miles) y ese extraordinario Love Supreme, que posee una m¨¢s honda religiosidad que el m¨¢s aut¨¦ntico Gospel.

? ... Los verdaderos poderes de la m¨²sica son, todav¨ªa desconocidos ... ? -dec¨ªa en 1963- ? ... El dominarlos debe ser la ambici¨®n de los m¨²sicos y el conocerlos es algo que me apasiona ... ? Estas palabras, en boca de un m¨²sico, suponen una de las m¨¢s claras definiciones de principios que expresarse puedan: quien las dijo necesitaba, por supuesto, saber lo que se tra¨ªa entre manos, y la prueba fehaciente de que s¨ª lo sab¨ªa fue que, tras ¨¦l, han surgido cientos de m¨²sicos, han cristalizado miles de ideas y se han serenado infinidad de esp¨ªritus. No olvidemos que, seg¨²n su propia mujer, Alice McLeod Coltrane, sus ¨²ltimos trabajos se basaban no s¨®lo sobre la m¨²sica, sino sobre las matem¨¢ticas, los n¨²meros, las estructuras repetitivas, la observaci¨®n de los principios elementales de la naturaleza e incluso la lectura de un mapa del globo terr¨¢queo.