Grafistas de la guerra civil
La liquidaci¨®n del franquismo ha implicado un explicable Proceso de recuperaci¨®n de valores del pasado. o del exilio. Queda por ver lo que el tiempo respetar¨¢. El saldo positivo que resulte al pasar por la criba de la autenticidad.La nostalgia y la actual indagaci¨®n de signos y valores pre-dictatoriales se acusa tambi¨¦n en las manifestaciones pl¨¢sticas, aqu¨ª, en Barcelona. Una de las m¨¢s se?aladas ha sido la exposici¨®n, en el Palacio de la Virreina, de un conjunto de carteles de la ¨¦poca de la Rep¨²blica y de la guerra civil, perteneciente.s al importante, Centre d'Estudis d'Historia , Contempor¨¤nia, que ha fundado y sostiene el hombre de negocios y pol¨ªtico Jos¨¦ Mar¨ªa Figueras. Ha desfilado por los bajos, del noble caser¨®n de la Rambla donde se alberga esa notable exhibici¨®n mucho p¨²blico, predominantemente joven y otros de edad madura, como el que firma estas l¨ªneas. Para los que componen el sector de visitantes enumerados en ¨²ltimo lugar, que recuerdan -como en mi caso- muchos de los carteles ahora expuestos cubriendo en espesas capas los muros de los edificios barceloneses, en aquellos meses de dolor y miseria, la muestra de La Virreina provoca el sabor agridulce de toda evocci¨®n autobiogr¨¢fica y le lleva a la pronta conclusi¨®n de que ?no son todos los que est¨¢n, ni est¨¢n todos los que son?, en el sentido de la calidad, aunque un deber de la justicia me obliga a reconocer las grandes dificultades que indudablemente han tenido los responsables de aquel fondo documental para reunir el material gr¨¢fico ahora expuesto en tan buen estado. Es evidente que en la zona republicana, los servicios de guerra ideol¨®gica o propagand¨ªsticos superaron, en mucho, a los del bando nacionalista, y que se editaron excelentes carteles por parte del Gobierno de Valencia, la Generalitat de Catalunya o las sindicales. Sobre todo la socialista, a la que se integr¨® el Sindical de Dibuixants Professionals, que requis¨® un palacio aristocr¨¢tico de la Puerta del Angel, y abonaba a sus afiliados, diez pesetas diarias -la suma que cobraban los milicianos- a cambio de producir, sin descanso, carteles y carteles para difundir toda clase de consignas, algunas de ellas risibles por lo gratuitas que eran, como la que recomendaba al ciudadano que hiciera tanques veh¨ªculo de la victoria, como si de una ocupaci¨®n artesana se tratase. No tan dispersos en intenciones y slogans fueron los posters editados un poco m¨¢s tard¨ªamente que los de los sindicatos, por el Comissariat de Propaganda del Gobierno aut¨®nomo catal¨¢n dirigido, con sagacidad, por Jaume Miravitlles, comisariado que se apunt¨® los ¨¦xitos de carteles fatogr¨¢ficos: el de la cruz gamada, resquebrajada por el pisot¨®n de un pie calzado con la alpargata t¨ªpica de los payeses o de los mozos de escuadra, una realizaci¨®n de Pere Catal¨¢ Pic, que lleg¨® a trascender al extranjero, puesto que figur¨®, desde el primer momento, en antolog¨ªas de los mejores carteles mundiales (un ejemplar del cual puede admirarse, todav¨ªa, en la actual exposici¨®n), y el de la reproducci¨®n de la p¨¢gina de un peri¨®dico de San Sebasti¨¢n en el que aparec¨ªa la noticia de la imposici¨®n de una multa a dos refugiados catalanes que conversaban en su lengua en un caf¨¦. Pero, claro est¨¢, lo que quiero comentar ahora es el impacto que todav¨ªa me ha ocasionado y supongo que igualmente se lo habr¨¢ producido a, la mayor¨ªa de los j¨®venes visitantes del caser¨®n de la Rambla, la obra de excelentes cartelistas como Rafael Tona, Josep Subirats, Carles Fontser¨¦ y Mart¨ª Bas (Barcelona, 1910-Par¨ªs, 1966). Precisamente los dibujos y grabados de estos dos ¨²ltimos han sido exhibidos en la ?Galer¨ªa Syra? en fecha reciente y por separado. Formados, antes de la guerra civil, en el mundo editorial, en el que empiezan a ser conocidos como ilustradores, sobre todo Mart¨ª Bas, dan el m¨¢ximo rendimiento, al estallar la Revoluci¨®n, en el Sindicato de Dibujantes Profesionales, ugetista, y se dedican a realizar grabados para ediciones de bibli¨®filo durante su ¨¦poca de exilio parisiense. En ?Syra? se han expuesto unas preciosas litograf¨ªas de Bas y, m¨¢s tarde, otras de Fontser¨¦, que, por fortuna, todav¨ªa se halla en activo, despu¨¦s de sus andanzas por Norteam¨¦rica, donde se dedic¨® tambi¨¦n a la decoraci¨®n teatral.
Las tres manifestaciones referidas han actualizado la obra de esos dos artistas gr¨¢ficos, cuyas personalidades creo que deber¨¢n ser tenidas siempre en cuenta.
Babelia
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