Las regiones, entre el colonialismo y la adoraci¨®n del cemento

El valor del libro de Luis Marco Regionalismo y dependencia radica en que llama la atenci¨®n sobre una posible consecuencia negativa del movimiento de activaci¨®n hist¨®rica representado por el regionalismo: la de servir de veh¨ªculo para renovar las formas caducas de colonialismo. El enfoque de Marco es interesante porque est¨¢ planteado desde una adhesi¨®n personal al destino econ¨®mico y pol¨ªtico de una regi¨®n (en nuestro caso, el Pa¨ªs Valenciano) y est¨¢ tratado con las t¨¦cnicas de cr¨ªticas y an¨¢lisis aplicables a los fen¨®menos del desarrollo y a las consecuencias de la planificaci¨®n econ¨®mica.El enfoque est¨¢ eficazmente sintetizado en esta frase suya: ?Los nacionalismos en Europa, y en Espa?a en particular, tienen una dram¨¢tica desorganizaci¨®n y falta de estrategia a nivel continental. Entonces surge el colonialismo por delegaci¨®n: las burgues¨ªas locales toman el relevo de las t¨¦cnicas colonizadoras para ejercer la siguiente etapa del colonialismo en cascada.?

El autor contempla los fen¨®menos que quiere analizar con una t¨¦cnica telesc¨®pica. Primero se aproxima al ¨¢rea del Mediterr¨¢neo, a la que ve incardinada de modo creciente en la estrategia de expansi¨®n capitalista de Occidente e imperialista de Estados Unidos. Estudia luego los comportamientos regionales de Espa?a, ante la presi¨®n de las fuerzas arriba mencionadas, y enfoca finalmente su lente en el Pa¨ªs Valenciano, al que estudia pormenorizadamente en los casos de Valencia y Alicante, extendi¨¦ndose tambi¨¦n a Tarragona, aunque con menor intensidad sociol¨®gica.

El libro contiene una bien estructurada sistem¨¢tica de aproximaci¨®n a los problemas espec¨ªficos del desarrollo regional (carreteras, industrias, poblaci¨®n, insumosproducto, etc¨¦tera), con cr¨ªtica experta sobre la estrategia inversora y de crecimiento, en sus aplicaciones concretas. Pero tiene inter¨¦s m¨¢s general su exposici¨®n doctrinal de un regionalismo de los hechos econ¨®micos, y sus duras cr¨ªticas a los comportamientos de las distintas burgues¨ªas locales, perdidas entre las ventajas del sucursalismo econ¨®mico y la reivindicaci¨®n culturalista; situaci¨®n que Marco expresa con una frase de Jos¨¦ Vicente Marqu¨¦s, llamando a Valencia ?pa¨ªs perplex?.

?Los movimientos autonomistas espa?oles -dice Marco- no parecen haber comprendido que, m¨¢s all¨¢ de las lenguas y culturas regionales, est¨¢n las decisiones econ¨®micas que se toman fuera de la regi¨®n. Por poner un ejemplo: poca autonom¨ªa podr¨ªan conseguir las comarcas de la provincia de Valencia cuando les escapan las decisiones de la Ford y de la IV Planta Sider¨²rgica.

Marco ironiza un poco de la burgues¨ªa valenciana, a la que critica su adici¨®n al cemento. ?La nueva derecha valenciana aclam¨® la autopista del Mediterr¨¢neo como carrer major del Pa¨ªs Valenci¨¢ y acept¨® las macroempresas que son el premio a la ineficiencia del crecimiento de la provincia.? En cuanto a Alicante, ?carece de unos criterios de desarrollo econ¨®mico adaptados a las peculiaridades de la zona?.

Se echa de menos en el libro un tratamiento tan en profundidad de los casos de Tarragona y Castell¨®n, lo que priva al libro de la posibilidad de constituir un texto de consulta aplicable a una regi¨®n geogr¨¢fica que muestra muchas afinidades a todo lo largo de cuatro provincias (si a Tarragona le reconocernos esas afinidades con el Pa¨ªs Valenciano). As¨ª que resumiremos el valor del libro diciendo que representa una aportaci¨®n importante, pero a¨²n incompleta, al estudio de la planeaci¨®n regional.