La m¨²sica del califato cordob¨¦s, precursora de la sinfon¨ªa europea
Entrevista con el presidente de la Academia Arabe de la M¨²sica, Salah Al-Madi
A su muerte en T¨²nez, el a?o 1125, el gran sevillano Abu Salt Umayya ben Abd al-Aziz dej¨® encargado que grabasen sobre su tumba estos versos suyos: He residido en ti, oh casa de lo perecedero, confiando en que me dirig¨ªa a la casa de lo permanente. Pero lo m¨¢s importante es que me dirij¨® hacia el poder justo, libre de toda opresi¨®n. Quisiera saber c¨®mo llegara ¨¦l dentro de ella; mi previsi¨®n es escasa y muchos mis pecados.
Una civilizaci¨®n musical antiqu¨ªsima, muy refinada, personal, basada en una abundante gama de sonidos derivados de una infinitesimal subdivisi¨®n del tono, un cromatismo caracter¨ªstico que nos envuelve poco a poco, eso es, ante todo, la m¨²sica ¨¢rabe. Una m¨²sica que para nuestros o¨ªdos europeos puede, a veces, parecer arbitraria e irracional, pero que esconde una asombrosa precisi¨®n matem¨¢tica en su multiplicidad r¨ªtmica.
Una de las m¨¢ximas autoridades de la m¨²sica ¨¢rabe acaba de pasar por Espa?a, el profesor Salah al-Mahdi, director de M¨²sica y Artes en el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura de T¨²nez, y, presidente de la Academia de M¨²sica Arabe de El Cairo, Hombre de inmensa cultura, la charla con Salah al-Mahdi proporciona un inagotable caudal de noticias sobre los grandes compositores ¨¢rabes cl¨¢sicos, de la ¨¦poca de los califas ortodoxos (632-661), la etapa de los Omeya (661-750) y la ¨¦poca abas¨ª, que alcanza hasta el siglo XIII, con un conocimiento exhaustivo de la brillante escuela andaluza. Recordemos entre ellos a Abu Yusuf Ya'qub ben Ishaq al-Kindi (801-866), conocido como fil¨®sofo de los ¨¢rabes, y cuyas obras sobre m¨²sica han sido editadas, o el gran matem¨¢tico, qu¨ªmico, fil¨®sofo y te¨®rico de la m¨²sica al-Farab¨ª (870-950), autor del Kitab al-Musiq¨¢, en el que desarroll¨® la herencia musical griega, a pesar de la oposici¨®n de los autores tradicionales. Tambi¨¦n sistematiz¨® el estudio del laud, el instrumento m¨¢s extendido en el mundo ¨¢rabe.
Salah al-Malidi ha estudiado las relaciones de la m¨²sica ¨¢rabe con la de otros pa¨ªses, especialmente con los del Mediterr¨¢neo, y de ello habl¨® en Madrid en el Instituto Hispano Arabe de Cultura.
La apertura
-?Cu¨¢ndo comenzaron en la m¨²sica ¨¢rabe los contactos con otros pa¨ªses?-En el siglo VII, cuando un grupo de cantores y m¨²sicos introdujeron, en la m¨²sica ¨¢rabe de origen beduino, la m¨²sica persa. Estos m¨²sicos pudieron escuchar a los artesanos iran¨ªes que fueron llevados a La Meca para la construcci¨®n de la mezquita de la Ka'ba. Yo ha estudiado especialmente las relaciones de la m¨²sica ¨¢rabe con los pa¨ªses hermanos y amigos del Mediterr¨¢neo, despu¨¦s del siglo VIII, de la era musulmana, de la edad de oro ¨¢rabe. He presentado un estudio de manuscritos al-Ahrani, del siglo X, y de manuscritos de al-Kindi. Yo mismo reproduzco ese ritmo y esos modos citados en el manuscrito, comparando la existencia de esos modos en los diferentes pa¨ªses del Mediterr¨¢neo, especialmente en Espa?a, Italia, los pa¨ªses balc¨¢nicos y Africa del Norte, pues los pa¨ªses del norte de Africa, antes de la llegada de los ¨¢rabes eran otra cultura.
He comparado esos diferentes modos que existen y he comparado igualmente la interpretaci¨®n de alguno de esos modos. Por ejemplo, hay el modo sagar, que es de origen persa. Se pod¨ªa o¨ªr en Espa?a hasta el siglo XVII, interpretado con el mango de la guitarra. El sagar ha dado origen a otra clase de escala musical que luego encontraremos en el flamenco. Y este modo del flamenco ha vuelto en su nueva forma a los pa¨ªses ¨¢rabes, dando lugar al nacimiento de otras modalidades en el mundo ¨¢rabe.
Otra cuesti¨®n est¨¢ en el cambio de los instrumentos o en el ritmo, que es muy importante. Los ritmos de tres, seis y doce, que existen aqu¨ª en Espa?a. Se ha cre¨ªdo en Europa que el ritmo de tres, naci¨® con el vals vien¨¦s, pero eso no es verdad del todo. Existi¨® en Espa?a despu¨¦s del siglo IX, y en los pa¨ªses ¨¢rabes al menos desde el VIII, porque lo encontramos en los manuscritos de al-Kindi, que se conservan en la biblioteca de Berl¨ªn.
-?Cu¨¢l es, a su juicio, la aportaci¨®n fundamental de la m¨²sica ¨¢rabe?
-Hay dos cosas, o tres, si usted quiere. Hay una cuesti¨®n de modos. El modo esencial es el modo menor, que es exactamente el modo de Ispahan, conocido en Ir¨¢n. Desde el punto de vista del ritmo, hay una gran variedad. Piense en los ritmos de los pa¨ªses balc¨¢nicos, que se derivan del cinco y del siete, y del nueve. Ritmos impares que son llamados por los turcos, ritmos atzak, como puede constatarse en la m¨²sica espa?ola, que yo no considero m¨²sica occidental, sino una parte integral de la cultura oriental, ¨¢rabe-oriental. Hay una cosa muy importante que ha salido de Espa?a. Es la metodolog¨ªa de la educaci¨®n musical. El primer conservatorio conocido en el Mediterr¨¢neo ha sido el de C¨®rdoba, en el siglo VIII, donde Ziryab hab¨ªa creado la escuela musical, el sistema de educaci¨®n musical, es decir, la costumbre de una disciplina para la m¨²sica, as¨ª como una verdadera escuela de composici¨®n.
La primera composici¨®n propiamente dicha en el mundo ¨¢rabe ha sido producida aqu¨ª, en C¨®rdoba. Y fue la base de la suite conocida despu¨¦s con el nombre de nuba, que se ejecuta en Africa del Norte. Es tambi¨¦n la base de la wasla, que es una suite conocida en el mundo ¨¢rabe oriental, es la base del fasil, un tipo de suite turca y, as¨®mbrese, querido amigo, es la base de la sinfon¨ªa que ha visto la luz en Occidente. Si usted ve el manuscrito ¨¢rabe que habla de Ziryab ver¨¢ c¨®mo compon¨ªa y c¨®mo presentaba su canto y su m¨²sica. Y es exactamente la misma forma que se encuentra los ¨²ltimos siglos en la m¨²sica occidental. La influencia de Ziryab no s¨®lo se da en la m¨²sica occidental, sino tambi¨¦n en la oriental, que antes de la escuela de C¨®rdoba era una m¨²sica m¨¢s o menos improvisada, y que ha mantenido ese car¨¢cter Improvisador hasta nuestros d¨ªas en Irak y en Ir¨¢n. Se ve claramente c¨®mo aumenta la proporci¨®n de la composici¨®n musical seg¨²n nos acercamos hacia Espa?a, y es porque naci¨® precisamente aqu¨ª, en C¨®rdoba.
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