Ahorre energ¨ªa y RTVE

Pese a hab¨¦rsenos anunciado, con los caracteres sombr¨ªos y dram¨¢ticos que sin duda merece, la importancia del problema energ¨¦tico para nuestro pa¨ªs en las actuales circunstancias (elevado y creciente endeudamiento exterior, agravado por la devaluaci¨®n de la peseta), contemplamos los espa?oles, no digo con sorpresa porque muchos hemos perdido la capacidad de sorprendernos hace tiempo, pero s¨ª con una cierta incredulidad, la prolongaci¨®n sistem¨¢tica del tiempo de programaci¨®n de nuestra inefable TVE, hasta mucho m¨¢s all¨¢ de las 11.30. Este l¨ªmite horario, que, si no estoy en un error, se impuso (!) a s¨ª misma la direcci¨®n del opaco medio audiovisual, s¨®lo ha servido para ser vulnerado cotidianamente, provocando, especialmente despu¨¦s de bombardearnos con el c¨ªnico eslogan de ?aunque usted pueda pagarlo, Espa?¨¢ no puede?, la justa irritaci¨®n de quien se siente burlado sin remisi¨®n, en beneficio de unos inconf¨¦sables, aunque cada vez m¨¢s patentes, intereses econ¨®micos. ?Es que la extensi¨®n de los programas m¨¢s de una hora diaria no supone un despilfarro de energ¨ªa, esa misma energ¨ªa que se nos insta a ahorrar? Imaginemos por un instante el consumo que puede suponer el mantener conectados la mayor parte de los receptores del pa¨ªs durante m¨¢s de sesenta minutos.