Pragmatismo italo-norteamericano
Pragmatismo y dignidad son las ideas fundamentales que han inspirado los comentarios y reacciones a la visita del primer ministro italiano, Giulio Andreotti, a Estados Unidos, del 25 al 27 de julio. De vuelta a casa, Andreotti ha dado cuenta en seguida de su misi¨®n al Consejo de Ministros. Antes y despu¨¦s del viaje hab¨ªa concedido entrevistas a derechas e izquierdas, pero ni de sus personales apreciaciones, ni del comunicado conjunto italo-norteamericano que sella la visita es f¨¢cil separar el grano de la paja o el ¨¦xito personal del ?pragm¨¢tico? primer ministro italiano, del papel y la situaci¨®n nuevos que Italia se promete cobrar en el ajedrez de la pol¨ªtica internacional, en especial europea.?Pragmatismo? es aceptar a ?ltalia como es? y no seg¨²n im¨¢genes abstractas dictadas por el prejucio o los ideales. Aceptar los ?datos de hecho concretos?, evitando las pol¨¦micas ideol¨®gicas. Si este pragmatismo norteamericano ha movido a Carter a suprimir del comunicado conjunto toda alusi¨®n a la presencia de los comunistas en el Gobierno, como se la aconsejaban algunos de sus funcionarios, id¨¦ntico pragmatismo ha movido a Andreotti a hablar de ?soluci¨®n surgida de las fuerzas de las cosas ?, de ?estado de necesidad?, de ?falta de alternativas reales?.
La ?dignidad? ha salido siempre a relucir, porque la imagen que Andreotti ha logrado presentar de su pa¨ªs no es solamente la del ?vivir en la anarqu¨ªa?, ofrecida por el semanario Newsweek, o del ?spaghetti con pistola?, de Der Spiegel.
?Dignidad? quiere decir restituir antes de tiempo la deuda contra¨ªda con el Fondo Monetario Internacional, imponer una pol¨ªtica de austeridad, lograr al mismo tiempo la promesa de nuevas inversiones para el plan de las centrales nucleares y el resurgimiento del sur del pa¨ªs.
En la ?estrategia de cooperaci¨®n?, Andreotti tendr¨ªa que seguir demostrando que es capaz de obtener la ?tregua social? necesaria para seguir imponiendo una l¨ªnea de austeridad al pa¨ªs. Esto le basta al pragmatismo americano.
De puertas para adentro y sin triunfalismos, entre los meandros del poder, concretamente entre los partidos pol¨ªticos, las reacciones son m¨¢s recelosas y cautas. Sorprende, en primer lugar, la falta de una reacci¨®n oficial por parte de la Democracia Cristiana, qui¨¦rase o no eje del sistema. Importa, en segundo lugar, la reacci¨®n socialista. El socialista Enrico Manca coment¨®: ?Un buen ¨¦xito para Andreotti; esperamos que tambi¨¦n para Italia.? Para los socialistas hubiese sido mejor ir a Washington con un acuerdo program¨¢tico con todas sus consecuencias pol¨ªticas. El ¨®rgqno del partido, A vanti, se preguntaba ayer qui¨¦n ha decidido la pol¨ªtica de las grandes centrales nucleares para las que Andreotti ha obtenido cr¨¦ditos. ?A base de qu¨¦ contrapartidas? ?Qui¨¦n ha decidido sustituir la hipoteca del petr¨®leo por la del uranio americano?Casi todos los dem¨¢s partidos han reconocido el ¨¦xito personal de Andreotti, pero todos con un ?pero?.
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