Ayer se vio en Francia la causa sobre la extradici¨®n de "Apala"

Ayer, a las dos de la tarde, finaliz¨® en Aix-en-Provence (Francia) la vista contra Miguel Angel Apalategui (Apala). El tribunal franc¨¦s emitir¨¢ su informe al Gobierno cumplido el plazo de ocho d¨ªas, tiempo en el que dictaminar¨¢ si, a su juicio, procede o no la extradici¨®n del militante vasco.

En el supuesto que el dictamen sea positivo a la extradici¨®n, ser¨¢ el Gobierno franc¨¦s quien, en ¨²ltima instancia, y a la vista del tratado hispano-franc¨¦s, decidir¨¢ sobre el asunto. En caso contrario, si el dictamen del tribunal es negativo a la extradici¨®n, el Gobierno franc¨¦s no podr¨¢ intervenir y Miguel Angel Apalategui deber¨¢ ser puesto en libertad. La vista, que comenz¨® con alg¨²n retraso, tuvo como sonido de fondo, a lo largo de las casi cuatro horas de duraci¨®n, los gritos y canciones de la manifestaci¨®n que protagonizaron miembros del comit¨¦ de solidaridad vasca de Marsella y centenares de vascos en su mayor¨ªa desplazados en los autobuses movilizados por las gestoras pro amnist¨ªa de Euskadi.Los gendarmes franceses impidieron la entrada a los manifestantes registr¨¢ndose momentos de alguna tensi¨®n cuando la polic¨ªa hizo intento de cargar contra la multitud. Alg¨²n parlamentario vasco result¨® lesionado en la parte baja de¨ªcuerpo a consecuencia de golpes de la polic¨ªa francesa. S¨®lo los familiares de Apala, testigos y periodistas pudieron llegar hasta la sala de la audiencia, entre los gritos de Apala askatu, ETA herria surekin, etc.

El comit¨¦ de solidaridad vasca est¨¢ compuesto en Francia por los partidos PSUC (Partido Socialista Unificado), OCT (Organismo Comunista de Trabajadores), PCR (Partido Comunista Reunificado), UTCE (Uni¨®n de Trabajadores Corsos en el Exilio) y MAJ (Movimiento de Acci¨®n Judicial) que engloba a abogados de izquierda. Este comit¨¦ redact¨® un comunicado en el que protestaba por la petici¨®n de extradici¨®n y exig¨ªa la libertad para Apala. Al citado comit¨¦ se hab¨ªan unido adem¨¢s los peri¨®dicos Liberation, Rouge y Humanit¨¦. Como testigos declararon, afirmando la personalidad pol¨ªtica del acusado y la naturaleza pol¨ªtica de la acusaci¨®n, los diputados del PSOE se?ores Benegas y Corcuera; el diputado por Euskadiko Eskerra y militante de ElA Francisco Letamend¨ªa; el se?or Bujanda, diputado del PNV; se?or Elcoro, representante del grupo de los 47 alcaldes, y Marc Palm¨¦s, abogado catal¨¢n defensor de Gonz¨¢lez Terr¨®n, involucrado en su d¨ªa en una de las acusaciones que pesan sobre Apala y hoy en libertad. Asimismo y en calidad de observadores, acudieron representantes de los partidos HASI, ElA, LAILA, PT yel Sindicato Unitario.

Siempre en Euskera

Las acusaciones del ministerio fiscal se refirieron, tal como se esperaba, al intento de asesinato del guardia civil en Beasa¨ªn, Antonio R¨²a Mendoza y al secuestro de Javier de Ybarra. Con respecto a la primera acusaci¨®n, que llevaba los apartados de robo con violencia, robo de un taxi, tenencia il¨ªcita de armas y terrorismo con intento de asesinato, Apala, sereno, en su tercer d¨ªa de huelga de hambre, contest¨® siempre en euskera: Nik ez diat zer ikusirik horrekin ga?era terrorismo eigtaeurak sorpzen du ETA guk herre zabaldua defenbitu eguiten ger¨¢ (No tengo nada que ver con eso; adem¨¢s, el terrorismo lo engendra la dictadura, y nosotros, el pueblo oprimido, nos defendemos de ella). Con respecto a la segunda acusaci¨®n, el secuestro de Ybarra que implicaba detenci¨®n ilegal, violaci¨®n de domicilio, extorsi¨®n, asesinato relacionado con el terrorismo, declar¨®: Nik beraneatzen negoen Porquerolle fen ez daukat zer ikufirik (He estado veraneando en Porquerolle, Francia. No tengo nada que ver).

Al calificar el presidente del tribunal de terrorista a la organizaci¨®n ETA, Apalategui contest¨®: ETA ri terrorista ex beitu, ekentza polieiko bal bela (No llamar terrorista a ETA; era una acci¨®n pol¨ªtica). Las respuestas en euskera provocaron desconcierto en el traductor oficial que se mostr¨® incapaz a lo largo de la vista de cumplir con su cometido. Despu¨¦s de terminar el ir¨ªterrogatorio del acusado, y una vez finalizada la declaraci¨®n de los testigos, el fiscal, se?or Shauei, despu¨¦s de hacer un recuento de las dos peticiones de excarcelamiento y extradici¨®n, mantuvo la tesis de que no le corresponde al tribunal franc¨¦s juzgar los hechos, lo que correspond¨ªa al tribunal espa?ol, sino tan s¨®lo la forma y el fondo de la petici¨®n de extradici¨®n. Finalmente, el fiscal pidi¨® al tribunal que una vez celebrada la audiencia suspendiese la resoluci¨®n del caso hasta tanto no se reciban los resultados de la petici¨®n de exilio pol¨ªtico y se conozca la informaci¨®n m¨¢s detallada de las actividades de la organizaci¨®n ETA. En ese supuesto se llegar¨ªa a un nuevo juicio.

La defensa, integrada por los abogados Sebag, Abeberry y Castells, dio cuenta de las contradicciones de la,acusaci¨®n resaltando la personalidad pol¨ªtica del acusado, suficientemente probada por los miles de telegramas de solidaridad recibidos y por la presencia como testigos de numerosos parlamentarios vascos, as¨ª como las declaraciones de los representantes de todos los partidos pol¨ªticos de Euskadi. El abogado se?or Sebag pidi¨®, flnalmente, la liberaci¨®n inmediata de Apalategui. A continuaci¨®n hizo menci¨®n a la tradicional hospitalidad del Estado franc¨¦s, planteando las consecuencias para su defendido de un posible regreso a las c¨¢rceles espa?olas.

Terminada la intervenci¨®n de la defensa, el presidente del tribunal, se?or Gilge, levant¨® la vista tras anunciar que el dictamen se har¨ªa p¨²blico pasados ocho d¨ªas.

Por la tarde los tres abogados defensores Sebag, Castells y Abeberry ofrecieron a los numerosos periodistas que acudimos a cubrir la informaci¨®n del juicio una rueda de prensa en el despacho que el se?or Sebag posee en Aix-en-Provence. En el transcurso de la misma, Miguel Castells transmiti¨® la decisi¨®n de Apalategui de continuar en huelga de hambre en tanto no se encuentre en libertad. Sebag, por su parte, hizo notar dos aspectos que para ¨¦l eran sumamente positivos a la hora de hacer el balance de la vista. De un lado, la actitud del tribunal franc¨¦s al autorizar a un abogado extranjero, Miguel Castells, a intervenir en la vista. De otra, el permitir declarar a los testigos, en contra de la petici¨®n del ministerio fiscal. Por todo ello la impresi¨®n era de optimismo.