Estados Unidos teme la desintegraci¨®n del club at¨®mico mundial
Con un suspiro de alivio, la prensa norteamericana recogi¨® ayer la decisi¨®n surafricana de no realizar una explosi¨®n nuclear.Sin embargo, la abortada explosi¨®n, por presiones de Estados Unidos, Francia, Alemania Federal y Gran Breta?a, puso de manifiesto la fragilidad de la pol¨ªtica at¨®mica del bloque occidental y ha relanzado en Estados Unidos el debate sobre el uso de la energ¨ªa nuclear.
Los diarios norteamericanos se felicitaron por el anuncio del presidente James Carter de que Sur¨¢frica se ha comprometido a no fabricar ning¨²n artefacto militar at¨®mico, pero no pueden ocultar su preocupaci¨®n ante la evidencia de que el r¨¦gimen racista de Pretoria tiene la tecnolog¨ªa y los medios suficientes para hacer realidad lo que hoy es s¨®lo una amenaza.
Sin ocultar la responsabilidad de Estados Unidos y los pa¨ªses europeos en el desarrollo de la industria nuclear surafricana, la prensa norteamericana vuelve a pedir que se negocie un acuerdo internacional para regular la transferencia de material y tecnolog¨ªa nuclear.
El miedo de Estados Unidos es que el restringido club at¨®mico termine por desintegrarse ante la proliferaci¨®n de armamento nuclear entre los pa¨ªses del Tercer Mundo, y que el equilibrio del terror, ayer patrimonio de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, se convierta en el sistema de negociaci¨®n de cualquier conflicto fronterizo.
Sin embargo, las posibilidades de negociar un acuerdo internacional sobre energ¨ªa nuclear se ven limitadas por las necesidades de desarrollo y bienestar econ¨®mico de los propios pa¨ªses del bloque occidental, que ven en la energ¨ªa at¨®mica un sistema m¨¢s barato y a la larga m¨¢s accesible que el actual sistema de energ¨ªa basado en el petr¨®leo.
El enfrentamiento entre Estados Unidos y la Rep¨²blica Federal de Alemania por la venta de una planta alemana de reprocesamiento a Brasil, puso de manifiesto las contradicciones del bloque occidental en el campo de la energ¨ªa at¨®mica.
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