Piden la paralizaci¨®n de las obras de la central de Lem¨®niz (Vizcaya)

La comisi¨®n de defensa de una costa vasca no nuclear califica de incorrecta una reciente nota de la empresa Iberduero, SA., en la que se afirmaba de modo tajante que no es posible reconvertir una central nuclear en una t¨¦rmica convencional. La comisi¨®n reconoce que dicha reconversi¨®n es en efecto inviable una vez que la central est¨¦ en funcionamiento, pero no cuando est¨¢ en fase de construcci¨®n, como es el caso de Lemoniz (Vizcaya).

A falta de un estudio m¨¢s completo, cuya ejecuci¨®n ya ha comenzado, la comisi¨®n se apoya en una cita de autoridad: el experto nuclear norteamericano Hugh Nash afirma que ?el 70% del coste de las centrales nucleares puede salvarse retirando los reactores y sustituy¨¦ndolos por sistemas no nucleares de generaci¨®n de vapor?.La explicaci¨®n que aportan los miembros de la comisi¨®n es, por otra parte, bien simple y se basa en el hecho de que una central t¨¦rmica y una nuclear tienen en com¨²n la turbina, el generador y el sistema de transmisi¨®n, diferenci¨¢ndoles ¨²nicamente el mecanismo de producci¨®n de vapor de agua, que en un caso se obtiene en una caldera, mientras que en el otro es en la vasija nuclear.

La comisi¨®n vasca se?ala acto seguido que este tema deber¨¢ ser debatido, en todo caso, una vez que se paralicen las obras actuales y que la decisi¨®n ¨²ltima corresponder¨¢ al propio pueblo, que en ning¨²n caso ser¨¢ responsable de los problemas econ¨®micos que puedan plantearse a una empresa privada que ha realiza do obras ilegales. ?El tema de la inversi¨®n ya realizada en un dif¨ªcil momento econ¨®mico como el que estamos viviendo en la actualidad, no puede utilizarse en este caso -a?ade Jos¨¦ Allende, especialista en planificaci¨®n urban¨ªstica-, porque en definitiva se trata de un problema coyuntural que puede exigir un precio a corto plazo, pero nunca un sacrificio de cien o m¨¢s a?os. ?

Acerca de la presunta ilegalidad de las obras, la comisi¨®n apunta nuevos datos. As¨ª, informa que el ministro de Obras P¨²blicas autoriz¨® el 10 de junio ¨²ltimo a Iberduero, SA, a que efectuase obras de toma y vertido de agua de mar para la refrigeraci¨®n de la central nuclear, ?condicionando la autorizaci¨®n a que dichas obras den comienzo en el plazo de tres meses y reserv¨¢ndose el derecho de inspeccionar su ejecuci¨®n?. Dif¨ªcilmente va a poder ejercer el Ministerio dicho control cuando las obras han sido ya realizadas hace muchos meses.? Por si el tema no estuviera claro, la comisi¨®n ha interpuesto recurso de reposici¨®n.

Construir sin autorizaci¨®n

Este tipo de permisos llegados en ¨²ltima instancia, cuando las obras ya hab¨ªan sido ejecutadas, han constituido a juicio de, la comisi¨®n vasca el pan de cada d¨ªa en el proceso de construcci¨®n de Lemoniz. El tema que se plantea es c¨®mo va a poder controlar la Administraci¨®n las obras de una central nuclear que han ido construy¨¦ndose antes de que llegaran las autorizaciones oficiales.Por si no bastara con todo ello est¨¢ ah¨ª la irregularidad tantas veces denunciada de que la central se ha edificado sobre una zona calificada parcialmente como rural y de parque. Aunque Iberduero ya se salt¨® esta calificaci¨®n, una vez m¨¢s ha tratado de llevar la legalidad a su terreno y en este sentido obtuvo de la Diputaci¨®n vizca¨ªna que convirtiese los terrenos en industriales. Aunque este cambio precisa de la aprobaci¨®n del Consejo de Ministros, previo informe del Consejo de Estado, la Diputaci¨®n se ha apresurado a aprobar provisionalmente dicho cambio y as¨ª lo hizo p¨²blico en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia del mi¨¦rcoles pasado.

Para ello no le ha importado saltar por encima de veintiocho impugnaciones presentadas por otras tantas entidades vizca¨ªnas, entre las cuales figura precisamente el Ayuntamiento de Mungu¨ªa, sobre cuyo t¨¦rmino municipal se asienta parcialmente la central. Lo contradictorio de todo este asunto es que el propio Ayuntamiento podr¨ªa paralizar por si solo las obras, pero no se atreve a hacerlo a pesar de que est¨¢ en contra de que los terrenos sobre los que se instala se conviertan en industriales.

Entre tantas incongruencias que rodean este tema -sin entrar en ning¨²n momento en la pol¨¦mica de fondo, de si es necesaria o no la energ¨ªa nuclear-, ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n el hecho de que una Diputaci¨®n contestada, no representativa, con sus d¨ªas ya contados, no tenga empacho en dar su visto bueno a una central nuclear que va en contra de todos los planes urban¨ªsticos provinciales que la propia Diputaci¨®n ha elaborado hasta ahora.

En este sentido puede citarse el hecho de que all¨ª donde la Diputaci¨®n previ¨® 200.000 habitantes para dentro de quince a?os -comarca Plencia-Mungu¨ªa-, s¨®lo podr¨¢n vivir 30.000 personas, porque a seis kil¨®metros estar¨¢ en funcionamiento una central nuclear. Pero la propia Diputaci¨®n, que elabor¨® tales planes ha aprovechado las vacaciones de semana santa y del mes de agosto para aprobar un proyecto que hipotecar¨¢ el crecimiento demogr¨¢fico de Vizcaya durante los pr¨®ximos cincuenta a?os.