Crecientes discrepancias en el mundo ¨¢rabe

Las discusiones en torno a una acci¨®n conjunta de los pa¨ªses ¨¢rabes en la pr¨®xima Asamblea General de las Naciones Unidas, y la preparaci¨®n de un documento sobre el expansionismo israel¨ª en Cisjordania, han ocupado los debates de la primera sesi¨®n del consejo ministerial de la Liga Arabe iniciado ayer en la capital cairota.

A la cabeza de la orden del d¨ªa figura la puesta a punto de un plan de acci¨®n para contrarrestar el proyecto que, seg¨²n fuentes palestinas, habr¨ªa adoptado Israel, en el sentido de establecer veintisiete n¨²cleos de poblaci¨®n (kibbutz) en los territorios ocupados, en el curso de los pr¨®ximos cuatro a?os.

La decisi¨®n israel¨ª ha conmocionado visiblemente a todo el mundo ¨¢rabe, a juzgar por la violencia de los pronunciamientos que se han emitido en El Cairo, donde se tiende a obviar los asuntos espinosos, como la situaci¨®n imperante en el sur del L¨ªbano y el desarrollo del conflicto que opone a Somalia y Etiop¨ªa.

Los ministros ¨¢rabes van a estudiar la propuesta formulada por el secretario general de la Liga, Mahmud Riad, sobre la creaci¨®n de una fuerza de urgencia compuesta por 6.000 hombres que podr¨ªa ser utilizada para neutralizar los enfrentamientos entre los Estados miembros, seg¨²n la forma en que son empleados los cascos azules de la ONU.

Sin embargo, y a pesar de que el proyecto prev¨¦ la formaci¨®n de una comisi¨®n ministerial permanente, responsabilizada de la citada fuerza, es harto improbable que el consejo d¨¦ el visto bueno en el estado actual de las profundas divisiones que aquejan al mundo ¨¢rabe.

A pesar de los esfuerzos que lleva a cabo la fracci¨®n progresista para escamotear las divisiones del mundo ¨¢rabe, como puede deducirse de una simple lectura de la prensa argelina, lo cierto es que contin¨²an en el alero las perspectivas de un entendimiento, cuando lo que est¨¢ en juego ata?e a la textura ideol¨®gica y a los intereses nacionales de cada pa¨ªs.

Conferencia de Ginebra

Cuando parec¨ªa que los Gobiernos ¨¢rabes se hallaban a punto de encaminarse en una ¨²nica direcci¨®n en lo que respecta al tratamiento que debe darse a la conferencia de Ginebra, la reuni¨®n de El Cairo demuestra una realidad distinta, integrada por diversas contradicciones, como lo es la acogida de la ¨²ltima propuesta hecha por Siria para que la OLP est¨¦ representada en las negociaciones a trav¨¦s de la Liga, a lo cual se opusieron inicialmente los palestinos para afirmar con posterioridad al viaje de Yaser Arafat a Mosc¨², que la cuesti¨®n ?segu¨ªa en estudio?.Convencido, aparentemente, que si se reduce el n¨²mero de implicados, se limita tambi¨¦n la dimensi¨®n de la pol¨¦mica, el secretariado de la Liga plantea que, en la discusi¨®n del tema de la conferencia ginebrina, participen ¨²nicamente los pa¨ªses en conflicto directo con Israel y quienes los asisten financieramente, propuesta que no ha sido bien recibida por los pa¨ªses m¨¢s radicales.

Arabia Saudita, Libia e Irak han presentado al consejo sendos informes sobre esa cuesti¨®n, sin que hasta ahora haya trascendido su contenido. La delegaci¨®n de la OLP, miembro aparte entera de la Liga, ha solicitado, por su parte, la emisi¨®n y circulaci¨®n de un pasaporte palestino.

La ofensiva diplom¨¢tica contra Israel podr¨ªa traducirse en breve plazo en una reuni¨®n de ministros de Relaciones Exteriores de los pa¨ªses no alineados, junto a los de confesi¨®n isl¨¢mica. As¨ª lo ha propuesto Siria y, seg¨²n todos los indicios, la iniciativa cuenta con el apoyo de la Liga Arabe, que la considera como una forma eficaz de combatir la influencia del sionismo.