El prestigio de Carter, comprometido por la defensa de Bert Lance

El esc¨¢ndalo que rodea al director de la Oficina Federal del Presupuesto, Bert Lance, traspas¨® ayer definitivamente las puertas de la Casa Blanca para afectar a la reputaci¨®n del presidente Carter cuando la prensa revel¨® que Jody Powell, secretario de Prensa del presidente, hab¨ªa iniciado una campa?a para desprestigiar al senador Charles Percy, uno de los principales oponentes de Lance.

Seg¨²n una informaci¨®n destacada ayer en primera plana por The Washington Post, Powell llam¨® ayer a la oficina del diario Sun-Times, de Chicago, en la capital norteamericana, para ofrecer al jefe de la misma informaci¨®n sobre posibles irregularidades financieras del senador Percy.Powell indic¨® al periodista de Chicago que investigara los rumores de que Percy ha utilizado frecuentemente helic¨®pteros de la compa?¨ªa Bell and Howell Plane de forma gratuita, guardias de seguridad, y ?otras facilidades? del First National Bank, de Chicago, durante su campa?a electoral de 1972.

Percy, un senador republicano de talante liberal que representa al estado de Illinois, cuya capital es Chicago, se ha mostrado en los ¨²ltimos d¨ªas como uno de los mayores cr¨ªticos de las actividades financieras de Bert Lance cuando ¨¦ste, antes de ocupar tan destacado puesto en la Administraci¨®n Carter, fue presidente del National Bank de Atlanta.

Cuando el Washington Post de ayer fue entregado en las oficinas de la Casa Blanca y del Congreso y en los hogares de los pol¨ªticos de esta ciudad, comenz¨® a estallar un esc¨¢ndalo que para empezar pone en duda la sinceridad del presidente Carter, elegido principalmente por sus promesas de traer a Washington un gobierno limpio y honesto que eliminara para siempre las posibilidades de un nuevo Watergate.

La maniobra de Powell, un joven ayudante que goza de la m¨¢s completa intimidad y confianza con el presidente, se interpreta como una vuelta a las t¨¢cticas de la Casa Blanca en los mejores tiempos de Nixon y Haldeman, cuando el presidente y sus ayudantes confeccionaban listas de enemigos a los que eliminar pol¨ªticamente para conseguir sus prop¨®sitos.

El secretario de prensa del presidente tard¨® poco en captar que la prensa, encabezada en este aspecto por The Washington Post, corno en tantas otras ocasiones, est¨¢ efectivamente decidida a que Watergate no se repita por lo que a ella respecta. ?Ha sido un error est¨²pido por mi parte?, confes¨® Powell al tener que admitir que hab¨ªa llamado ayer al jefe de la oficina del Sun-Times en Washington para pasarle ?los rumores existentes? sobre el senador Percy, alegaciones que ¨¦ste neg¨® hoy.

La llamada de Powell no s¨®lo resulta burda y torpe, sino que, adem¨¢s, parece que aun en el mejor de los casos para sus intereses ser¨ªa in¨²til. De todas formas se espera que Bert Lance, paisano e ¨ªntimo consejero de Carter, dimita en los pr¨®ximos d¨ªas, una vez que hoy jueves testifique ante el comit¨¦ de actividades gubernamentales para explicar su versi¨®n de por qu¨¦ incurri¨® en la firma de cheques por valor de m¨¢s de 100.000 d¨®lares en cuentas en las que no ten¨ªa fondos en el banco que dirig¨ªa.

Precisamente ayer, cuando ya se montaban en el Senado las c¨¢maras de televisi¨®n que hoy transmitir¨¢n la veri¨®n de Lance a todo el pa¨ªs, un nuevo testigo asegur¨® ante el comit¨¦ que el hoy director de la Oficina del Presupuesto trat¨® de ocultar los aspectos menos claros de sus actividades a los agentes del FBI, que le interrogaron antes de dar el visto bueno necesario para su nombramiento en la Administraci¨®n Carter.

Seg¨²n este testimonio, hace ahora un a?o Lance asegur¨® al director de la Oficina Federal de Investigaci¨®n bancaria en Atlanta que estaba, preocupado por la posible investigaci¨®n del FBI en sus asuntos privados si Carter era elegido presidente y ¨¦l, como esperaba, nombrado para un alto cargo.