Bibliograf¨ªa b¨¢sica, en castellano, sobre Pablo Picasso
Catalogar la bibliograf¨ªa picassiana es una tarea desmesurada para la extensi¨®n que permite un diario. A¨²n y as¨ª, parece posible una n¨®mina m¨ªnima de los textos que respecto al pintor espa?ol han aparecido en las editoriales espa?olas o hispanoamericanas, o lo que es lo mismo, una bibliograf¨ªa b¨¢sica en castellano.Entre los textos m¨¢s antiguos podr¨ªamos citar el de Felipe Coss¨ªo del Pomar, Con los buscadores del camino, publicado en las Ediciones Ulises, de Madrid, en 1932; las referencias que en Arte y Estado hace Ernesto Gim¨¦nez Caballero sobre El expediente Picasso; el cuadernillo que Guillermo de Torre public¨® en ADLAN bajo el t¨ªtulo Vida y arte de Picasso; el texto del escultor Julio Gonz¨¢lez sobre Picasso, escultor, que publicara Gaceta. del Arte, de Tenerife, en 1935, o el m¨¢s antiguo de Ram¨®n G¨®mez de la Serna, aparecido en la Revista de Occidente, en- 1929, bajo el t¨ªtulo, Completa y ver¨ªdica historia de Picasso y el cubismo.
Los textos que estudian la obra o la figura del malague?o son incontables. Una n¨®mina apurada nos permite citar: Picasso, de Gaya Nu?o, aparecidos bajo el mismo t¨ªtulo dos trabajos, uno en Ediciones Omega, de Barcelona, y otro en la Editorial Aguilar, ¨¦ste en formato de lujo, acompa?ado de una colecci¨®n de diapositivas. Picasso, de Patric O'Brien, en Ediciones Noguer. Ascensi¨®n y ca¨ªda de Picasso, de John Berger; Picasso antes de Picasso, de Alexander Cirici Pellicer, publicado en -Barcelona en 1946; el Picasso y el cubismo, de Jos¨¦ Cam¨®n Aznar, publicado, en Barcelona en 1956 y en Madrid en 1958. La obra de Pierre Daix, la de Jean Cassou -ambas bajo el t¨ªtulo Picasso-, la segunda publicada en Ediciones Daimon en 1976 y en edici¨®n para el C¨ªrculo de Lectores en 1977, la primera tan s¨®lo por Ediciones Daimon, en 1965. El tambi¨¦n Picasso, de Hans L.C. Jaffr¨¦, aparecido en Editorial Labor en 1967; el de Pierre Descargues, publicado por Fontanella, de Barcelona, en 1965; el de Santiago Am¨®n -cr¨ªtico de arte de este peri¨®dico-, aparecido en la editorial Cuadernos para el Di¨¢logo en 1973; el de Roland Penrose, que publicara en 1975 las Ediciones Nauta, de Barcelona; el Picasso, de Mercedes Guill¨¦n, publicado por Ediciones Siglo XXI, en 1975; el homenaje que en 1973 le rindiera la Asociaci¨®n Espa?olade Cr¨ªticos de Arte, publicado en 1973; el Padre Picasso, de Josep Palau y Fabr¨¦, que recoge gran n¨²mero de los dibujos de Pablo Ruiz, o lo que es lo inismo, de Picasso ni?o; el Picasso y Catalu?a, del mismo autor, y aparecidos ambos en ediciones La Pol¨ªgrafa, de Barcelona -editorial, por otra parte, que cuenta con gran n¨²mero de publicaciones dedicadas al tema-. Y, finalmente, destacar tambi¨¦n el muy curioso texto de Ricardo Huelin y Ru¨ªz Blasco, que con el t¨ªtulo Pablo Ruiz Picasso, Editorial Revista de Occidente, 1975, recorre la biograf¨ªa del pintor durante su infancia, la adolescencia y los primeros pasos de juventud, uniendo biograf¨ªa cotidiana y producci¨®n pict¨®rica del momento.
Tan desmesurada como la anterior resulta la lista de obras que catalogan su producci¨®n en las diferentes etapas o en el conjunto de ¨¦sta. Aun no estando publicada en castellano, la obra b¨¢sica en este aspecto es la del que fuera durante mucho tiempo su marchante principal, D.H. Kahnweiler, de quien Gustavo Gili, de Barcelona, tiene publicado su Picasso, 1881-1973. Muy apreciable resulta el Picasso 1900-1906, cat¨¢logo razonado realizado por Pierre Daix y Georges Bondaille, publicado por la Editorial Blume, de Barcelona, en 1967; el libro muy conocido de D.D. Duncan, Los Picassos de Picasso, que recoge las obras que el pintor ha ido guardando para s¨ª, apareci¨® en 1961 en la Editorial Reuter. M¨¢s reducida en catalogaci¨®n resulta la obra Cer¨¢mica de Picasso, aunque tiene el valor de que su autor, G. Remi¨¦, es ceramista, fue publicado por La Pol¨ªgrafa. Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera public¨® en la misma colecci¨®n de esta editorial barcelonesa sus Picassos de Barcelona.
M¨¢s atrayentes para el lector no especializado resultan los textos que, inspirados en el pintor o en su obra, han ido publicando muchos escritores e intelectuales espa?oles. As¨ª el texto de Camilo Jos¨¦ Cela El viejo picador, que apareciera en la revista de su direcci¨®n Papeles de Son Armadans.
Los dos textos de Rafael Alberti Los 7 nombres de Picasso, que publicara Gustavo Gili, y Picasso, Rayo que no cesa, publicado en ediciones La Pol¨ªgrafa, de Barcelona.
Picasso en el ruedo, de Elena Parmelin, publicado en Plaza y Jan¨¦s.
El ya c¨¦lebre Picasso de Blume, que cuenta con textos de Francis Ponge y Pierre Descargues, aparecido entre nosotros en 1974, de la mano de Ediciones Draeguer.
Los textos de Jaime Sabartes, su secretario durante tantos a?os, no est¨¢n publicados en su totalidad; han aparecido,_sin embargo, el Picasso, retratos y recuerdos, Afrodisio Aguado, SA, 1953, y Picasso, las meninas y la vida, La Pol¨ªgrafa, 1969.
El texto de Juan Eduardo Cirlot, Picasso, el nacimiento de un genio, fue publicado por Gili en 1972.
Dentro de este apartado de textos curiosos, pocos lo son tanto com los recuerdos escrilos por dos de sus mujeres, Picasso y sus amigos, de Fernande Olivier, Taurus, 1964, y Mi vida con Picasso, de Fran?ois Giraud; en ambos el espa?ol no sale excesivamente bien librado.
No pueden faltar; l¨®gicamente, los textos del propio pintor, aunque en este caso tan s¨®lo contemos con El deseo atrapado por la cola, que apareciera en 1970 en las Ediciones Proteo, de Buenos Aires.
Finalmente, rese?ar la obra de Juan Antonio Gaya Nu?o Bibliograf¨ªa cr¨ªtica y antol¨®gica de Picasso, en la que son encontrables todos los datos deseables sobre el tema.
Babelia
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