?Materialismo dial¨¦ctico o hist¨®rico?

Hemos dicho siempre que en el marxismo existe una antinomia interna que constituye la base de su dial¨¦ctica vital. As¨ª, la oposici¨®n entre el materialismo dial¨¦ctico y el hist¨®rico irrumpe ahora m¨¢s clara que nunca. Los partidarios del primero pretenden que el marxismo es una visi¨®n del mundo, una fundamentaci¨®n universal del conocimiento. A esta totalidad ontol¨®gica aspiraron Engels en su Dial¨¦ctica de la naturaleza y Marx en Ideolog¨ªa alemana. Por el contrario, los que ven el marxismo como una nueva visi¨®n de la historia lo reducen a instrumento de investigaci¨®n, pura metodolog¨ªa para el examen de la m¨®vil realidad.Sartre es uno de los primeros que condenan el materialismo dial¨¦ctico, al considerarlo como un monismo absoluto que reduce al hombre a una mera part¨ªcula que circula en el universo mundo. En consecuencia, reafirma el materialismo hist¨®rico para salvar la actividad creadora de la subjetividad. Tambi¨¦n Althusser, antihumanista, niega el materialismo dial¨¦ctico, pero descubre una nueva dimensi¨®n de la historia en Marx cuando dice: ?El hombre no es el sujeto de la historia?, pues ¨¦sta tiene estructuras din¨¢micas objetivadas en sus propias leyes de desarrollo interno.

Ciencias o historia, tal es el dilema que la Escuela de Epistemolog¨ªa de Mil¨¢n plantea al marxismo, y que constituye el eje de esta monumental historia del pensamiento filos¨®fico y cient¨ªfico.

Ludovico Geymonat, ex combatiente de la Brigada Garibaldina en la guerra de Espa?a, fue un neopositivista independiente, estudi¨® en la Escuela de Viena y llev¨® a Italia las corrientes positivistas m¨¢s avanzadas. En 1960 public¨®, en El Contempor¨¢neo, un estudio sobre Engels que causo sensacion en los c¨ªrculos cient¨ªficos. En esa cr¨ªtica repudiaba la confusi¨®n del materialismo dial¨¦ctico con ciertas e ileg¨ªtimas generalizaciones de las leyes cient¨ªficas que se elevaban a filosof¨ªa.

Sin embargo, G¨¦ymonat trata de salvar el proyecto original de Engels, es decir, la dial¨¦ctica de la naturaleza y la necesaria conexi¨®n entre ciencia y filosof¨ªa, que son, para ¨¦l, la base del esp¨ªritu de la ciencia moderna. Ya Della Volpe hab¨ªa intuido en el car¨¢cter fragmentario y progresivo de la ciencia la esencia de la dial¨¦ctica. Por el contrario, Geymonat reprocha a marxistas italianos como Colletti, Gruppi y otros su historicismo a-cient¨ªfico. Sin embargo, valoriza la obra de Karl Popper, de la Escuela Anglosajona, pese a que consideran el marxismo como una concepci¨®n perfecta y rematada del mundo, por consiguiente anticient¨ªfica, ya que la ciencia es descubrimiento infinito. As¨ª los marxistas historicistas italianos, bajo la influencia cultural de Croce, al no considerar la ciencia filos¨®ficamente, se encuentran impotentes para afrontar la cr¨ªtica de Popper al marxismo.

La neutralidad de la ciencia

Geymonat sostiene que la ciencia plantea problemas epistemol¨®gicos de validez universal que no se pueden soslayar. ?La ciencia no es neutral?, afirma el fil¨®sofo italiano como tesis central de su obra, y denuncia el peligro de la neutralidad del especialista o de su barbarie, como diagnostic¨® Ortega y Gasset.La intervenci¨®n la investigaci¨®n cient¨ªfica, de la ¨¦poca staliniana, ha desfigurado la verdadera conexi¨®n de la filosof¨ªa con la ciencia, pero estima Geymonat que la relaci¨®n entre materialismo dial¨¦ctico y ciencia es mucho m¨¢s compleja de como lo ven los marxistas historicistas, quienes piensan simplemente que el materialismo dial¨¦ctico ha corrompido la ciencia. Hay que plantearse, pues, los fundamentos de la matem¨¢tica, de la f¨ªsica, de la teor¨ªa de la relatividad y de la mec¨¢nica cu¨¢ntica.

En este sentido, el fil¨®sofo espa?ol Garc¨ªa Bacca se anticip¨® al programa del fil¨®sofo italiano, estudiando los problemas cient¨ªficos para extraer conclusiones filos¨®ficas esclarecedoras y luminosas. Por el contrario, Colleti y los historicistas se han encerrado en el silencio, temerosos de caer en la degradaci¨®n ideol¨®gica, y afirmaron que la ciencia es neutral, objetiva.

Por el contrario, Geymonat sostiene que la investigaci¨®n cient¨ªfica demuestra que ¨¦sta vive la relaci¨®n entre verdad absoluta y verdad relativa, y que llega siempre a resultados provisorios, modificables. Si s¨®lo existe la verdad absoluta, como hip¨®tesis valedera y gu¨ªa de la acci¨®n, todos los resultados de la investigaci¨®n ser¨¢n absolutos y definitivos. En este sentido, la ciencia tiene su propio devenir hist¨®rico. De aqu¨ª procede el llamado compromiso de la ciencia que es la filosof¨ªa.

No se trata de justificar una f.losof¨ªa de la ciencia, sino de encontrar una mediaci¨®n entre el discurso cient¨ªfico y el filos¨®fico. Tanto la Escuela Anglosajona como la sovi¨¦tica actual orientan sus investigaciones en esta aproximaci¨®n epistemol¨®gica. Silvano Tagliagambe, disc¨ªpulo de Geymonat, en su libro La interpretaci¨®n materialista de la mec¨¢nica cu¨¢ntica, descubre las relaciones entre f¨ªsica y filosof¨ªa en la URSS, sobre todo en las obras de VIadimir Fok y Lev Bazenov.

Creemos que el marxismo, como es dial¨¦ctico, continuar¨¢ desarroll¨¢ndose a trav¨¦s de la lucha, de la contradicci¨®n, de la divisi¨®n interna de s¨ª mismo. El destino del marxismo es crear y destruirse como resultado de sus traiciones internas. Muerte y resurrecci¨®n de la esperanza, como dir¨ªa Ernst Bloch.