Solidaridad

(...) Catalunya despu¨¦s de varias d¨¦cadas ha recobrado la Instituci¨®n que hist¨®ricamente ha representado la voluntad de un pueblo de salvaguardar su propia personalidad y de autogobernarse. Hoy, no hay duda, se inicia una nueva etapa de nuestra historia, que ha sido posible por la postura totalmente favorable y comprensiva de la Corona, encarnada en la persona del rey don Juan Carlos I; por el sentido de la realidad y el patriotismo del president Tarradellas; por la voluntad de pacto del Gobierno Su¨¢rez y por la fidelidad de las fuerzas pol¨ªticas y el pueblo catal¨¢n a nuestra historia colectiva.Y por ello, es preciso se?alar la grave responsabilidad que hemos contra¨ªdo los catalanes ante el resto de la sociedad espa?ola, responsabilidad que puede cifrarse princiralmente en dos aspectos, a saber: lograr que la autonom¨ªa catalana funcione correctamente; y, en segundo t¨¦rmino, dejar patente que -lo que solicit¨¢bamos -y ya tenemos- no ten¨ªa nada que ver con el ego¨ªsmo y el aislamiento, sino que es la expresi¨®n m¨¢s sincera y aut¨¦ntica de afirmar nuestra voluntad de cooperar solidariamente con el resto de pueblos con los que conjuntamente formamos Espa?a.Hoy, tambi¨¦n, m¨¢s que nunca, la sociedad catalana debe demostrar que est¨¢ firmemente empe?ada en contribuir a 11 reconstrucci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica de todo el Estado. Ser¨ªa un grave error -no creemos que nadie lo cometapensar en una ?Catalunya en dins?. No. Es la hora de propugnar e imaginar una Catalunya presente fraternalmente en todos y c-ada uno de los pueblos de la patria. Es la hora de hacer realidad el regionalismo integrador.

, 30 septiembre