La selecci¨®n gole¨®, pero con los reservas
La selecci¨®n de Kubala gan¨® ayer otra vez un encuentro amistoso. Su racha, pues, contin¨²a. Sin embargo, el resultado final no puede enga?ar a nadie. El 5-1 fue excesivo, y si debernos juzgar lo real, lo que se vio en el terreno del Manzanares y que pudo servir para el partido decisivo del d¨ªa 26 frente a Rumania, result¨® bastante menos brillante. El supuesto equipo titular, el que jug¨® la primera parte, no convenci¨®. Incluso los dos goles que le dieron la ventaja inicial pueden corroborarlo. Vinieron de dos ?genialidades?, una, al forzar el penalti Rub¨¦n Cano, y otra, en el pase de Juanito.La selecci¨®n no funcion¨® en la primera parte, y las razones fueron bien sencillas: el centro del campo se diluy¨® nuevamente -sobre todo por Churruca-, y, adem¨¢s, los extremos desaparecieron. La ¨²nica salvaci¨®n de Espa?a actualmente es esperar la genialidad de Juanito, un l¨ªder a su manera, que se lo tiene cre¨ªdo. No queremos ni pensar que en alguna de las dos jornadas de Liga pendientes hasta el d¨ªa 26 vuelva a lesionarse. Ayer, en el minuto veintisiete, Kubala corri¨® a verle en la banda cuando se dol¨ªa de un golpe. Luego no fue nada.
Por otro lado, si a todo ello unimos que en el f¨²tbol espa?ol tirar a puerta -bien claro- es algo que parece olvidado, deberemos entender perfectamente que un s¨®lido combinado alem¨¢n, pero combinado, al fin y al cabo, pusiera en dificultades a Espa?a. Naturalmente, cuando en la segunda parte vinieron los cambios, los alemanes se descompusieron, y ello coincidi¨®, adem¨¢s, con las ganas de los reservas hispanos, con moral boyante, ganas de agradar y marcador ya favorable. Incluso se pudo comprobar que Marcelino podr¨ªa suplir a Ramos, no muy afortunado en la primera parte; que Carde?osa ofrece garant¨ªas actualmente para todos, y que si se arma mejor el centro del campo cabr¨ªa prescindir de un L¨®pez Ufarte sin sitio y contar con un Dan? siempre goleador.
Lo mejor volvi¨® a estar en la defensa, y concretamente en Miguel?. De ah¨ª se puede partir firmemente. La pena es que ni hay ya m¨¢s partidos para preparar nada ni otros ?mimbres? de los que echar mano. Pero al menos, aunque no funcionara bien esta vez, el equipo base se ha mantenido dos veces seguidas: contra Suiza y ayer. Si se pasa el escollo de Rumania, nadie se lamentar¨¢ de que faltaron ?preparaciones?, pero si se tropieza, arder¨¢ Troya. Y lo malo es que ya los partidos amistosos, por pocos que haya, le salen a la Federaci¨®n Espa?ola -fijos de 50.000 pesetas, ?sparrings? con intermediarios y flojas entradas- por un ojo de la cara.
Lo que parece evidente es que no hay m¨¢s jugadores donde escoger para la selecci¨®n que los presentes ayer en el Manzanares. A estas alturas, con el partido de Rumania pr¨¢cticamente encima, parece in¨²til discutir si alg¨²n otro "nombre" queda fuera. No hay m¨¢s cera que la que arde. El problema, el grave problema que cabe repetir una vez m¨¢s, es que al f¨²tbol espa?ol le importa la selecci¨®n muy relativamente. La simple comparaci¨®n del inter¨¦s despertado ayer por el encuentro, la pobre entrada registrada, puede a?adir nuevas perspectivas.
Se ha especulado con que el encuentro deber¨ªa haberse jugado fuera de Madrid para que tuviese ?ambiente?. Ya es el colmo que en un pa¨ªs donde se llenan los campos casi todos los domingos y a unos precios prohibitivos en comparaci¨®n con las trescientas pesetas -entrada m¨¢s cara- y cien -la m¨¢s barata- de ayer, se tenga que ?buscar? un lugar apropiado. Ello significa, ni m¨¢s ni menos, que los clubs mandan siempre y hasta que no se planifique el f¨²tbol dando prioridad a la selecci¨®n que representa al pa¨ªs, ¨¦sta ser¨¢ una entelequia. Se seguir¨¢ echando mano de jugadores aislados cada vez; seg¨²n su estado de forma, pero nunca se podr¨¢ potenciar un verdadero equipo.
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