"Quiero hacer un cine de ruptura total con las viejas im¨¢genes"
Celestino Coronado presentar¨¢ sus pel¨ªculas en el Festival de Benalm¨¢dena
Celestino Coronado es un espa?ol que dirige cine en Gran Breta?a. Su pel¨ªcula m¨¢s famosa, Hamlet, se estren¨® ya en el Festival Internacional de Berl¨ªn, y ser¨¢ exhibida con otra obra suya, The Lindsay Kemp Circus, en el pr¨®ximo festival de Benalm¨¢dena. Ser¨¢ la primera vez que ambas pel¨ªculas se vean en el pa¨ªs en el que Coronado naci¨® ?en los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada de los cuarenta?, como ¨¦l dice. Un extreme?o que estudi¨® en Madrid y que vive en Inglaterra desde hace una docena de a?os, ha sido aqu¨ª codirector de una compa?¨ªa de teatro muy popular: la de Lindsay Kemp.
Celestino Coronado: El estreno de mis dos pel¨ªculas en Espa?a me satisface ahora especialmente porque tiene lugar en un nuevo momento pol¨ªtico y cultural del pa¨ªs y porque se hace en un festival cuya significaci¨®n yo admiro. Era la mejor plataforma que yo podr¨ªa hallar en Espa?a. Ahora, adem¨¢s, existe la posibilidad de que la compa?¨ªa de la que soy codirector, la de Lindsay Kemp, presente sus obras en Barcelona y Madrid. La de Lindsay Kemp es una compa?¨ªa que en todo el mundo ha abierto nuevos caminos al teatro, y aunque no ha abandonado su l¨ªnea de experimentaci¨®n, en el lenguaje esc¨¦nico ha obtenido grandes ¨¦xitos comerciales.EL PAIS: ?Cu¨¢l es su aportaci¨®n al cine de esta ¨¦poca?
C. C.: El cine no ha nacido todav¨ªa. Yo quiero hacer un cine revolucionario, de ruptura total con las viejas im¨¢genes. Se dice que el cine est¨¢ en crisis. Lo que ocurre es que los cr¨ªticos lo han encasillado y le han anulado sus posibilidades de revoluci¨®n est¨¦tica. En Hamlet yo intent¨¦ combinar todas las artes para alcanzar una obra que tuviera en la misma proporci¨®n danza, m¨²sica y color. En el filme, que es una adaptaci¨®n del trabajo de William Shakespeare, cuando Ofelia se muere, el hecho se expresa s¨®lo con el color. Sobran las palabras. Si se quiere, es una vuelta al cine de los a?os veinte, cuando no hab¨ªa lenguaje hablado. Y yo quiero lograr que mis pel¨ªculas hablen un idioma que no sea ni vago ni dudoso, ni local, sino internacional. Pretendo hacer un cine en el que no importen el dinero, las estrellas o la propia historia, sino en el que el cine valga por s¨ª mismo.
EL PAIS: ?El estreno de sus pel¨ªculas en Benalm¨¢dena no ser¨¢ el inicio de su integraci¨®n personal en el mundo cinematogr¨¢fico espa?ol?
C. C.: No. A m¨ª me gustar¨ªa integrar al cine espa?ol en el mundo y no al rev¨¦s. Creo que al cine que se hace en Espa?a, las recientes circunstancias hist¨®ricas le anularon el sentido del humor y lo concentraron excesivamente en la narraci¨®n del fascismo, que es un tema sin duda importante, sobre todo porque se podr¨ªa repetir. Pero pienso que esa obsesi¨®n deb¨ªa abordarse con un lenguaje que encaje internacionalmente. Por otro lado, Espa?a no es mi medio ambiente. Yo soy un espa?ol que est¨¢ por ah¨ª, un reflejo de una idiosincrasia y una cultura que se niega a mirar atr¨¢s, cuya preocupaci¨®n es internacional y que considera que la melancol¨ªa es rid¨ªcula.
EL PAIS: Pero usted est¨¢ pensando en una adaptaci¨®n del Quijote, un personaje que lo devuelve a sus ra¨ªces.
C. C.: En efecto, preparo ese trabajo cinematogr¨¢fico. Y pienso en David Bowie, el famoso cantante y actor pop, para la figura principal. Ser¨ªa un Quijote internacional, aunque al final vuelva a La Mancha. Un poco va a simbolizar lo que quiero que sea mi cine: Don Quijote se rebela contra la apat¨ªa, contra la falta de color y de imaginaci¨®n en el mundo. Bowie representa un car¨¢cter fant¨¢stico, como, el de Don Quijote, y tambi¨¦n le da el aire cosmopolita que yo le quiero imponer al personaje.
EL PAIS: ?Cree usted que este pa¨ªs, Inglaterra, sigue siendo su mejor lugar de trabajo, a pesar del cambio operado en Espa?a?
C. C.: Inglaterra es el ¨²nico pa¨ªs que me puede permitir a m¨ª, porque contin¨²a siendo la madre de la democracia y yo tengo algo de libertino y de delincuente. Esta es la naci¨®n europea donde m¨¢s f¨¢cilmente se le puede permitir a un delincuente que viva en libertad.
EL PAIS: ?Por qu¨¦ dej¨® usted Espa?a?
C. C.: Porque no quer¨ªa ser un esot¨¦rico. Estudi¨¦ picaresca y pol¨ªtica en Madrid. Fui a escuchar a Aranguren cuando el profesor era un mito. Intent¨¦ mezclarme en los problemas que hab¨ªa en el pa¨ªs en los sesenta, pero decid¨ª que si no me pod¨ªa expresar como quer¨ªa ten¨ªa que salir. Llegu¨¦ a Londres en 1967 y para m¨ª fue una explosi¨®n porque aqu¨ª se viv¨ªa una revoluci¨®n cultural y social completa. La permanencia en Espa?a en aquellas circunstancias hubiera sido nefasta para mi psicolog¨ªa, como lo ha sido para tantas. En cierto modo, Hamlet, mi pel¨ªcula, refleja aquella decisi¨®n de dejar mi pa¨ªs. La obra no es s¨®lo la historia de Shakespeare, del arte y de Inglaterra, sino la de un hombre que duda entre tomar o no tomar una acci¨®n en contra de lo que ve. Al final, los dos gemelos que interpretan al personaje principal se abrazan y a uno de ellos se le ve morir. La lucha ha sido contra lo putrefacto, lo represivo. Queda vivo lo que hay de valiente en el ser humano. A lo largo de la pel¨ªcula hay, tambi¨¦n, sentido del humor, un aspecto que est¨¢ en Berlanga, por ejemplo, pero que echo mucho de menos en el cine espa?ol.
EL PAIS: A su regreso de nuestro pa¨ªs, ?cu¨¢l es su inmediato trabajo en Gran Breta?a?
C. C.: Aparte del proyecto del Quijote, preparamos Sue?os de una noche de verano, otro texto teatral de Shakespeare. Ser¨¢ un montaje revolucionario, con m¨²sica de rock y partituras de Mendelsohn. Del resto, seguir¨¦ trabajando por recuperar el cine de la hoguera donde lo han puesto los cr¨ªticos y los productores. Ellos son responsables de que el cine est¨¦ hoy casi exclusivamente en la televisi¨®n, que es la gran hoguera en cada hogar.
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