Estados Unidos se retira de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo

El secretario de Trabajo de Estados Unidos, Ray Marshall anunci¨® ayer oficialmente la decisi¨®n del Gobierno norteamericano de abandonar la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, aunque dej¨® una puerta abierta para una futura reincorporaci¨®n, al afirmar que la retirada no era irreversible. La decisi¨®n norteamericana puede suponer un duro golpe para la OIT ya que Estados Unidos contribuye con el 25% al presupuesto anual de la Organizaci¨®n.

Contrariamente a lo que pensaron hasta ¨²ltimo minuto numerosos representantes de pa¨ªses occidentales ante la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), el Gobierno norteamericano anunci¨® ayer, finalmente, su retirada de la organizaci¨®n, materializando as¨ª una advertencia que en ese sentido hizo el 6 de noviembre de 1975 el entonces secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger.Kissinger, ci?¨¦ndose al reglamento de la OIT, que obliga ¨¢ los Estados miembros a advertir con dos a?os de anticipaci¨®n una eventual retirada, present¨® en la fecha antes se?alada un extenso documento en el que calificaba a la OIT como escenario de una ?creciente e inadmisible politizaci¨®n?. El documento del secretario de Estado norteamericano ocurri¨® cinco meses despu¨¦s que la OIT, en su asamblea anual, admiti¨® en calidad.de observa

dora a una delegaci¨®n de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), junto con la aprobaci¨®n, en esa misma asamblea, de una resoluci¨®n que condenaba al Gobierno de Israel.

Debido a esta resoluci¨®n, el delegado de los sindicatos norteamericanos (AFL-CIO), Irving Brown, abandon¨® la conferencia de 1975 y desde esa fecha los poderosos sindicatos americanos iniciaron una campa?a para presionar al Gobierno para que Estados Unidos abandonara definitivamente la OIT.

Son conocidos los esfuerzos que despleg¨® en estos dos ¨²ltimos a?os Francis Blanchard, director de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, paraque Estados Unidos no tomara una decisi¨®n tan terminante. Dicho pa¨ªs aporta 2.125 millones de pesetas al presupuesto anual de la Organizaci¨®n, cantidad que supone el 25% de su financiaci¨®n. Por este motivo, la noticia ha causado inquietud entre los 2.803 funcionairios de su sede en Ginebra.

En la pasada conferencia que se celebr¨® en junio de 1977, el Gobierno de Estados Unidos volvi¨® a hacer presente su intenci¨®n de retirarse del organismo, insistiendo en que ?las cosas no mejoraban? y que por el contrario, empeoraba la actitud ?politizadora? de ciertos pa¨ªses.

Desde la creaci¨®n de la OIT, veinte pa¨ªses se han retirado de su seno, pero diecis¨¦is de ellos han vuelto a ocupar el lugar de Esta.dos miembros, lo que hace pensar que en el caso de Estados Unidos podr¨ªa ocurrir algo similar en un futuro no muy lejano.

Divisi¨®n en el gabinete Carter

La decisi¨®n norteamericana ha encontrado resistencia en el seno del gabinete Carter. El principal :Oponente a la medida ha sido el secretario de Estado, Cyrus Vance.

En medios oficiosos se se?ala que tambi¨¦n el principal consejero presidencial, Zbigniew Brzezinski, se opuso a la decisi¨®n, por considerar que la posibilidad de influir sobre la OIT era mayor desde dentro que desde fuera. Pero la oposici¨®n de la federaci¨®n sindical norteamericana AFL-CIO ha primado sobre los intereses diplom¨¢ticos norteamericanos.

El dirigente de esta poderosa central sindical, George Meaney, calific¨® de correcta la medida, tras entrevistarse con el presidente Carter. Meaney ha sido el principal partidario defabandono de la organizaci¨®n.