"Nos adelantamos al concepto de los derechos humanos"
EL PAIS: Emmanuel Mounier y usted fundaron, en 1932, la revista Esprit con una frase enunciadora de un prop¨®sito: ?rehacer el Renacimiento? ?Qu¨¦ significaba en aquel contexto hist¨®rico?JEAN LACROIX: La influencia del siglo XIX franc¨¦s era todav¨ªa muy grande. Quer¨ªamos luchar contra la Restauraci¨®n que buscaba restablecer la monarqu¨ªa, as¨ª como la autoridad religiosa y paternal. Invocamos el Renacimiento como una ruptura con la Edad Media, para luchar por una revoluci¨®n personalista y comunitaria. Asist¨ªamos a una degeneraci¨®n de la sociedad francesa, consecuencia de la gran crisis capitalista de los a?os veintinueve, y con el diagn¨®stico de esta decadencia estaban de acuerdo todos los partidos desde la derecha hasta la izquierda. Era necesario cambiar las estructuras de la sociedad francesa y el personalismo propugnaba dos revoluciones: primero, la personal. Para Mounier, todos los seres humanos son personas. Nosotros nos adelantamos al concepto moderno de los derechos humanos. Adem¨¢s, pens¨¢bamos que el hombre no est¨¢ hecho, es un ser en devenir que se crea a s¨ª mismo. Los personalistas comenzamos por aceptar la cr¨ªtica marxista del mundo cultural burgu¨¦s. Y de aqu¨ª, llegamos a la conclusi¨®n que era necesario una segunda revoluci¨®n: la comunitaria o pol¨ªtica, para crear una nueva sociedad. Parad¨®jicamente, cuando la invasi¨®n nazi, tuvimos que salvar la sociedad burguesa, renunciando a la nueva que hab¨ªamos proyectado.
EL PAIS: Por sus palabras deduzco que la revista Esprit guarda cierta similitud con Cruz y Raya, fundada por Jos¨¦ Bergam¨ªn, que tambi¨¦n significaba un pensamiento cristiano comprometido.
JL: Tengo una gran admiraci¨®n por el pensamiento de Bergam¨ªn, pero no s¨¦ hasta que punto coincid¨ªan las intenciones de ambas revistas. En mis conferencias cito siempre una frase de Bergam¨ªn: ?la soledad del artista no es la de una, isla, sino la del mar?, a la que agrego: la mer toujours recommenc¨¦e (Valery). Creo que Bergam¨ªn es un pensador muy af¨ªn al personalismo, como tambi¨¦n Joaqu¨ªn Xirau, cuyo pensamiento coincide asombrosamente con el de Mounier. Atribuyo el origen de este personalismo espa?ol a la influencia de la tradici¨®n m¨ªstica, sobre todo, la de San Juan de la Cruz.
EL PAIS: ?Existe un nexo entre el personalismo cristiano y el marxismo, desde un punto de vista pr¨¢ctico y te¨®rico?
JL: Hemos querido mantener, siempre, un di¨¢logo vivo con los comunistas. Este di¨¢logo ha pasado por todos los estadios: normal, cordial, agresivo. Por cierto, que Garaudy escribi¨® un folleto contra Mounier, acus¨¢ndole de lacayo de Hitler. Tambi¨¦n yo fui objeto de ataques innobles cuando el problema de Yugoslavia. Actualmente, nuestras relaciones son muy cordiales. El di¨¢logo con los comunistas no significa someterse a su pensamiento ni a su estrategia pol¨ªtica. Trabajaremos siempre juntos, es necesario ser cr¨ªtico frente a ellos. Desde el punto de vista te¨®rido, no hay conciliaci¨® posible entre el marxismo y el cristianismo. El pensamiento de Marx es muy serio y coherente para sufrir deformaciones cristianizantes. El ate¨ªsmo es una de las bases de toda su filosof¨ªa. El cristiano comunista es el fruto de una confusi¨®n o de una mascarada.
EL PAIS: Usted ha sido uno de los m¨¢s profundos y sutiles comentaristas del pensamiento de Marx. Como gran conocedor del tema ?cree que hay una ruptura epistemol¨®gica en la obra de Marx, como sostiene Althusser?
JL: Cuando estudiaba en la Universidad, soy licenciado en Econom¨ªa y en Filosof¨ªa, no se hablaba jam¨¢s de Marx, y si alguien lo citaba todo el mundo se re¨ªa. A partir de 1925 me sumerg¨ª en el estudio de su obra del que todav¨ªa no ha salido. En 1934-35 dict¨¦, en Dijon un curso completo sobre marxismo, lo que sorprendi¨® a uno de mis amigos, un importante dirigente comunista, quien me dijo: ?Vas hablar de Marx, como de Plat¨®n de Kant. Para disertar sobre Marz es necesario ser miembro de un c¨¦lula comunista.? Se sorprende si le digo que esta frase ejerc¨ªa cierta influencia en mi obra Marxismo, existencialismo y personalismo, cuyo primer cap¨ªtulo comienza con un an¨¢lisis del hombre marxista. Estoy de acuerdo con Althusser en que hay una diferencia entre las obras del Marx juvenil pura filosof¨ªa de izquierda, y las cient¨ªficas de la madurez. Pero no creo en tal ruptura, porque las motivaciones profundas de Marx son siempre las mismas. Sus Manuscritos son, para m¨ª, una obra absolutamente asombrosa. En ellos hay una frase que me recuerda Evangelio de San Juan, cuando dice: ?En la ciudad comunista bastar¨¢ ser un ser amante para hacer de s¨ª mismo un ser amado.? Esta transparencia significa la apertura entre todos los hombres. Pero, como cristiano, no puedo creer que tan hermosa utop¨ªa pueda realzarse en la tierra. Nosotros, como cristianos, debemos luchar por fraternidad humana, de una formaci¨®n pr¨¢ctica y, en este sentido, podemos coincidir parcialmente con los marxistas.
EL PAIS: ?C¨®mo ve usted la relaci¨®n entre Freud y la religi¨®n, temas de su conferencia?
JL: Se han hecho tres importantes cr¨ªticas de la religi¨®n cristiana: de Marx, la de Nietszche y la de Freud. La realidad, para Freud, siempre una frustraci¨®n y el hombre necesita evadirse en la irrealidad religiosa. La figura de Dios una sublimaci¨®n del Padre, origen del monoteismo. Para Freud, valor extraordinario del cristianismo fue, que ha matado el Padre justiciero, reemplaz¨¢ndolo por Hijo: Dios es Cristo.
Antes de terminar, quiero expresarle que, en mi opini¨®n, los tres grandes fil¨®sofos que m¨¢s influyen en la juventud francesa son: Marx, Freud y Nietszche.
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