Centenario de la "Revista General de la Marina"
Cien a?os acaba de cumplir en octubre la Revista General de Marina (RGM), la publicaci¨®n profesional que es, hoy por hoy, no s¨®lo la m¨¢s antigua, sino tambi¨¦n la primera de las revistas de las Fuerzas Armadas espa?olas. Su historia va unida a la de la Marina, lo que para determinadas ¨¦pocas quiere decir la historia de Espa?a misma. La RGM es una publicaci¨®n profesional que, frecuentemente, se ha asomado al pensamiento estrat¨¦gico, y que ha guardado permanente culto al pens¨¢miento naval. La biograf¨ªa de los marinos importantes de estos ¨²ltimos cien anos pasa, en su vertiente intelectual y profesional, por sus escritos publicados en la revista.Con 7.000 ejemplares de tirada al mes no es, ciertamente, una revista espectacular. Pero puede aducir que 1.200 art¨ªculos de. fondo, a lo largo de su historia, han analizado los acontecimientos b¨¦licos, t¨¦cnicos y pol¨ªticos que han afectado la evoluci¨®n del poder naval.La RGM fue una adelantada en su ¨¦poca. En Europa s¨®lo exist¨ªa entonces la francesa Le Moniteurde la Floite. La Gran Breta?a del poder naval por excelencia vert¨ªa la informaci¨®n marinera en la no profesional The Illustrated London News. La RGM no hac¨ªa, en 1877, m¨¢s q . ue reemprender intentos anteriores. Hac¨ªa a?os hab¨ªa desaparecido la Cr¨®nica Naval de Espa?a, que en su d¨ªa se hab¨ªa presentado -como ?revista cient¨ªfica, militar, administrativa, hist¨®rica, literaria y de comercio?. En 1866 hab¨ªa iniciado en C¨¢diz su vida efirriera otra Revista General de Marina, dedicada a los avisos oficiales y administrativos concernientes a la marina civil, navegaci¨®n y comercio, editada por los propietarios del Diario de C¨¢diz.La RGM-, que ahora cumple el siglo, fue creada por el ministro de Marina de la Restauraci¨®n, almirante Antequera y Bobadilla, como revista de cienciasy asuntos mar¨ªtimos. Nac¨ªa en unos momentos en que, como ha dicho el historiador Fern¨¢ndez.Alm. agro, se ten¨ªa la impresi¨®n de que.Espa?a se sent¨ªapose¨ªda por el anhelo de resucitar a la v¨ªa de los mares. La realidad pol¨ªtica y social conducir¨ªa a la frustraci¨®n de las esperanzas y al; desastre colonial.
La recuperaci¨®n militar producida durante la dictadura dio lugara una intensif¨ªcaci¨®n de la formaci¨®n profesional e intelectual de laoficialidad de la Marina, acentuada con los a?os. Ello se reflej¨® en los textos de la revista, donde el an¨¢lisis se hizo independiente y la exposici¨®n m¨¢s libre y creativa, excluy¨¦ndose las traducciones y los estudios t¨¦cnicos de peque?o campo. Durante la guerra civil la revista no se public¨®.
Inter¨¦s naval
La guerra mundial dio motivo a un renacimiento del inter¨¦s n¨¢val en Espa?a. Al frente de la revis ta estaba, desde su reaparici¨®n en octubre del cuarenta, el contralmirante Julio Guill¨¦n, quien hab¨ªa preservado la integridad del Museo Naval de Madr'?d durante la guerra civil; precisamente por no haber podido combatir, tuvo quepasar algunos sinsabores poco despu¨¦s del conflicto. La revista se dedic¨® al estudio de los revolucionarios acorrtec¨ªmientos de la segunda guerra mundial. Muy interesantes.y proilesionales eran los art¨ªculos de los capitanes de fragata N¨²?ez Iglesias y Carrero Blanco. Este, sin embargo, se mostr¨® demasiado adicto al acorazado, que de hecho fue la primera de las v¨ªctimas de la nueva guerra naval.S¨®lo la modernizaci¨®n inducida por la ayuda militar norteamericana (los barcos que nos daban" cansados de la guerra mundial, resultaban modernos junto a la caduca flota espa?ola) y el lanzamiento de los planes de construcci¨®n naval,_ hizo revivir a la revista como veh¨ªculo de nuevas expectativas de la profesi¨®n naval. El animador incansable, durante casi ocho lustros, fue el contralmirante Guill¨¦n, creador tambi¨¦n del Archivo General de la Marina, instalado en el palacio de Alvaro de Baz¨¢n, en el Viso del Marqu¨¦s, alquilado a la marquesa de Santa Cruz por una peseta al a?o, pagadera en flores.
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