Los protectores del ni?o
En las capitales occidentales de Europa no se puede evitar que los desnudos aparezcan en los escaparates. En alguna, como en Amsterdam, los escaparates contienen desnudos de carne y hueso, que se mueven e invitan. En Espa?a han querido cortar el mal de ra¨ªz y previenen que eso ocurra a golpe de decreto del BOE. El fin primordial es defender al ni?o. Va a ser dif¨ªcil despintar las insinuaciones que hay en las carteleras, por lo que el cumplimiento de la orden puede retrasarse un tiempo bastante p¨²dico.La indiferencia con que los ni?os parisienses o londinenses miran los escaparates de los quioscos es un ejemplo para los adultos que se siguen escandalizando en las mesas de despacho acerca de lo que va a perturbar a los infantes. Los ni?os no est¨¢n en el poder, pero tienen una inteligencia incontaminada que les hace obviar lo que no les interesa y fijarse en lo que les apasiona. Debe preguntarse el legislador si el Playboy o el Penthouse, por poner dos casos, son capaces de sustraer al muchacho de la contemplaci¨®n de Ast¨¦rix, cuyo creador se les muri¨® el ¨²ltimo fin de semana.
El ni?o debe preguntarse por qu¨¦ es objeto de tanta defensa, cuando en otras ¨¢reas se le mantiene tan desasistido. Hubiera sido mucho m¨¢s convincente que al mismo tiempo que se decretaba en favor de la inocencia de su mirada y se le retira de los escaparates lo que los dem¨¢s creen que es pernicioso, se hubiera discul¨ªdo, aprobado y financiado el cumplimiento de una ley del Ni?o, que contemplara todos los elementos que har¨ªan de este ser, de verdad, el llamado hombre delfuturo.
Aqu¨ª se les cultiva la mirada y se les cuida de los malos pensami:'entos a los menores. Eso est¨¢ b i en. Estar¨ªa mejor que tambien se les proporcionaran razones para pensar que los adultos est¨¢n de verdad pensando en todos los restantes problemas de la infancia.
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