Melina Mercuri: "No habr¨¢ otra Grecia de los coroneles"
Melina Mercuri, la popular actriz griega, es hoy candidata del Pasok, Partido Socialista Panhel¨¦nico que dirige Andreas Papandreu, en el barrio del Pireo. Su lucha por la democracia durante los siete a?os de dictadura militar se suman hoy a la extraordinaria popularidad de Melina para los griegos.
Melina Mercuri invit¨® a EL PAIS a seguir una jornada electoral por las calles estrechas y ruidosas del popular barrio de Pireo, que Melina inmortaliz¨® con su canci¨®n Los ni?os del Pireo. ?Nac¨ª en una casa de pol¨ªticos, donde me ense?aron a ser ciudadana ante todo. Mi abuelo fue alcalde de Atenas a la cabeza de un inmenso partido pol¨ªtico personal que ten¨ªa tanto poder como el propio Gobierno. Mi abuelo me prohibi¨® siempre tener principios de clase, ya que era un hombre muy popular y unido al pueblo.??Mi Melina?, grita una se?ora, con su cesta de la compra en el brazo. Mercuri le da un beso y le repite ?venceremos?. ?Si obtenemos el 25 % de votos ser¨¢ un gran triunfo, si conseguimos el 22 ser¨¢ una victoria, si s¨®lo logramos el 20 ser¨¢ un ¨¦xito.? En 1974 Pasok consigui¨® el 13 %.
?A las elecciones hay que ir cada uno por su parte, las coaliciones vienen despu¨¦s?, precisa Melina Mercuri, justificando las cr¨ªticas al Pasok por no participar en un frente com¨²n de izquierdas. Las casas son bajas y mal construidas. Muchas calles est¨¢n sin asfaltar. Los ni?os juegan al f¨²tbol en plena calle o en las soleadas plazas rodeadas de naranjos.
?Nunca hab¨ªa visto a Constantino Caramanlis con tanto p¨¢nico como en su discurso en la plaza le la Constituci¨®n. Siempre habla de un peligro que no llega a definir, para impresionar a los electores?, comenta Mercuri.
?Hay peligro de un nuevo golpe militar?, pregunta EL PAIS al pasar al lado de un cuartel de polic¨ªa donde varios guardianes responden al signo de victoria lanzado por Melina con un gesto de mano abierta al aire que, para los griegos, equivale a una maldici¨®n. ?No?, responde en seco Melina. ?No habr¨¢ otra Grecia de los coroneles porque no lo quiero?, dice ri¨¦ndose entre convencida y temerosa.
Las mujeres figuran entre las m¨¢s entusiastas para abrazar o estrechar la mano a Melina, que firma dedicatorias con su foto electoral. ?El 65 % de mis electores, en 1974, fueron mujeres. Entre 2.149 candidatos s¨®lo hay 106 mujeres.?
En los m¨ªtines electorales las gentes ped¨ªan canciones a Melina. Los electores del Pireo se quedaron sin versiones en directo de Los ni?os del Pireo. ?Por qu¨¦? ?No quiero caer en el error de Mikis Theodorakis. Hay que hacer un trabajo serio. No creo que se ganen revoluciones haciendo canciones?, corta Melina. Reconoce, sin embargo, que si sale elegida, su experiencia art¨ªstica ser¨¢ complementaria con su labor pol¨ªtica.
Entre abrazos y charlas, entre el mercado matinal y el barbero, entre la pescader¨ªa y el zapatero -militante del Partido Comunista, que repara un tac¨®n de Melina, v¨ªctima de la carrera electoral- nos recuerda su ?amor por los espa?oles?. Se impresion¨® mucho, nos dice, por la personalidad de Dolores Ib¨¢rruri, cuando salud¨® a Pasionaria en uno de los m¨ªtines electorales del PCE en Madrid.
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