Caza de brujas en RTVE
Los abajo firmantes, directores-realizadores de TVE, ante la actitud adoptada por los peri¨®dicos El AIc¨¢zar y ABC en sus editoriales de los d¨ªas 12 y 13 de los corrientes, respectivamente, que han promovido dentro de nuestra empresa una nueva serie de acciones inquisitoriales e incontroladas, declaramos lo siguiente:Haci¨¦ndose portavoces de las ?numeros¨ªsimas muestras de justificada indignaci¨®n nacional?, juzgan de irresponsable e intolerable la actitud de RTVE al emitir el viernes, d¨ªa 11, el programa ?Yo canto?, dedicado a Luis Pastor. Nos resulta curioso, cuando menos, la facilidad que tiene ese determinado sector de la prensa para recabar con tal celeridad un testimonio tan mayoritario que le permite la utilizaci¨®n de un superlativo tan amplio como ?numeros¨ªsimas?. A nosotros -que trabajamos en el medio informativo de mayor difusi¨®n- ya nos gustar¨ªa obtener con tanta facilidad el eco de nuestro trabajo; para condenarlo o alabarlo. Nuestra experiencia nos se?ala una enorme dificultad para contactar de manera inmediata y real con la opini¨®n de los espectadores. Envidiamos, pues, la suerte que esos ¨®rganos de opini¨®n tienen en la comunicaci¨®n ?verdadera? con el p¨²blico, porque ello les ha de ? servir, evidentemente, para su perfeccionamiento profesional, su certera orientaci¨®n y su plena realizaci¨®n. Algo de lo que nosotros, tristemente, carecemos.
Se acusa a rengl¨®n seguido a RTVE de ?abundantes muestras de marxisitizaci¨®n?, lo que suponemos que es simplemente un mal chiste. So pena que el editorialista padezca tina enfermedad visual tan grave que le lleve a confundir al peque?o Marco con Lenin, al inspector MacMillan con Engels y al profesor Sanchezstein con Carlos Marx. Lo que a toda luces parece evidente es que, en relaci¨®n al tanto por ciento que los partidos marxistas tienen en el Parlamento gracias al consenso popular, el espacio que RTVE les dedica no es en absoluto ?abundante?, sino ins¨®litamente m¨ªnimo.
Hay, adem¨¢s, en la argumentaci¨®n de los editorialistas una muy sui generis interpretaci¨®n del hecho democr¨¢tico al confundir, como sin¨®rtimos, los conceptos de mayor¨ªa y totalidad. Al parecer, que exista una mayor¨ªa de votos orientados en un sentido significa la no existencia o condena de los dem¨¢s. iC¨®mo sino se puede hacer ?un ataque demoledor contra el sentir de la mayor¨ªa nacional?!... Ya se sabe: la democracia significa, al parecer, que el que gana unas elecciones, unifica, uniforma a la totalidad. Qui¨¦n ha ganado en las umas puede hablar, el resto debe ser silencio. Si no es esta filosof¨ªa, ?cu¨¢l creen los editorialistas que es la de un Estado totalitario? En base a esta inefable concepci¨®n de la democracia, no s¨®lo RTVE, sino el propio Gobierno est¨¢ actuando de manera intolerable e irresponsable, dado que continuamente hace gala de estar promoviendo el cambio democr¨¢tico. Pero llegamos al objeto concreto de la irritaci¨®n de los columnistas: el programa sobre Luis Pastor. ?... lo definitivamente grave es la irrepetible irresponsabilidad de TV al ofrecer un programa presentado como musical -con lo que burl¨® la buena fe de los espectadores- y result¨® un mitin pol¨ªtico. Como descarada arenga revolucionaria. Y como ataque direct¨ªsimo a la Corona.?
Vayamos por partes: ?Qui¨¦n ha sido enga?ado? Los recitales de Luis Pastor est¨¢n autorizados, sus discos se venden, y no poco. Hay un gran sector del p¨²blico que esperaba ?ese? Luis Pastor. Quien no lo conoc¨ªa pudo hacerlo a trav¨¦s del programa. No se anunci¨® a Julio Iglesias o a Karina, se anunci¨® a Luis Pastor; y ¨¦l canta y es as¨ª. ?D¨®nde est¨¢ la burla? ?Que sus canciones son pol¨ªticas? ?Pues claro! ?Y qu¨¦? ?Todas las canciones tienen que hablar exclusivamente de pa?uelos tirados
al r¨ªo, o amores que se olvidaron como flores de un vaso en cada esquina? Un artista debe expresar lo que siente, no lo que alguien quiera que exprese. Claro, que como ?coreograf¨ªa del espect¨¢culo musical? hab¨ªa banderas rojas y alguna tricolor! El articulista deb¨ªa saber que la mayor parte del programa se rod¨® en un mitin del PSP durante la campa?a electoral. Y esas banderas estaban all¨ª, y por cierto, que no fueron utilizadas por el realizador de manera especial, preponderante o fundamental. ?Es eso ?un ataque direct¨ªsimo? a alguien o a algo? En ese caso, ?qu¨¦ tienen que decir los espa?oles que a lo largo de m¨¢s de cuarenta a?os se sienten molestos al tener que soportar otros s¨ªmbolos e im¨¢genes no gratos para ellos? La cuesti¨®n es bien clara: la convivencia civilizada, la democracia, consiste en el respeto a todo. Tan simple como eso. Exhibir unos s¨ªmbolos no es atacar. Atacar conlleva en s¨ª mismo una actitud violenta. Y, desde luego, ninguna violencia hubo en el programa que nos ocupa. Utilizar instituciones tan respetables como la Corona, de manera fr¨ªvola y usando una vieja y grandilocuente ret¨®rica, como tel¨®n de fondo y pretexto para solapar las rabietas personales, no es un comportamiento digno. Es cuando menos, mezquino y peligroso. Un solo punto ?nos estremece de preocupaci¨®n y nos indigna?, al igual que a nuestros editorialistas, ?que lo ilegal y lo ileg¨ªtimo sea promovido por el propio Estado, a trav¨¦s del antidemocr¨¢tico monopolio de la televisi¨®n?. Porque nosotros, profesionales del medio, lo hemos venido padeciendo desde siempre. Y aseguramos que esa aspiraci¨®n de que RTVE sea un organismo controlado democr¨¢ticamente, es nuestra de manera fundamental. Queremos y exigimos la defensa de cada uno de los profesionales de RTVE, de su trabajo, sin que el ataque o la cr¨ªtica de un sector de la opini¨®n repercuta frustrante y a veces irremediablemente en nuestra profesi¨®n. Queremos y exigimos que actitudes como las de El Alc¨¢zar y ABC sobre el programa ?Yo canto? no determinen a quienes ostentan el Poder a actitudes inquisitoriales e incontroladas, de caza de brujas, de supresi¨®n de programas o de petici¨®n de cabezas responsables, sin m¨¢s. Queremos y exigimos que el control democr¨¢tico se ejerza ya mismo. Y aseguramos que las centrales sindicales y los movimientos de opini¨®n independientes en RTVE luchar¨¢n por defenderse de actitudes desp¨®ticas, impidiendo que su empresa se convierta en campo de Agramante de manipulaciones soterradas. Porque para nosotros eso es lo legal y lo leg¨ªtimo. Nos preocupa que el reci¨¦n nombrado Consejo Rector est¨¦ compuesto en su mitad por representantes del Gobierno y que un 30% del resto lo ocupen representantes de UCD -habida cuenta de que UCD y Gobierno es lo mismo-, y para nada se haya contado con los profesionales de RTVE en cuanto tales. Nos preocupa sufrir una televisi¨®n gubernamental y no verdaderamente nacional. Nos preocupa, en fin, que el nuevo Consejo Rector no vaya a ser sino una junta m¨¢s de las que hemos venido padeciendo hasta la fecha, y que no han hecho sino pellizcar el deteriorado presupuesto de RTVE. Y para terminar, lamentamos que sectores de opini¨®n ideol¨®gicamente diferentes a El Alc¨¢zar y ABC, que habitualmente exigen a RTVE un contenido distinto en su programaci¨®n al de ¨¦pocas pasadas, no sean capaces de romper una lanza en favor de aquellos que intentan llevar a cabo, precisamente, lo que ellos desean. Es una incoherencia incomprensible y peligrosa que puede acarreamos a los profesionales de RTVE, a todos los espectadores, una situaci¨®n de estancamiento y aun de retroceso.
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