El concierto- farmacias- INP contradice los acuerdos del "pacto de la Moncloa"
Como se recordar¨¢, entre los meses de abril y junio pasados, al aproximarse la fecha de expiraci¨®n del concierto que ahora se renueva, se plante¨® un serio conflicto entre la corporaci¨®n farmac¨¦utica y la Seguridad Social, que tuvo amplia repercusi¨®n en todos los medios informativos. Los farmac¨¦uticos libraron entonces una enconada batalla para conseguir lo que ellos llamaron aportaci¨®n cero, es decir, ning¨²n descuento a la Seguridad Social, frente a la postura de las autoridades de la misma que una y otra vez manifestaron p¨²blicamente entonces no hallarse dispuestas a renunciar a tal aportaci¨®n. Sin embargo, en el acuerdo firmado el 28 de junio por el que se prorrogaba el concierto hasta el 31 de diciembre, el INP ya se compromet¨ªa a no percibir descuento alguno de las oficinas de farmacia a partir del 1 de enero del 78.En el referido acuerdo se dec¨ªa que para que no se produjera perjuicio alguno a la Seguridad Social, ?se compromete la corporaci¨®n desde este momento a estudiar conjuntamente con la Seguridad Social las medidas necesarias y convenientes a tal fin, y, entre otras, las de las prestaciones profesionales y la colaboraci¨®n en el control de la dispensaci¨®n farmac¨¦utica, elev¨¢ndose al Gobierno las propuestas oportunas por ambas partes, antes del 31 de octubre de 1977?.
La corporaci¨®n farmac¨¦utica entreg¨® a la Administraci¨®n, dentro del plazo previsto, unas determinadas ponencias que recoger¨ªan, es de suponer, las medidas que est¨¢ dispuesta a tomar para colaborar con la Seguridad Social y compensarla as¨ª de la considerable suma de millones de aumento en las prestaciones a los asegurados que le va a suponer en el pr¨®ximo a?o la renuncia al descuento.
Se sabe que estas ponencias, cuyo alcance y contenido pleno desconocen los propios farmac¨¦uticos, con excepci¨®n, claro est¨¢, de los componentes de las comisiones encargadas de su redacci¨®n, fueron trasladada al ministro de Sanidad y Seguridad Social y, de modo inmediato, las autoridades del INP procedieron a la firma del concierto.
De hecho, tambi¨¦n se ignoran, por el momento, los t¨¦rminos reales del nuevo concierto, pues ni la Administraci¨®n ni los dirigentes de la corporaci¨®n farmac¨¦utica los han dado a conocer. La base de dicha corporaci¨®n, por una parte, y los asegurados, por otra, no han merecido hasta ahora una informaci¨®n a la que es obvio que tienen derecho.
S¨ª se ha apuntado que el concierto recoge que, en adelante, todo el proceso de facturaci¨®n correr¨¢ por cuenta de los farmac¨¦uticos, aunque tampoco se ha explicado suficientemente esto. Actualmente dicho proceso es doble: lo hacen las farmacias y despu¨¦s la Seguridad Social. Seg¨²n han declarado a EL PAIS fuentes pr¨®ximas al INP, este cambio en el sistema de control de dispensas y de la subsiguiente facturaci¨®n puede suponer un ahorro a la Seguridad Social de unos 1.500 millones de pesetas. Pero no deja de llamar la atenci¨®n que se deje en manos privadas un proceso que implica el dominio de una informaci¨®n valios¨ªsima, y hasta negociable, que parece que s¨®lo debiera estar en las de la Administraci¨®n p¨²blica. En todo caso, el ahorro de esos 1,500 millones est¨¢ claro que queda muy lejos de la p¨¦rdida que supone para el INP la dejaci¨®n del descuento.
Hay otro aspecto que merece la atenci¨®n del p¨²blico y que demanda un detenido an¨¢lisis. Es el que se refiere a la permanencia en el nuevo concierto de una cl¨¢usula, la 5-2, que se conserva del anterior y que dice: ?El INP asume, adem¨¢s, la obligaci¨®n expresada de prohibir y evitar que se haga entrega de medicamentos a los beneficiarios para su aplicaci¨®n fuera de las instituciones sanitarias, de modo que dicha dispensaci¨®n se haga siempre a trav¨¦s de las oficinas de farmacia legalmente establecidas y abiertas al p¨²blico. ?
Debe tenerse en cuenta que este concierto ha sido firmado d¨ªas despu¨¦s de hacerse p¨²blico el documento econ¨®mico de la Moncloa. En el mismo se establec¨ªa en su capitulo seis, apartado E-3: ?Se autorizar ¨¢ el despacho directo de productos farmac¨¦uticos b¨¢sicos en el recinto de las instituciones sanitarias de la Seguridad Social a los beneficiarios de la misma.?
Es evidente que se produce as¨ª una clara contradicci¨®n entre los compromisos contra¨ªdos por el Gobierno con los partidos pol¨ªticos y, en definitiva, con todo el pa¨ªs, y los que acaba de contraer con una reducida parte del mismo: los farmac¨¦uticos.
Ignorancia
Tal vez la clave de esta contradicci¨®n, que vista as¨ª quiz¨¢ no sea tal contradicci¨®n, est¨¦ en 16 que el se?or G¨®mez de Ag¨¹ero, presidente del Colegio Oficial de Farmac¨¦uticos de Madrid indic¨® a sus colegasen una reuni¨®n celebrada d¨ªas antes de la firma del concierto. Seg¨²n el se?or Ag¨¹ero ?parece ser que el ministro de Sanidad ignoraba - el punto del pacto que hab¨ªa causado tan penosa impresi¨®n el- incluso, que era ignorado por el propio presidente del Gobierno, quien se declar¨® sorprendido al conocer el motivo de la primera manifestaci¨®n farmac¨¦utica ante el palacio de la Moncloa?, seg¨²n se informa en el ¨²ltimo n¨²mero del Bolet¨ªn Informativo del Colegio Farmac¨¦utico de Madrid.
Como se sabe, en el plazo de veinticuatro horas los estudiantes de Farmacia protagonizaron los d¨ªas 27 y 28 de octubre pasado dos manifestaciones multitudinarias ante el palacio de las Cortes, despu¨¦s de que el se?or G¨®mez Ag¨¹ero los pusiera sobre aviso del grave peligro que para su futuro profesional podr¨ªa encerrar la aplicaci¨®n del c¨¦lebre punto seis del pacto de la Moncloa.
Tras llamar ruidosamente la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica sobre su problema, ante la inminencia de la firma del concierto, los dirigentes del Colegio Oficial de Farmac¨¦uticos se mostraron mucho m¨¢s cautos y silenciosos en los, d¨ªas posteriores. Hab¨ªa que sacar el concierto adelante con el menor ruido posible, y en tal sentido se sabe que en diversas reuniones lleg¨® a pedirse que se abriera una investigaci¨®n para descubrir y expulsar del colegio a los farmac¨¦uticos que podr¨ªan estar suministrando informaci¨®n a EL PA?S, que dedic¨® preferente atenci¨®n al tema en esos d¨ªas.
De cualquier modo, para los dirigentes farmac¨¦uticos, la firma del concierto ha sido considerada, como una victoria. Se ignora cu¨¢l puede ser la opini¨®n oficial de las autoridades del Ministerio de Sanidad, si bien las fuentes consultadas por este peri¨®dico dieron a entender que, en realidad, ser¨ªa ¨¦sta una victoria p¨ªrrica, dado que el concierto habr¨¢ de convertirse en papel mojado en el instante mismo en que la nueva ley de Sanidad, que necesariamente habr¨¢ de inspirarse en los acuerdos de la Moncloa, sea votada en las Cortes. Seg¨²n dichas fuentes, el tema de la dispensaci¨®n de productos farmac¨¦uticos en el recinto de las instituciones sanitarias de la Seguridad Social es una vieja aspiraci¨®n de las autoridades. Lo que sucede es que no se improvisa- en un d¨ªa toda la infraestructura necesaria para llevarla a cabo. Se calcula, por otra parte, que el m¨¢ximo de puntos de dispensaci¨®n directa que podr¨ªan crearse ser¨ªan unos mil y, desde luego, para su puesta en marcha habr¨¢ que contar con los propios farmac¨¦uticos.
Por su parte, los partidos pol¨ªticos que firmaron el pacto no han sido tampoco muy expl¨ªcitos y apenas s¨ª se han ocupado p¨²blicamente sobre la necesidad de llevar adelante el punto seis del pacto.
A meses Vista de las elecciones municipales, y conocedores tanto el Gobierno como los partidos de la todav¨ªa considerable capacidad de influencia pol¨ªtica de los farmac¨¦uticos, sobre todo en el medio rural, no parece nadie muy interesado en sacar el tema del estado de ambig¨¹edad en que se encuentra.
En este sentido, son bastante esclarecedoras las palabras del director general de Ordenaci¨®n Farmac¨¦utica, se?or Reol Tejada, en el acto de clausura de las
Primeras jornadas farmac¨¦uticas celebradas en Madrid del 19 al 23 de noviembre pasado. El se?or Reol hizo una encendida defensa de la pol¨ªtica estrictamente centrista del Gobierno de UCD y, refiri¨¦ndose de manera indirecta a la amenaza de socializaci¨®n que podr¨ªa suponer el punto seis del pacto, indic¨® que la UCD est¨¢ por la libertad y cuando se est¨¢ por la libertad no puede estarse por la estabilizaci¨®n a ultranza.
El caso es que, mientras tanto el gran objetivo de numerosos farmac¨¦uticos, sobre todo de los pertenecientes a las ¨²ltimas pro mociones, cual es el de recuperar por todos los medios su identidad profesional, perdida hoy en el desempe?o forzoso de una actividad estrictamente comercial habr¨¢ de seguir esperando.
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