Con Franco viv¨ªa mejor
?Cu¨¢ntas cartas ha recibido hoy? Bastantes, creo. Yo le ruego que lea ¨¦sta tambi¨¦n. Es rnuy sencilla, pero por eso mismo muy conveniente para usted. No es para publicarla; no. Es para que medite con honradez.S¨®lo he le¨ªdo su diario cuatro veces, ¨²ltimamente, pero me entristecen sus opiniones. Por favor, siga leyendo. Me gusta creer que obra de buena fe. Mire, yo no digo que represento a nadie, porque no lo s¨¦. Lo que s¨ª s¨¦ es que soy un hombre "normal", y creo habr¨¢ millones de normales en Espa?a. Padre de familia, 39 a?os, encargado de expedici¨®n en una empresa, hijo de oficial ebanista de primera. Ni pertenezco a partidos, ni he tenido cargos o recomendaciones. S¨®lo trabajo.
Durante toda mi vida he luchado, he trabajado, me he divertido a lo grande cuando he querido, he ido a misa cuando quer¨ªa, he criado y estoy educando bien a mis hijos en un grupo escolar. Si he tenido ganas de chiste me he re¨ªdo del m¨¢s importante y he criticado en momentos de humor. He paseado, pescado, merendado con la familia tranquilamente en el campo, me compr¨¦ un cochecillo y si quer¨ªa alg¨²n capricho, hac¨ªa alguna hora extra porque el trabajo era seguro. He le¨ªdo mis buenos libro y, en definitiva, he vivido en paz.
Ustedes, de una forma extra?¨ªsima que no comprendo, dicen que estos ¨²ltimos cuarenta a?os han sido un purgatorio y una tragedia para la clase obrera y media baja (como pueda ser yo). Y con toda, toda honradez, echo mi vista atr¨¢s y yo, persona ?normal?, no veo ni angustia ni purgatorios ni desastre alguno.
En mi empresa somos 59. De ellos cuarenta tienen coche. La mayor¨ªa con su pisito propio, que ahora les dan hasta millones. Y (ruego no se sonr¨ªa) los bocadillos del almuerzo han sido de jam¨®n y buenos filetes. Y viv¨ªamos en armon¨ªa.
Y mire lo que son las cosas; ahora, con esto de la democracia, la libertad, los partidos, etc¨¦tera, en la empresa hay recelos, corrillos, plantes por bobadas, mal humor, sin horas extras. En la calle y el bar, miedo (miedo) a hablar todo esto, a las manifestaciones; mi mujer, miedo a lo que les ense?an a los hijos en la escuela, a lo que ven en los quioscos. Ni caprichos ni paz.
?Que hay que mejorar y corregir cosas? De acuerdo. Siempre hay que mejorar. Pero veamos las cosas como personas ?normales?. Que los normales no son tontos. Usted vivir¨¢ muy bien. Y ha habido muchos que han hecho mucho dinero. Pues me alegro. Mientras vivamos los dem¨¢s decentemente, no me importa la prosperidad del pr¨®jimo. No tengo envidia, ese defecto de los espa?oles.
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