Perfiles de la CNT actual
Secretario en funciones del Comit¨¦ Nacional de la CNT
Ya se ha desmentido la noticia relativa a un supuesto secuestro del ministro de Justicia, se?or Landelino de la Villa, a cargo de elementos anarquistas y de la CNT. La cr¨®nica del New York Time, que fue desmentida por el corresponsal del peri¨®dico en Madrid, se?or Marcom, era un modelo de hibridez y confusi¨®n. Ni un solo nombre, ni un solo dato claro, junto a una serie de disparates y afirmaciones a voleo rotundamente falsas. Desde luego, vamos a llegar al fondo de esta especie informativa. Ayer tambi¨¦n estallaba en el local de la federaci¨®n local de la CNT de Barcelona una bomba; parece que se advirti¨® de la existencia de otra bomba -que luego no se localiz¨®- en locales del CSUT de Guadalajara, que el rumor difundido achacaba a CNT, y en el pueblo de Vallecas se atac¨® un local del PCE, haci¨¦ndose pintadas con las siglas de nuestra organizaci¨®n. Luego se descubr¨ªa que los mismos que atacaron la sede del PCE agred¨ªan, asimismo, a militantes libertarios del Ateneo de Vallecas. Pero los agresores se cubr¨ªan con los distintivos de CNT. Por consiguiente, hay una rara y evidente confabulaci¨®n. en marcha contra la CNT.
El propio inicio de la ?Cr¨®nica? que denunciamos es insidioso, al aludirse al secuestro del industrial alem¨¢n Schleyer, para parangonarlo con la supuesta acci¨®n que se ten¨ªa en proyecto. El caso de la banda Baader Meinhoff, compuesta por presuntos anarquistas, es ya un ejemplo de manipulaci¨®n informativa. Sin entrar en el fondo y or¨ªgenes de este problema, lo que nos llevar¨ªa excesivo tiempo, hemos de subrayar que, pese a las imputaciones de anarquismo, el citado grupo es de clara estirpe marxista-leninista, pensamiento Mao, expl¨ªcitamente manifestado por el propio Andreas Baader y por la propia Ulrike Meinhoff. Reacci¨®n visceral contra situaciones determinadas de la sociedad ale mana de nuestros d¨ªas, la banda Baader-Meinhoff se articula, desarrolla y conecta en el contexto de los nacionalismos revolucionarios latino-americanos y tercermundistas. Estas luchas cuentan con s¨®lidos apoyos internacionales, con el respaldo de potencias que juegan sus bazas en el ajedrez internacional, lo que explica los medios cuantiosos con que cuentan. Esto explica tambi¨¦n que la acci¨®n terrorista haya pasado casi por completo a ser ejercida por quienes pueden desarrollarla en el contexto del mundo actual. Sin embargo, a pesar de los hechos, grandes sectores que sirven la informaci¨®n mundial siguen calificando ?gen¨¦ricamente? de anarquistas a quienes en realidad, por sus m¨¦todos, tanto como por sus fines, est¨¢n distanciados del anarquismo. Cabe aqu¨ª hacer, empero, una observaci¨®n importante: en Alemania Federal la reacci¨®n gubernamental contra el terrorismo ha creado condiciones peligrosas para la libertad. En el aparato que aplica la administraci¨®n de la justicia se advierte la influencia de antiguos nazis y la muerte reciente de miembros de la banda Baader, y del propio Baader, sigue rodeada de grandes misterios. Una represi¨®n insidiosa se ha iniciado contra los intelectuales de izquierda, que empiezan a hacer un parang¨®n obligado entre el canciller Schmidt y Noske, el ministro socialdem¨®crata alem¨¢n bajo cuyo mandato fueron asesinados Rosa Luxemburgo y Liebcknecht, figuras del espartaquismo. De modo que un cierto socialfascismo se podr¨ªa estar incubando en la Rep¨²blica Federal. Ciertos s¨ªntomas inquietantes podr¨ªan estarse dibujando tambi¨¦n en nuestro pa¨ªs. Las instrucciones secretas sobre represi¨®n de algunos grupos para una extensi¨®n incontrolada de la misma podr¨ªan dar la pauta y estar en el origen de ciertas campa?as que empezamos a detectar. La CNT es una organizaci¨®n joven y din¨¢mica. Los procedimientos de reducci¨®n sicol¨®gica, de chantaje e intimidaci¨®n no son los mejores para tratar con ella. Advertimos con pleno conocimiento de lo que decimos desde estas columnas.
La vocaci¨®n de la CNT son los trabajadores, porque ella misma es una organizaci¨®n de trabajadores. La CNT no esconde su finalidad de profunda transformaci¨®n social basada en la reorganizaci¨®n del trabajo social y libre, superadora del capitalismo, y en la reestructuraci¨®n de nuevas relaciones humanas generales, igualmente libres, superadora del Estado. Esta autogesti¨®n por la sociedad misma de todas las parcelas de la actividad humana b¨¢sica, tanto econ¨®micas como sociales y pol¨ªticas, resume la aspiraci¨®n finalista y comunista libertaria de la CNT. Aqu¨ª cualquiera podr¨¢ exclamar: ?Utop¨ªa!, y lo aceptamos, en el sentido de ?algo que no est¨¢ en ninguna parte... pero que puede estar?. Esta frase entrecomillada resume todo el devenir hist¨®rico.
La CNT es la pionera de todas las ideas autogestionarias. hoy en ebullici¨®n, incluso aquellas que son malas imitaciones del modelo. Todos los grupos sindicales que hablan de independencia y autonom¨ªa del movimiento obrero son un trasunto, en general mediocre, de la CNT. Todo el asamble¨ªsmo h¨ªbrido o genuino, todo el consejismo hisp¨¢nico actual, libertario o menos, que toma como arranque de sus teorizaciones la asamblea de f¨¢brica, toman las ideas fuerza del anarcosindicalismo o del anarquismo, aunque jam¨¢s hacen referencia a ¨¦stos, intentando pasar por originales.
La acci¨®n directa es la metodolog¨ªa de la CNT. Significa acci¨®n no mediada, proyecci¨®n directa de la acci¨®n organizativa, relaci¨®n directa de la organizaci¨®n con sus problemas. El rechazo de todo intermediario lleva a la actitud de la CNT ante el parlamentarismo y el Estado. Lleva tambi¨¦n al rechazo de toda funci¨®n dirigente que por su naturaleza significa el que dirige y el que obedece e implica el mismo estatus y el mismo poder de decisi¨®n para todos dentro de la organizaci¨®n. Al mismo tiempo crea dentro de la propia CNT una prefiguraci¨®n del tipo de sociedad a que se aspira, aunque reconocemos que la situaci¨®n interna de la organizaci¨®n a¨²n no es la ¨®ptima para que tal prefiguraci¨®n cobre toda su fuerza potencial de irradiaci¨®n hacia el exterior. Finalmente, por todo lo dicho muy sumariamente, la CNT supone una aportaci¨®n ins¨®lita dentro del marco general de las corrientes socialistas y libertarias, porque s¨®lo su metodolog¨ªa hace posible armonizar los fines y los medios, que ¨¦ste es, en suma, el debate fundamental dentro del socialismo. Las fracturas estrepitosas entre la filosof¨ªa y la pr¨¢ctica en las corrientes marxistas provienen de contradicciones de fondo entre la primera y la segunda. En resumen, el car¨¢cter insobornable y original de la CNT, hoy, le acota dentro de la izquierda una parcela excepcionalmente importante para el porvenir de la sociedad espa?ola. Independiente de la viabilidad de sus alternativas, que hicieron sus pruebas en el 36-39, el anarcosindicalismo de la CNT supone una creaci¨®n incesante de nuevos valores que se trasvasan a la sociedad. Tal es el concepto de auto gesti¨®n, o autogobierno, o aspiraci¨®n popular a configurar de verdad su propio destino.
La relaci¨®n dial¨¦ctica fines-medios dentro de la CNT se aplica en el amplio espectro de la acci¨®n concreta. La CNT ha dicho no al pacto de la Moncloa, no al pacto social y lo ha hecho por razones por completo ajenas al oportunismo. Hemos argumentado ampliamente por qu¨¦ la crisis econ¨®mica y el pacto de la Moncloa lo van a pagar los trabajadores. Nuestra metodolog¨ªa la hemos aplicado tambi¨¦n al tema que en este momento m¨¢s preocupa al pa¨ªs: el tema de las llamadas elecciones sindicales. Cuando nosotros hemos dicho no a las elecciones sindicales hemos estado contra el procedimiento en virtud del cual se trasvasa a la ¨®rbita de las empresas los m¨®dulos parlamentarios de los partidos pol¨ªticos y tambi¨¦n los del sindicalismo vertical. Hace unas noches asistimos al triste debate de los representantes de UGT y Comisiones Obreras en televisi¨®n. Son solidarios en cuanto a que empresarios y Gobierno les han concedido como ?contrapartida? a lo del pacto de la Moncloa la representaci¨®n de los trabajadores espa?oles. Pero disputaban sa?udamente el triunfo dentro de las empresas. ?El triunfo?, ?para qu¨¦? Puesto que tanto UGT como Comisiones defienden ¨®rganos s¨®lidos de representaci¨®n obrera con poderes de negociaci¨®n y representaci¨®n de los obreros dentro de la empresa, tanto si triunfa la f¨®rmula de UGT como si lo hace la de Comisiones, la asamblea de trabajadores quedar¨¢ neutralizada, despojada de poderes de decisi¨®n y convertida, en el mejor de los casos, en un auditorio al que se comunicar¨¢n cuando se estime oportuno las decisiones tomadas. Los organismos fuertes dotados de poderes de plena negociaci¨®n se convertir¨ªan en suced¨¢neos de los jurados de empresa de la ¨¦poca verticalista, se ver¨ªan privilegiados y mimados por la empresa, la cual los convertir¨ªa fatalmente en instrumentos de la cogesti¨®n, con lo que los trabajadores ayudar¨ªan a los empresarios a administrar sus empresas. As¨ª las cosas, nos preguntamos qu¨¦ valor tiene esa frase de Camacho de que se debe ?introducir la democracia en la empresa?. Un vano juego de palabras. De modo que a la CNT le importan un bledo las listas abiertas o cerradas. Lo que le importa es que nadie decida por los trabajadores, que los trabajadores mismos decidan seg¨²n sus intereses, controlen a sus mandatarios, les responsabilicen con decisiones concretas y puedan revocarlos en cualquier momento. Lo que importa es que no nazca en la empresa espa?ola otra clase especializada de l¨ªderes de f¨¢brica con privilegios respecto a los dem¨¢s trabajadores. Porque entre otros muchos males, como ser¨ªa una nueva verticalizaci¨®n de las f¨¢bricas, esta vez al socaire de la democracia, aquella realidad equivaldr¨ªa a establecer en los ¨¢mbitos de trabajo las correas de transmisi¨®n entre las burocracias sindicales rectoras y el Estado, los empresarios y los estados mayores de los partidos, todos ellos unidos en ese modelo sincr¨¦tico de interclasismo que es el pacto de la Moncloa, pacto social para los trabajadores. El concepto profundo de democracia en la empresa pasa por el reconocimiento de la asamblea de trabajadores como ¨®rgano supremo de decisi¨®n, por el trabajador como tal como sujeto de un nuevo concepto del trabajo social y de unas nuevas relaciones de producci¨®n. Finalmente, la CNT piensa que la secci¨®n sindical en la empresa, como representaci¨®n org¨¢nica de tendencias, tiene un papel fundamental como supervisora de la libertad sindical, de la autenticidad de la asamblea de f¨¢brica, de la posibilidad de que los trabajadores debatan libremente las diferentes alternativas. El trabajador responsable que decide en la f¨¢brica su propio destino prefigura un porvenir m¨¢s fraterno y solidario.
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