"Occidente debe replantearse el cristianismo"

?En el aniversario de una universidad braham¨¢nica de la India, un conferenciante occidental verti¨® sus concepciones del mundo. Yo pens¨¦ que estaba ante un predicador del cristianismo. Luego supe que era ateo y existencialista. Pero eso no importaba. Hab¨ªa estado predicando, como un misionero sutil, un cristianismo inteligente.? Esta an¨¦cdota explicada a EL PAIS por Raimundo Panikkar, ciudadano indio nacido en Barcelona, profesor de estudios religiosos de la Universidad de California, doctor en Qu¨ªmica, Filosof¨ªa y Teolog¨ªa, que pas¨® casi treinta a?os de su vida en el Opus Dei, asociaci¨®n a la que finalmente abandon¨®, sirve para centrar el n¨²cleo de su pensamiento actual: la necesidad de replantearse el cristianismo que tiene Occidente y el relativismo radical de todas las ideolog¨ªas.

?Yo no ofrezco un sistema que se presente como una s¨ªntesis inteligente de las diversas cosmovisiones -asegura Panikkar- No caigo en ese peligro porque yo no interpreto ni acepto las ideolog¨ªas vigentes. Nadie puede tener la pretensi¨®n de haber agotado la experiencia del conocimiento. Mientras el ¨²ltimo ser humano no ha dicho su palabra, no est¨¢ agotado ese conocimiento. Con ocasi¨®n del concilio Vaticano Il los vaticanistas invitaron a expertos en Islam y otras confesiones religiosas. Pero eso no es lo que hay que hacer. Si quiero saber lo que es el Islam debo ponerme a los pies de un musulm¨¢n. Cada ser humano es un sujeto de autointelecci¨®n y autointeligibilidad. En realidad este cristianismo actual es cartesiano y constantiniano.? En su cr¨ªtica a los sistemas cerrados y definidos, Panikkar no acepta la sutil distinci¨®n entre ideolog¨ªa y creyente: ?Yo no acepto esa idea plat¨®nica de ?a dignidad del cristianismo y de la indignidad de los cristianos -dice-. El cristianismo es lo que son los cristianos. Creer que existe una interpretaci¨®n objetiva de las cosas es la m¨¢s subjetiva de las interpretaciones.??No basta buscar desde dentro de los sistemas -prosigue Raimundo Panikkar- No basta con remozar el cristianismo desde dentro. La cuesti¨®n el m¨¢s profunda. Deben buscarse las fuerzas vitales. El cristianismo no debe preocuparse tanto por conservar su identidad. "Si el grano de trigo no muere..." Querer conservar la identidad puede ser un modo de convertirse en ineficaz ... ?

Relativismo y eficacia

El problema que plantea el relativismo radical de estas caracter¨ªsticas es el de la posible ineficacia en la lucha concreta por la mejora de la realidad que plantean las diversas ideolog¨ªas. Se plantea la posibilidad de un abandono en esa lucha por el cambio o la revoluci¨®n. ?Yo no quiero excluir de modo alguno a un militante -afirma-. No quisiera excluir de manera alguna el que- hacer cotidiano. Lo que pedir¨ªa es no absolutizar sus juicios de valor. Hay que tenerjuicios de valor pero no creo que nada justifique esa absolutizaci¨®n. Yo defender¨ªa la relatividad radical, que no es el relativismo agn¨®stico. En todas partes est¨¢ la luz. Pero, ?c¨®mo conciliar tantos planos? Renunciemos a un c¨®digo universal.?La causa de la crisis del cristianismo estar¨ªa, precisamente, en la absolutizaci¨®n de una de las dimensiones de la concepci¨®n cristiana de la vida, la l¨®gica, el mundo del pensamiento, sobre otros valores como los que radican en la experiencia m¨ªstica, en la percepci¨®n intuitiva o afectiva. ?Yo acusar¨ªa -dice Panikkar- a los veinte siglos de cristianismo el haber antepuesto el logos sobre el pneuma. El logos es c¨®digo. Es una barbaridad subordinar a ¨¦l el pneuma que es inconvertible. Occidente olvid¨® que al lado del logos, inseparablemente unido a ¨¦l, est¨¢ el amor, la con ciencia pura. La materia, por ejemplo, est¨¢ m¨¢s cerca del pneuma que del logos. La condici¨®n humana consiste en reconocer que a¨²n habiendo tantos c¨®digos, no hay c¨®digos de c¨®digos. La realidad es inagotable. Yo no propongo

soluciones; eso es disolver las cosas. Yo propongo una experiencia de la realidad. No hemos tomado en serio la libertad. Hemos querido reducir la libertad a t¨¦rminos de verdad, de bien, de logos finalmente. Libertad es confianza total, optimismo c¨®smico, aunque seamos opuestos.?

El espiritualismo es para Panikkar un producto de esa parcializaci¨®n absolutizadora en el enfrentamiento con la realidad. ?El espiritualismo es tan falso como el materialismo. Haber puesto a Dios como esp¨ªritu puro es tan err¨®neo como considerarlo materia pura. Es acentuar un lado de la dicotom¨ªa. Dios no existe, no es, sin todo lo dem¨¢s. Pensar que se puede dejar el cuerpo para salvar el alma es algo inaceptable. Pero no se debe ahogar ninguno de los gritos o deseos del mundo circundante. La espiritualidad ser¨ªa aquello que precisamente intenta no s¨®lo superar la dicotom¨ªa entre esp¨ªritu y materia sino la dicotom¨ªa bueno-malo, el aspecto moral, que no puede ser trasladado al ¨²ltimo plano, al ontol¨®gico. La espiritualidad debe superarlo todo. El amor, o como lo llamemos, supera las dicotom¨ªas.?

El cambio en el cristianismo

El cambio en el cristianismo es necesario y urgente para Raimundo Panikkar, aunque no se sea cristiano. ?Haber convertido a Dios en su imagen mono te¨ªsta-hebraica, ni responde a la visi¨®n cristiana ni a la experiencia vivida. No se trata de demostrar o dejar de demostrar -eso ser¨ªa logos-, sino que la experiencia de lo divino debe convertirse en algo radical dentro del cristianismo. La idea de Dios de los te¨®logos cat¨®licos, a m¨ª no me satisface. Con logos no se puede vivir. S¨®lo con experiencia m¨ªstica se puede vivir a Dios. El concepto vigente ni es Dios ni nada. ??Tampoco se puede sustituir ese Dios por el hombre -prosigue-. Si la ¨²nica conciencia la racional. Feuerbach tiene raz¨®n. Sin una visi¨®n m¨ªstica no se puede vivir a Dios. En m¨ª transita una conciencia de la que no soy autor ni factor, pero que me pone en comunicaci¨®n con lo real. Sin esta vivencia, que no se expresa en palabras, no puedo hacer nada. La conciencia es a-palabra. Todo esto implica una conversi¨®n radical. Sin el est¨ªmulo de otras tradiciones religiosas, el cristianismo se encuentra muy depurado. ?

?Esta renovaci¨®n -concluye- de la teolog¨ªa cristiana es una tarea insoslayable para aquella parte de la humanidad que, desde hace veinte siglos, ha vivido de, contra con el s¨ªmbolo de Jes¨²s. Todo esto afecta a cristianos, ateos, comunistas, marxistas. Habr¨ªa que distinguir entre individualidad e identidad en Jesucristo. Individualidad es lo que la polic¨ªa aprehende, por ejemplo, cuando detiene a alguien que infringe una norma de tr¨¢fico u otras, y conoce el nombre, apellidos del individuo, etc¨¦tera, mientras identidad es todo lo que se le escapa a la polic¨ªa en ese momento sobre la persona en cuesti¨®n. Nadie que ame o crea en Jes¨²s estar¨¢ contento hasta que no se superen todas las especulaciones teol¨®gicas, hasta que la identidad de Jes¨²s se aprehenda en una relaci¨®n personal, inefable..., m¨ªstica. La tarea del Occidente moderno ser¨ªa recuperar ese signo de Jes¨²s. Debe hacerse lo que sea, eliminarlo, reconstruirlo, pero por lo menos digerirlo. Si no, se puede indigestar. ?