Kay Winding y Roland Kirk, la actualidad del jazz
En los ¨²ltimos d¨ªas, la actualidad ?jazz¨ªstica? ha estado marcada por la presencia en Madrid de Kay Winding y por la muerte de Rahsaan Roland Kirk.Kay Winding, dan¨¦s de nacimiento, fue, junto a J. J. Johnson, uno de los m¨¢s notables impulsores del bop, particularmente en su instrumento, el tromb¨®n, que en manos de ambos adquiri¨® su verdadera dimensi¨®n como instrumento solista. Despu¨¦s de haber pasado por las bandas de Benny Goodmann y de Stan Kenton, y encontrar a J. J. Johnson en la Miles Davis Capitol Band, form¨® con ¨¦l un grupo (1955, tras un a?o en la Metronome All Star Band), de dos trombones m¨¢s secci¨®n r¨ªtmica, que, superando todas las ideas preconcebidas acerca de la monoton¨ªa de una formaci¨®n de este tipo, obtuvo un gran ¨¦xito comercial.
Sin embargo, pronto se hizo evidente que el problema del grupo no era tanto esa anunciada monoton¨ªa (superada por ambos instrumentistas mediante la sabia utilizaci¨®n de todos los posibles timbres del tromb¨®n, incluidos efectos de sordina), como una cierta tendencia a la repetici¨®n en los riffs. Debido a ello disolvieron el grupo un a?o m¨¢s tarde. Kay Winding form¨® entonces con cuatro trombones m¨¢s secci¨®n r¨ªtmica, grupo con el que pr¨¢cticamente ha venido trabajando desde entonces.
De forma sorprendente, y tal vez desconociendo el panorama ?jazz¨ªstico espa?ol?, Kay Winding se ha trasladado desde California a Mijas, por lo cual es posible que se le vea por nuestros escenarios con mayor frecuencia. Su presentaci¨®n en Madrid estuvo presidida por un sano swing, con temas de Duke Ellington, Cole Porter y otros, adem¨¢s de alguna composici¨®n propia, como Danish Blue.
Por su parte, la muerte de Roland Kirk supone no s¨®lo la desaparici¨®n de un gran m¨²sico, sino de uno de los mayores espect¨¢culos del mundo del ?jazz?. Kirk, ciego, se traslad¨® desde Columbus (Ohio) hacia Chicago, all¨¢ por los a?os sesenta. Musulm¨¢n convencido, su espectacularidad en escena (tres saxofones al cuello, que llegaba a tocar simult¨¢nea mente, sus cantos mientras tocaba la flauta con la nariz, la utilizaci¨®n de instrumentos de viento arcaicos como el stritch, el mancello, el flex¨¢fono o el como ingl¨¦s) provocaron el que r¨¢pidamente destacara de entre sus compa?eros.
En un principio, la gente, acud¨ªa a verle esperando ese n¨²mero circense que Kirk nunca regateaba. Sin embargo, la profunda vitalidad de su m¨²sica, firmemente anclada en la tradici¨®n musical negra; en el ?blues?, le convirtieron en uno de los saxofonistas m¨¢s respetados.
Roland Kirk, que reintrodujo en el ?jazz? de manera fulminante el esp¨ªritu l¨²dico que ten¨ªa en su nacimiento (aqu¨ª hay que mencionar adem¨¢s a Louis Armstrong, a Dizzy Gillespie o a Sonny Rollins) dictaba en 1968 unas l¨ªneas de presentaci¨®n a su ¨¢lbum The inflated tear: ?Alg¨²n d¨ªa esta l¨¢grima (tear) explotar¨¢, y cuando lo haga, espero que la buena gente la comprender¨¢, tome el camino que ella tome?.
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