Nicolas, un piloto privado, gan¨® el Rallye de Montecarlo
Un piloto privado, el franc¨¦s Jean Pierre Nicolas, gan¨® la 46 edici¨®n del Rallye de Montecarlo, primera prueba puntuable para el campeonato del mundo de marcas. Desde que, al final de la d¨¦cada de los 50 -en 1956 fue la ¨²ltima victoria de un privado, Adams, con Jaguar-, las f¨¢bricas de autom¨®viles comenzaron a participar de manera oficial en esta carrera, d¨¢ndole el auge que ahora tiene, nunca un privado hab¨ªa podido imponerse a su poder¨ªo.
En esta edici¨®n, Nicolas -que s¨®lo se hab¨ªa entrenado cinco d¨ªas con un peque?o utilitario- bati¨® en toda la l¨ªnea al potent¨ªsimo equipo Fiat-Lancia, que, seguro de su victoria, hab¨ªa llegado incluso a hacer planes previos a la carrera sobre qui¨¦n ser¨ªa, de entre sus veh¨ªculos, el vencedor. El descalabro de Fiat y Lancia viene incrementado por el hecho de haber sido tambi¨¦n batidos por los peque?os Renault-5, a los que nadie parec¨ªa dar opci¨®n alguna. Un rallye que se preve¨ªa sin inter¨¦s, puede haber significado el principio de la vuelta de los pilotos privados y un nuevo planteamiento de las marcas.La te¨®rica superioridad de Fiat cre¨®, en el seno del equipo Fiat-Lancia (Fiat es propietario de Lancia), muchas tensiones antes de la carrera. As¨ª, Sandro Munari, piloto de Lancia, cuatro veces ganador de la prueba y m¨¢ximo aspirante a la victoria en esta edici¨®n, era obligado a ceder el triunfo a los hombres de Fiat. Los intereses publicitarios y comerciales de la marca exig¨ªan el triunfo de uno de los Fiat- 131 antes que los Lancia Stratos.
Por esta raz¨®n, Munari se neg¨® primeramente a tomar parte en el juego, optando por no tomar la salida. Sin embargo, il drago fue pr¨¢cticamente obligado a salir por sus directores, aunque, extra?amente, se le rompi¨® el coche antes de que la carrera hubiera empezado realmente.
Diferencias en la nieve
Pero las cosas no iban a resultar tan sencillas como los t¨¦cnicos de Fiat hab¨ªan previsto. El temporal de nieve que ha azotado toda la zona alpina donde se desarrolla gran parte de la carrera iba a dar cierta ventaja a coches m¨¢s peque?os, menos potentes -130 caballos por 280 de los Lancia y 225 de Fiat-, pero m¨¢s manejables, como los Renault-5. La f¨¢brica francesa hab¨ªa alineado dos veh¨ªculos oficiales, con todo apoyo de la R¨¦gie por detr¨¢s -lo que no es poco-, y ¨¦stos comenzaron pronto a presentar batalla a los Fiat y Lancia. As¨ª, ante el asombro de todos, los dos peque?os Renault-5 Alpine figuraban en cabeza de la carrera al t¨¦rmino de la etapa de concentraci¨®n, que finalizaba con cinco pruebas especiales de velocidad. Ante esta sorpresa, el equipo Fiat-Lancia argumentaba que el estado de las carreteras no le favorec¨ªa; que atacar¨ªan m¨¢s tarde al no creer que los R-5 aguantasen el esfuerzo hasta el final, y qu¨¦, de cualquier forma, la vict¨®ria acabar¨ªa en poder de Fiat.Se equivocaron en todo y primeramente porque si el estado de las carreteras no favorec¨ªa a los coches potentes, el franc¨¦s Nicolas se encargaba muy pronto de demostrar lo contrario. Con un Porsche pr¨¢cticamente de serie, corriendo como piloto privado, con s¨®lo cinco d¨ªas de entrenamiento; con una asistencia t¨¦cnica formada casi por amigos -el cami¨®n que llevaba los neum¨¢ticos, adem¨¢s, cay¨® en una cuneta durante el recorrido final-, y con un coche cuya ¨²nica arma a su favor era la de la potencia, frente a una estabilidad sobre nieve m¨¢s que problem¨¢tica, se colocaba en cabeza en los primeros compases de la segunda etapa. Precisamente ah¨ª comenzaba realmente la carrera, y poco a poco, su ventaja sobre el resto fue en aumento. Detr¨¢s, siempre marcharon los dos R-5, y hasta en los tramos en los que el asfalto estaba m¨¢s limpio de nieve y hielo, en los que los potentes 131 Abarth o Stratos podr¨ªan haberse impuesto, tambi¨¦n se impusieron como Nicolas.
El espa?ol Servia, duod¨¦cimo
Clasificaci¨®n final: 1, Nicolas-Laverne (Francia), Porsche Carrera 6-57-03; 2, Ragnotti-Andrie (Francia), Renault-5 Alpine -vencedor del grupo dos , a 1-52; 3, Frequelin-Delaval (Francia), Renault-5 Alpine, a 2-52; 4, Rohrl-Geisdorfer (RFA), Fiat 131 Abarth, a 3-19; 5, Darniche-Mahe (Francia), Fiat 131 Abarth, a 5-41; 6, Andruet-Petit (Francia), Fiat 131 Abarth, a 6-31;. 7, Mouton-Conconi (Francia), Lancia Stratos -vencedora femenina-, a 8-47; 8, Verini-Rossetti (Italia), Fiat 131 Abarth, a 11-58; 9, Kullang-Gerglung (Suecia), Opel Kadett, a 14-38; 10, Bacchelli-Bernaechini (Italia), Lancia Stratos, a 14-55-; 11, Ormezzano-Rudy (Italia), Opel, a 20-55; 12, Servia-Brustenga (Espa?a), Fiat 131 Abarth, a 21-36.
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