An¨¢lisis doctrinarios sobre "La historia y el cine"
El festival de festivales entra ya en su ¨²ltima etapa, aquella en la que los participantes denotan clara mente la fatiga en sus rostros y, probablemente, en su esp¨ªritu. Los tres ¨²ltimos d¨ªas incluyen la realizaci¨®n del simposio, que en esta ocasi¨®n tiene como tema central el de La historia y el cine, y que como ya apunt¨¢bamos en anterior cr¨®nica consta de cien ponencias, parte de las cuales son le¨ªdas por sus autores.El simposio merece un comentario espec¨ªfico por lo que supone de h¨¢bito de comportamiento autojustificativo. Los numerosos periodistas y estudiosos del cine de los pa¨ªses socialistas -que cuentan en Belgrado con una nutrida participaci¨®n- relatan con constancia, la bondad de los ingentes simposios que se celebran en sus respectivas rep¨²blicas socialistas. Se puede deducir, por tanto, que el encuentro de los estudiosos, con la habitual y tradicional estructura formal de ponencias, le¨ªdas las m¨¢s de las veces con tono uniforme y mon¨®tono, gozan por estos pagos de indudable atractivo. Los ponentes, casi todos ellos con amplios t¨ªtulos burocr¨¢ticos a sus espaldas, adoptan aires acad¨¦micos para leer unas escas¨ªsimas cuartillas -afortunadamente el tiempo disponible es limitado- en las que resumen su aut¨¦ntica ponencia.
Los amplios t¨ªtulos y los aires profesorales no conllevan el rigor anal¨ªtico en las exposiciones. De esta manera, la inacabable sesi¨®n de apertura del congreso era tribuna c¨ªclica para escuchar referencias a Eisenstein, Pudovkin o Griffith.
Resulta ya bastante significativo que los especialistas cinematogr¨¢ficos tomen como constante las pel¨ªculas realizadas en los a?os veinte. Por supuesto, conocen perfectamente la filmograf¨ªa moderna, pero parece que ¨¦sta no adquiere categor¨ªa suficiente para ser analizada en el simposio. De los expositores, el m¨¢s moderno en sus postulados es el venerable buda Guido Aristarco, que tuvo a bien narrarnos las fichas de los filmes neorrealistas m¨¢s destacados denotando en definitiva un perfecto anclaje en el pasado, caracter¨ªstica com¨²n de los doctos ponentes.
Otra de las caracter¨ªsticas pr¨¢cticamente comunes de quienes comunicaron sus reflexiones es la de entroncar su discurso en una lucha antifascista, con reiteradas referencias a la libertad de los pueblos en un tono panfletario, poco acorde con la complejidad de los temas tratados. En definitiva el simposio -epicentro sociocultural de todo festival socialista que se precie- es una reuni¨®n de intelectuales pl¨²mbeos convencidos de antemano de que su comunicaci¨®n es, sin duda, la que aporta mayores innovaciones a la comprensi¨®n de los movimientos cinematogr¨¢ficos de hace treinta o cincuenta a?os. Ninguna referencia a la manipulaci¨®n did¨¢ctica de la historia, ninguna cr¨ªtica a los sistemas establecidos, ninguna duda sobre quien posee la verdad y la clave de la historia, ni siquiera sobre la propia existencia de lo cierto, de lo ¨²nicamente verdadero. En resumen: una ingenua reuni¨®n de doctrinarios.
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