Graves acusaciones sobre el penal de El Dueso

(Viene de la primera p¨¢gina)

El abogado Unzurrunzaga transmiti¨® a los periodistas la conversaci¨®n que hab¨ªa mantenido con su defendido, Alejandro Ech¨¢niz: ?Alrededor de las cuatro de la madrugada del d¨ªa 3, los antidisturbios se presentaron en la c¨¢rcel de Martutene y me trasladaron aqu¨ª. Cuando llegu¨¦, me desnudaron y como toda prenda, me pusieron un buzo. Despu¨¦s me metieron en una celda ¨ªnfima, de peque?¨ªsima capacidad, que comparto con otro preso. Tan s¨®lo disponemos de dos colchonetas, apiladas en literas, unas cuantas mantas, dos platos, dos cucharas y un orinal, que s¨®lo nos dejan salir a vaciarlo a las siete de la ma?ana de cada d¨ªa. No tenemos jab¨®n, ni toallas, ni nos dejan afeitar. Tambi¨¦n nos proh¨ªben fumar, y ¨²nicamente salimos al patio cada tres d¨ªas. Por lo dem¨¢s, estamos incomunicados. No nos dejan recibir visitas, ni cartas, ni hablar con los dem¨¢s compa?eros. Cuando nosotros necesitamos escribir al abogado, la direcci¨®n nos supervisa la carta antes de enviarla al correo y nos someten a una serie de torturas ps¨ªquicas como apagarnos la luz a las doce de la noche y volverla a encender de s¨²bito a las cuatro de la madrugada. Esta operaci¨®n la repiten varias veces. Los funcionarios nos gritan continuamente diciendo que no nos dejar¨¢n fumar nunca, y otras cosas parecidas.?

El abogado de Alejandro Ech¨¢niz dijo que le hab¨ªa encontrado ?en muy mal estado. Temblaba continuamente, estaba helado, ten¨ªa unas ojeras profundas, y su aspecto era, en general, lamentable?.

Pese a la incomunicaci¨®n, los presos logran hablar por las ventanas, y de esta manera saben que han sido trasladados reclusos enfermos y que las curas de urgencia las hacen en las mismas celdas. ?Para vosotros no hay enfermer¨ªa?, cuenta Alejandro que les dijeron. Y, efectivamente, los enfermos conviven con los sanos como si nada pasara. Hay que a?adir, adem¨¢s, que cien reclusos se han autolesionado.

De los quinientos presos trasladados, han podido averiguar que 72 proceden de Carabanchel, de los cuales doce fueron sacados de la cama del Hospital Penitenciario por los antidisturbios; veintitr¨¦s, de Burgos; once, de Zaragoza; dos, de Pamplona; doce, de Valencia; dieciocho, de C¨®rdoba; siete, de Oca?a; once, de Bilbao; cuatro, de San Sebasti¨¢n, y 67, de Barcelona. De ellos, se calcula que cerca de 350 se encuentran en prisi¨®n preventiva, circunstancia que contraviene la ley,

Los abogados aseguran que la visita que ten¨ªan prevista los senadores al penal de El Dueso ha sido ?sospechosamente retrasada? y que se han puesto ya en contacto con el abogado Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s y con el senador Jos¨¦ Mar¨ªa Xirin¨¢cs, a fin de que se ponga remedio a la situaci¨®n.

El nuevo director de El Dueso, Domingo D¨ªaz-Mayordomo, ha sido trasladado recientemente ?para que dirija la operaci¨®n?, dicen los abogados, y procede de uno de los penales m¨¢s duros del pa¨ªs, la c¨¢rcel de Cartagena.

En una nueva entrevista mantenida por cinco abogados llegados de Barcelona, Madrid y Bilbao, el se?or D¨ªaz-Mayordomo se limit¨® a decir que cumpl¨ªa el reglamento, lo que le fue rebatido por ¨¦stos, que adujeron como ejemplo el hecho de que los presos llevan trece d¨ªas ?en per¨ªodo de observaci¨®n? -tal y como dijo el director-, mientras que el nuevo Reglamento de Instituciones Penitenciarias limita estos per¨ªodos a 72 horas.

Ayer por la noche los cinco abogados (Jos¨¦ Ram¨®n del R¨ªo, Juan Cruz Unzurrunzaga, Marc Palmes, Jos¨¦ Posch, F¨¢tima Macho y Manuel Hern¨¢ndez Rodero) enviaron un telegrama al ministro de Justicia, Landelino Lavilla, en el que se muestran ?horrorizados por el tratamiento a los presos y detenidos del penal de El Dueso?, comunican la presentaci¨®n de una denuncia ante el Juzgado de Instrucci¨®n de Santo?a.

En la ma?ana de hoy se interpuso denuncia contra el director de la prisi¨®n en el juzgado citado. Por ¨²ltimo, los abogados en cuesti¨®n informaron que tienen conocimiento de la construcci¨®n de dos penales de seguridad especial, situados en Herrera de La Mancha y Oca?a.