El guerrero cansado
El hombre clave Direcci¨®n: Robert Mullig¨¢n. Gui¨®n: Eric Roth. Int¨¦rpretes: Jason Miller, Linda Haynes, Victor French. EE. UU. Cine negro. 1974. Local de estreno: Gayarre.M¨¢s que cansado, marginado; antes que derrotado, muerto, Cooper ve c¨®mo su mundo, ese universo entre amable y enemigo, se desmorona bajo sus pies, le obliga a defenderse a la espera de un final definitivo. Protagonista total y ¨²nico de esta historia, tras haber luchado, vencido y alzado su propio imperio personal, del cual es s¨ªmbolo su manojo de llaves que nunca abandona y que le abren todas las puertas, se siente cercado, envejecido. Sabe que su hora ha pasado ya; se lo anuncian veladas amenazas, se lo dicen los compa?eros en su cumplea?os, los nuevos hombres de negocios, los nuevos modales, los nuevos asesinos.
A pesar de todo, Cooper no puede, no sabe resignarse. A sabiendas de que su mundo se le vuelve en contra, de que su calle, en tiempos coto cerrado, ya no supone exclusivo monopolio, que su gente no le obedece porque se ha vuelto vieja tambi¨¦n se embarca por ¨²ltima vez en un postrer negocio que, como ¨²ltimo tren hacia la estaci¨®n de la buena esperanza, no llegar¨¢ a feliz t¨¦rmino.
Los guerreros cansados, acosados, no sirven para gran cosa. Ni siquiera despiertan compasi¨®n, recelo o simpat¨ªa. S¨®lo el templado amor de los viejos y los d¨¦biles antes de ser a la postre aniquilados. Todo el relato de Roth y Mulligan se halla visto desde tal prisma pesimista; viene a mostrarnos la degradaci¨®n progresiva de un h¨¦roe que se resiste a tomar conciencia de su ruina, de que su papel ha terminado, en un mundo en trance de cambiar y que no sabe renunciar, dimitir de s¨ª mismo.
Filme de exclusivo personaje, su an¨¢lisis desde que el mecanismo de su destrucci¨®n comienza, aparece montado y contado con extrema precisi¨®n en el ambiente de Los Angeles, captado con realismo. Sin embargo, tal precisi¨®n resulta a la larga mon¨®tona, implacable, a pesar de que se intente aliviarla con algunas peque?as dosis de violencia. Se trata, pues, de un frio relato en el que sue?o y realidad, aventura y pesadillas se nos dan, sobre todo, a trav¨¦s de recursos verbales. La acci¨®n exterior cuenta poco, as¨ª como los contados personajes secundarios. Todo sucede m¨¢s que en las calles de la ciudad en sus t¨ªpicos almacenes y bares, en el rostro de Jason Miller no del todo expresivo y, en ocasiones, s¨®lo a medias convincente.
Este drama del hombre frente a sus circunstancias, contra un destino impuesto, viene a caer as! en secuencias de excesivo hermetismo que no alivian otras como la del festivo cumplea?os o el buen duelo final junto al que desentona un desenlace teatral y efectista. Hay mucha literatura en este hombre que abre todas las puertas, la cual no le va mal del todo a un filme que quiere ser duro y negro, de aristas poco amables, personal y extra?o en la actual producci¨®n americana. Muy diferente de aquel Verano del 42 que dio fama a su autor entre nosotros, una y otra pel¨ªcula coinciden en una com¨²n nostalgia de tiempos pasados y quiz¨¢ m¨¢s felices. Aquellos ni?os que descubr¨ªan el amor en las playas vac¨ªas de una lejana guerra son este Cooper de hoy, acosado por nostalgias y recuerdos. De una Am¨¦rica a otra, Robert Mulligan nos da a conocer, o mejor sentir muy pat¨¦ticamente, junto a sus aventuiras particulares, el correr apresurado y doloroso del tiempo y las edades.
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