La vida amorosa de Marx
La vida amorosa de Marx
Pierre Durand
Libros Dogal. Madrid, 1978
La vida amorosa de Carlos Marx contiene todas las contradicciones que son comunes entre los personajes que con su labor revolucionaria han puesto los cimientos de numerosos cambios sociales y pol¨ªticos.
Si se sit¨²an fuera del contexto en que se producen y se a¨ªslan en el tiempo, tales contradicciones har¨ªan aparecer hoy al autor de El capital como un reaccionario con respecto a la vida cotidiana.
Las ideas de Carlos Marx sobre el divorcio, por ejemplo, casar¨ªan perfectamente hoy con las que mantienen personajes de la derecha espa?ola, la civilizada y la otra. El matrimonio, cre¨ªa Marx, no debe ser disuelto sino cuando est¨¢ roto. Las leyes que reg¨ªan en su pa¨ªs con relaci¨®n al tema eran inmorales porque ten¨ªan en cuenta la felicidad del individuo y no proteg¨ªan suficientemente a la familia.
En su correspondencia con el pretendiente de su hija, un cubano que no parec¨ªa tener ni ofici¨® ni beneficio, El Moro -como se llamaba cari?osamente a Marx- expone todas las dificultades existentes para que Jenny contraiga matrimonio. La penuria econ¨®mica en que viven ambos es el mayor impedimento. Ante ese imponderable, y a la vista de la distancia que hay entre el noviazgo y el matrimonio, el joven cubano debe reprimir su pasi¨®n er¨®tica latinoamericana, que, al parecer, asusta a Marx.
En la ¨¦poca en que su mujer enferma y una amiga de la familia acude a cuidar a los ni?os, Carlos Marx deja encinta a la generosa colaboradora. Federico Engels, con quien Marx lleva una relaci¨®n amistosa realmente ejemplar, se hace cargo del desliz, y el matrimonio se salva civilizadamente. Un matrimonio que es, por otra parte, una uni¨®n perfecta que parece colmar los ideales que Carlos Marx tiene sobre este tipo de uni¨®n entre hombre y mujer.
La biograf¨ªa de Pierre Durand est¨¢ escrita con respeto y humildad. En realidad, el libro es una sucesi¨®n de documentos escritos por el propio Marx y por su mujer. Durand los recompone hasta crear una imagen desmitificada de uno de los seres m¨¢s mitificados de la reciente historia cultural y pol¨ªtica del mundo.
Sin embargo, la intenci¨®n del autor de este libro no es la desmitificadora, porque al final no se cae ning¨²n mito, sino que se crea un retrato fresco y humano de un ser que, como bien dicen los editores del volumen, despu¨¦s de dominar la historia cae preso de ella a trav¨¦s de su profundo amor por una mujer cuya muerte lo arrastra a la tristeza y a la falta de creatividad.
Mientras dura Jenny, Carlos Marx es capaz de salvar todas las profundas desgracias de su vida cotidiana. El poder que tiene la obra del autor del Manifiesto comunista resulta subrayado por la capacidad que demostr¨® para vivir, en las circunstancias m¨¢s penosas en que pueda desarrollarse la vida de un hombre. Por encima de ese pozo en el que vivi¨® surge en el libro de Durand un Marx juerguista y bebedor, que fuma el peor tabaco para calmar el hambre y disfruta como un ni?o disparando piedras contra los ¨¢rboles del parque de Hampstead, en Londres, donde luego ser¨ªa enterrado.
Este es un libro que deber¨ªa servir de pr¨®logo o de ep¨ªlogo a cualquier lectura de Carlos Marx o de alguno de sus seguidores. Quedar¨ªa en la mente la frescura de una existencia que los an¨¢lisis pol¨ªticos y sociol¨®gicos nos han negado sistem¨¢ticamente para ofrecemos un Marx de cart¨®n piedra en vez de este Marx cursi, revolucionario o entristecido que realmente existi¨® vagando por Par¨ªs, Bruselas, Londres o la Tr¨¦veris donde comenz¨® el gran amor de su vida.
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