La autonom¨ªa vasca
? Despu¨¦s de Catalu?a, el Pa¨ªs Vasco dispone de un Gobierno aut¨®nomo. El Consejo General instituido el viernes 17 de febrero, en Vitoria, comprende quince miembros, designados por los representantes de los distintos partidos pol¨ªticos proporcionalmente a los resultados que hab¨ªan obtenido en las legislativas del 15 de junio...El acontecimiento del 17 de febrero es, sobre todo, la designaci¨®n como presidente de Ram¨®n Rubial, una figura hist¨®rica del socialismo espa?ol, elegido por una peque?a diferencia frente al hombre fuerte del partido nacionalista, Juan Ajuriaguerra...
La tarea esencial del Consejo General ser¨¢, en efecto, preparar el estatuto de autonom¨ªa del Pa¨ªs Vasco. Este ¨®rgano provisional debe renovarse despu¨¦s de las elecciones municipales de 1978...
Tres de las cuatro provincias vascas espa?olas est¨¢n representadas en el seno del Consejo: Vizcaya, Guip¨²zcoa y Alava. Navarra, que plantea un problema particular, decidir¨¢ o no integrarse despu¨¦s de las municipales y de la renovaci¨®n de sus propias instituciones regionales...
En el mismo esp¨ªritu democr¨¢tico, los dirigentes vascos han afirmado ya que el poder ser¨ªa ejercido de forma colegial, es decir, por el Consejo ¨ªntegro y no por su presidente. Tienen el sentimiento de haber adoptado una forma de representaci¨®n y un tipo de gobierno superior al que existe en Catalu?a, donde la Generalidad est¨¢ dirigida por el muy presidencialista Josep Tarradellas.
Sobre un punto al menos, el Consejo se parece a la Generalidad: debe luchar para arrancar poderes y, en particular, por obtener de Madrid la autonom¨ªa fiscal del que se beneficiaban Vizcaya y Guip¨²zcoa antes de la llegada de Franco. Sin embargo, la creaci¨®n del Consejo General no ser¨¢ suficiente para desarmar a los guerrilleros de ETA: han comunicado que para abandonar la lucha armada deben obtener satisfacciones que no se limitan a la constituci¨®n de un poder regional: amnist¨ªa total, expulsi¨®n del Pa¨ªs Vasco de la polic¨ªa espa?ola, reconocimiento de la soberan¨ªa nacional, o sea el, derecho a la independencia del Pa¨ªs Vasco; las exigencias de ETA demuestran un extremismo inquietante. Pero si el Gobierno aut¨®nomo trabajara bien y r¨¢pido, podr¨ªa arrebatar a la guerrilla la cobertura pol¨ªtica y popular de la que disfruta todav¨ªa, pese a la ca¨ªda de su prestigio. Es lo que espera Adolfo Su¨¢rez y con ¨¦l la casi totalidad de los parlamentarios vascos.
, 20 febrero
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