Pete Seeger, el juglar m¨¢s influyente de Estados Unidos
Los pr¨®ximos 10 y 11 de marzo actuar¨¢ en Barcelona y Madrid
Pete Seeger actuar¨¢ en Barcelona y Madrid los d¨ªas 10 y 11 de marzo. Este es el tipo de noticia que hace s¨®lo unos meses hubiera cubierto de sonrisas esc¨¦pticas los rostros de todos los aficionados espa?oles. Sin embargo, hoy, despu¨¦s del advenimiento de Joan Baez, la llegada del llamado Thomas Jefferson de la m¨²sica falkl¨®rica americana (Washington ser¨ªa en esta clasificaci¨®n Woody Guthrie) se realizar¨¢ en un clima de tranquilidad, que s¨®lo puede ser beneficioso para su imagen.Pete Sceger naci¨® en 1919 en la muy neur¨®tica ciudad de Nueva York, ex¨¢ctamente un 3 de mayo. Su iniciaci¨®n musical, de la mano de sus padres, fue m¨¢s bien cl¨¢sica, hasta que, a los diecis¨¦is a?os, dominando ya el ukelele y el banjo, entre otros instrumentos, comenz¨® a interesarse por la m¨²sica folkl¨®rica.
Sus influencias durante los primeros a?os se repartieron entre Alan Lomax (recopilador de miles de temas folk para los archivos de la biblioteca del Congreso), Huddie Leadbetter Leadbelly (uno de los m¨¢s agresivos y personales bluesman que ha producido la se gregada Am¨¦rica negra) y Woody Guthrie. Junto a este ¨²ltimo y Lee Hays, Millard Campbell y otros, Seeger form¨® el grupo The Almanac Singers, que, continuando las actividades previas de cada uno de sus componentes, recorri¨® Estados Unidos y norte de M¨¦xico actuando en los locales sindicales, calles o esquinas de cualquier ciudad, por m¨ªnima que fuera su importancia. Seeger, que hab¨ªa estudiado en Harvard hasta 1938, se incorpor¨® en 1942 al ej¨¦rcito de Estados Unidos, llevando sus canciones antifascistas (entre las cuales, muchas de la guerra civil espa?ola) a los improvisados escenarios del frente del Pac¨ªfico.
Una vez finalizada la contienda, Seeger se embarc¨® en multitud de proyectos, que, pasando por alguna pel¨ªcula, como And hear my banjo play, la fundaci¨®n de Peoples Songs Inc, una obra de teatro (Dark of the Moon) y la campa?a presidencial del candidato del Partido Progresista Henry Wallace, culminaron en 1948 con la formaci¨®n de los Weawers, uno de los m¨¢s influyentes grupos falkl¨®ricos que hayan existido nunca. El grupo vendi¨® en cuatro a?os m¨¢s de cuatro millones de discos, y Seeger permaneci¨® en ¨¦l hasta 1957, dejando tras de s¨ª canciones ya cl¨¢sicas, como Kisses Sweater than wine (masacrada a?os m¨¢s tarde por Nancy Sinatra y Lee Hazlewood).
Ya en plena guerra fr¨ªa (1955), Seeger fue citado ante el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas del senador Mac Carthy. La caza de brujas llegaba hasta personas que, evidentemente, no parec¨ªan sospechosas de subversi¨®n, pero Seeger acept¨® declarar invocando la libertad de expresi¨®n y asociaci¨®n y explicando que en toda mi vida no he hecho nada de naturaleza subversiva. A pesar de ello, fue condenado en 1961 a un a?o de c¨¢rcel por su pertenencia a organizaciones marxistas. Aunque esta pena le fue levantada al a?o siguiente, muchas cadenas de radio y televisi¨®n contin¨²an boicote¨¢ndole hasta extremos ya rid¨ªculos. Desde hace a?os ha disminuido sus giras y permanece el m¨¢ximo tiempo posible en su casa, a orillas del Hudson, preparando mermeladas de frambuesa y contemplando las tormentas en compa?¨ªa de su mujer y de sus hijos.
La biograf¨ªa escuetamente enunciada hasta el momento ya es lo suficientemente expresiva como para convertir la venida de este hombre en un acontecimiento. No existe cantante folk americano, desde Baez hasta Dylan, pasando por Arlo Guthrie o Tom Paxton, que no haya sentido su influencia. En Espa?a y, m¨¢s concretamente, en Madrid, canciones como Litile boxes (Cajitas) fueron casi-¨¦xitos en la voz de Adolfo Celdr¨¢n y sus compa?eros de promoci¨®n. Pero, con todo ello y la definitiva popularizaci¨®n de We shall Overcome, la importancia de Seeger reside, sobre todo, en su forma de enfrentarse a la canci¨®n popular. Su ejemplo ha servido a tirios y troyanos, a gentes que tomaron la esencia de su trabajo y a otros que utilizaron sus signos externos de cantante-pobre-con-la-guitarra-al-hom-bro para dar credibilidad a canciones sin el menor inter¨¦s musical o popular. Cuthrie y Seeger demostraron que es posible saltarse los canales comerciales del sistema, no acerc¨¢ndose, sino viviendo junto al pueblo problemas que les eran propios.
Ahora, es l¨®gico, Pete Seeger vendr¨¢ a un gran recinto con entrada de pago. Su actuaci¨®n, como la de Baez, estar¨¢, tal vez, te?ida por la nostalgia, pero su presencia servir¨¢ para corporeizar el ideal que ha representado y que hoy en d¨ªa todav¨ªa es v¨¢lido.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.