El Rayo perdi¨® su personalidad

El Espa?ol, equipo que en esta Liga a¨²n no hab¨ªa puntuado nunca fuera, empat¨® en Vallecas. Jug¨® el Rayo espl¨¦ndidamente durante los primeros veinte minutos, en los que Urruti evit¨® goles cantados. Despu¨¦s los madrile?os perdieron su personalidad, y con la salida de Solsona el Espa?ol domin¨® totalmente el encuentro.La salida del Rayo fue en tromba. Sus jugadores no regatearon esfuerzos, y a los veinte minutos de juego hab¨ªan conseguido un gol de las seis buenas oportunidades que tuvieron de marcar. El Espa?ol cape¨® el temporal como pudo, sin direcci¨®n en el centro del campo y nulidad atacante.

En esa primera fase, el Rayo fue el equipo de los grandes encuentros. Imparable porque acos¨® lo indecible a los jugadores contrarios cuando ¨¦stos tuvieron el bal¨®n y creador de grandes ocasiones. de marcar porque siempre desbord¨® en la jugada a la defensa contraria. Tuvo la suerte el Espa?ol de encajar s¨®lo un gol en ese per¨ªodo en que estuvo a merced del Rayo. Luego se estir¨® algo hacia la puerta de Alc¨¢zar cuando sus jugadores paulatinamente dejaron de estar sometidos a una agobiante presi¨®n de marcaje, pero sin excesivo peligro. El Rayo busc¨® en la defensa casi siempre la jugada del fuera de juego, lo que a punto estuvo de costarle un gol a un minuto del descanso; Rial sali¨® tarde y permiti¨® a Mara?¨®n arrancar desde posici¨®n reglamentaria; la salida de Alc¨¢zar evit¨®, el empate en esos momentos.

El desfondamiento del Rayo en la segunda parte fue decisivo. Faltaron fuerzas para llevar el bal¨®n hacia campo contrario y para parar a un Espa?ol crecido con el mando de Solsona, que actu¨® a sus anchas sin marcador que intentara obstaculizar su juego Guzm¨¢n comenz¨® a acusar las dos semanas de gripe, y Ferm¨ªn, al estar solo en el centro del campo a ralentizar las acciones de su equipo. La salida de Alvarito no arregl¨® absolutamente nada, entre otras cosas, porque Astegiano permaneci¨® en el terreno de juego cuando este jugador dej¨® patente una vez m¨¢s su inefectividad. Se qued¨® sin mordiente el Rayo y aument¨®, adem¨¢s, su lentitud en la zona ancha al pasar a ¨¦sta Nieto para dar entrada a Luna.

El Espa?ol no dej¨® de aprovechar esta gran oportunidad para soltar por primera vez uno de sus negativos y no se conform¨® con el empate cuando Solsona marc¨® el gran gol. Persisti¨® en su ataque porque el Rayo tampoco se lo impidi¨®, y tuvo Solsona en el ¨²ltimo minuto del partido la victoria en su cabeza, pero en vez de rematar a puerta cedi¨® sobre Osorio, que dispar¨¦ alto. Un Rayo desconocido dio las m¨¢ximas facilidades al equipo m¨¢s inoperante de la Liga en los desplazamientos. Y es que Vallecas, en los ¨²ltimos, partidos, est¨¢ siendo un campo f¨¢cil.