La izquierda dif¨ªcilmente conseguir¨¢ la mayor¨ªa en la Asamblea Nacional

Por primera vez desde hace treinta a?os, los partidos de la izquierda en la oposici¨®n se convirtieron el domingo en la fuerza p¨²blica m¨¢s votada de Francia, en unos comicios que conocieron un r¨¦cord de participaci¨®n en este tipo de consultas (83,3 %) desde el fin de la segunda guerra mundial.

Sin embargo, y como consecuencia del sistema de escrutinio en vigor, los partidos de izquierda, que rozaron la mayor¨ªa absoluta del 50 % de votos populares en esta primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, cuentan con muy pocas posibilidades, seg¨²n la mayor¨ªa de los observadores, para convertir ese voto favorable, el pr¨®ximo domingo d¨ªa 19, en una mayor¨ªa de esca?os en la futura Asamblea Nacional.Seg¨²n confesaron ayer destacadas figuras, entre ellas el primer ministro, Raymond Barre, de la hasta ahora mayor¨ªa presidencial, el hecho de que la izquierda no consiguiese el porcentaje de votos que le conced¨ªan las ¨²ltimas encuestas (entre un 52 y un 54 %) se debi¨® en gran medida a la intervenci¨®n, la noche del s¨¢bado, del presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, en un apoyo de ¨²ltima hora y fuera de campa?a a los partidos en el poder.

En espera de los resultados definitivos, hoy probablemente, las ¨²ltimas estimaciones (48,4 % para la oposici¨®n y 46,5 % para los partidos en el poder) confirmaron en parte los pron¨®sticos de las ¨²ltimas semanas de campa?a electoral, pero dejan a la izquierda en una situaci¨®n muy dif¨ªcil de cara a una victoria final en la segunda vuelta del pr¨®ximo d¨ªa 19. Seg¨²n los expertos electorales franceses, la oposici¨®n, que juega en contra del actual sistema de escrutinio, deber¨ªa haber conseguido m¨¢s de un 51 % de votos en la primera vuelta para tener acceso a una mayor¨ªa de esca?os en la Asamblea, tras las decisivas votaciones del d¨ªa 19.

Decepci¨®n socialista

El voto del domingo confirm¨® tambi¨¦n que el Partido Socialista ha conseguido alcanzar la altura del movimiento gaullista, Uni¨®n para la Rep¨²blica (RPR), que durante los ¨²ltimos veinte a?os se hab¨ªa afirmado como la fuerza m¨¢s votada del pa¨ªs. La distancia entre los dos partidos es ahora m¨ªnima a favor del RPR con el 22,6 % de los votos, mientras el PS cuenta con el 22,5 %.

Sin embargo, la decepci¨®n era ayer evidente del lado del campo socialista. El PS esperaba, en efecto, de acuerdo con las encuestas, situarse aproximadamente en un 28 % del total de votos. Conscientes de esa decepci¨®n, los grandes l¨ªderes socialistas pr¨¢cticamente se desvanecieron en la noche del domingo, frente a la locuacidad mostrada ante las c¨¢maras de la televisi¨®n y los micr¨®fonos de la radio por los representantes de las diversas formaciones de la mayor¨ªa presidenc¨ªal y del Partido Comunista.

El hasta cierto punto inesperado resultado obtenido por los socialistas a?ade a¨²n m¨¢s dificultades a una victoria final de la izquierda, adem¨¢s de las que se derivan ya del sistema de escrutinio.

En primer lugar porque el PS no va a poder abordar desde una posici¨®n de fuerza, como esperaba, las dif¨ªciles negociaciones a emprender con los comunistas -que con el 20,5 % han repetido casi el voto de 1973- para formar un frente unido de cara a la segunda y definitiva vuelta del pr¨®ximo domingo.

Y en segundo lugar, porque el voto obtenido por el PCF va a hacer que, en los ballotages del d¨ªa 19, haya un n¨²mero mayor de lo previsto de candidatos comunistas en representaci¨®n de una eventual izquierda unida, lo que dificultar¨¢ el trasvase final de votos de la izquierda hacia ese candidato mejor colocado, teniendo en cuenta las reservas de parte del electorado socialista y de los Radicales de Izquierda hacia el PCF.

Satisfacci¨®n en la mayor¨ªa

Del lado de la mayor¨ªa presidencial, por el contrario, se respiraba una cierta satisfacci¨®n, a pesar de haber sido batida en esta primera vuelta. Pero tanto el primer ministro, Raymond Barre, como el ministro del Interior, Christian Bonnet, afirmaron que ?nada estaba jugado todav¨ªa?.

Inmediatamente despu¨¦s de conocerse las primeras estimaciones finales, el dirigente gaullista Jacques Chirac propuso a los otros partidos de la oposici¨®n una reuni¨®n urgente con el objeto de redactar una declaraci¨®n com¨²n de cara a la segunda vuelta. En esa reuni¨®n no se abordar¨ªa el problema de los desistimientos mutuos, ya acordado al principio de la campa?a.

Los partidos de la mayor¨ªa han encontrado, por otra parte, una inesperada arma de contraataque en las declaraciones hechas, el mismo domingo por la noche, por el secretario general del PCF, Georges Marchais, en una conferencia de prensa celebrada en los locales del diario comunista L?Humanit¨¦. Tras invitar a los dirigentes de los otros partidos de izquierda a una reuni¨®n ?cumbre? para la noche del 13, el l¨ªder comunista insisti¨® en que, dentro de un acuerdo sobre desistimiento mutuo para la segunda vuelta, se deber¨ªa llegar a un consenso sobre la actualizaci¨®n del programa com¨²n de 1972.

Para los partidos de mayor¨ªa, las declaraciones de Marchais traducen la intenci¨®n del PCF de imponer sus condiciones a un PS vacilante como consecuencia de su decepci¨®n electoral. El fantasma de una Unidad de Izquierda ?de ¨²ltima hora? conseguida ?bajo los dictados de Marchais? est¨¢ siendo utilizado por centristas, giscardianos y gaullistas como el mejor argumento para ?abrir los ojos? a una amplia fracci¨®n del electorado moderado del PS y los Radicales de Izquierda.

Una segunda vuelta dram¨¢tica

Sin embargo se trata de la primera vez que la oposici¨®n afronta la segunda vuelta de las elecciones desde una posici¨®n mayoritaria en votos y que esa victoria puede ?generar una din¨¢mica de unidad dentro de la izquierda capaz de superar las actuales dificultades?, seg¨²n se?alaba ayer una comentarista de la televisi¨®n.

En todo caso, el hecho de que las diferencias entre los dos frentes - mayor¨ªa y oposici¨®n- sea menor del que se esperaba, a?ade un nuevo tinte dram¨¢tico a la votaci¨®n del d¨ªa 19, en la que se debe decidir casi el 80% de los esca?os de la Asamblea.

Finalmente, los analistas insisten la ?desconexi¨®n? que se puede producir entre una Asamblea ganada en ¨²ltima instancia a mayor¨ªa actual por un escaso margen de esca?os y un electorado que el domingo pasado, se pronunci¨® mayoritariamente por los partidos de oposici¨®n