EEUU y la URSS renuevan sus conversaciones nucleares
El secretario norteamericano de Estado, Cyrus Vance, posiblemente tenga que enfrentarse a la presi¨®n sovi¨¦tica para que Washington haga concesiones en la nueva ronda de negociaciones sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas (SALT II), que se iniciar¨¢ en Mosc¨² esta semana, opinan los analistas extranjeros destacados en Mosc¨².Vance llegar¨¢ esta noche a la capital sovi¨¦tica, procedente de Londres, y tiene previsto celebrar dos o tres d¨ªas de conversaciones con el ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Andrei Gromyko, sobre las estancadas negociaciones SALT II.
La posici¨®n de la l¨ªnea negociadora del Kremlin fue establecida a principio de mes por el presidente Le¨®nidas Brejnev, quien acus¨® a Washington de indecisi¨®n e inconsistencia en las negociaciones y solicit¨® lo que calific¨® de exposici¨®n de ?conclusiones apropiadas? por apropiadas de Estados Unidos.
Este tema ha sido ampliamente desarrollado por los comentaristas occidentales de prensa. Pravda sugiri¨®, por su parte, que el apoyo verbal de Washington a los nuevos proyectos de desarme no estaban emparejados con las acciones norteamericanas.
Los analistas resaltan que el reciente tono expresado en los comentarios moscovitas representaban un indicio de que los dirigentes sovi¨¦ticos consideraban que se hallaban pisando terreno firme al insistir que la iniciativa ten¨ªa que proceder de los estadounidenses, si bien hab¨ªa pocos signos de que el Kremlin creyera que esto podr¨ªa tener car¨¢cter inmediato.
El diario gubernamental Izvestia se?al¨® esta semana que las conversaciones sobre diferentes facetas del desarme -armas teledirigidas, qu¨ªmicas y la total prohibici¨®n de armas nucleares- estaban tambi¨¦n paralizadas debido a los ?problemas artificiales? creados por Norteam¨¦rica.
?En lo que se refiere a las SALT, a?adi¨® Izvestia, los interrogantes que esperan una soluci¨®n no est¨¢n siendo orientados y definidos con precisi¨®n, mientras que las discusiones se centran en torno a problemas secundarios.?
Las observaciones de Brejnev fueron hechas en Vladivostok donde, en noviembre de 1974, alcanz¨® un acuerdo preliminar sobre las SALT II con el presidente Ford. Brejnev manifest¨® que cualquier nueva demora o maniobra podr¨ªa destruir las oportunidades de alcanzar un nuevo acuerdo.
El principal foco de discrepancias sobre las SALT parece ser el alcance del despliegue de los misiles ?crucero?, de vuelo a baja altura que la Uni¨®n Sovi¨¦tica aduce que no se trata de un arma t¨¢ctica sino estrat¨¦gica que debe ser inclu?da en las SA LT II.
Los negociadores sovi¨¦ticos en las reuniones SALT de Ginebra han arg¨¹ido que el bombadero sovi¨¦tico Backfire, que Washington habr¨ªa querido incluir en un nuevo acuerdo SALT, no pod¨ªa ser considerado como arma estrat¨¦gica, Esto lo rebate con firmeza Washington.
Los analistas extranjeros en Mosc¨² creen tambi¨¦n que el ambiente pol¨ªtico poco propicio que existe entre las dos naciones queda tambi¨¦n reflejado en la postura sovi¨¦tica en las SALT.
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