El PSD portugu¨¦s ataca a Soares a prop¨®sito del poder judicial
El Partido Socialdem¨®crata portugu¨¦s, segundo del pa¨ªs, puso ayer en tela de juicio la imagen democr¨¢tica del Partido, Socialista -en el Gobierno-, al provocar un debate en el Parlamento sobre la independencia del poder judicial.El debate tiene su origen en los acontecimientos registrados el pasado 15 de abril en las Azores. El ministro Almeida Santos fue agredido por manifestantes separatistas, cinco de los cuales fueron detenidos y trasladados a Lisboa, lo que motiv¨® una protesta del Gobierno regional de las islas.
Pero cuando un juez de Lisboa decidi¨® liberar a los sospechosos alegando la ilegalidad de su detenci¨®n, fue el Gobierno central quien protest¨®. Mario Soares critic¨® como ?escandalosa? esta decisi¨®n judicial, y en la sesi¨®n conmemorativa del 25 de abril el portavoz del grupo parlamentario extend¨ªa la cr¨ªtica a otras decisiones de los jueces, acus¨¢ndoles de mostrarse ?extraordinariamente? benignos hacia terroristas o agentes de la antigua polic¨ªa pol¨ªtica, salazarista y muy severos cuando se trataba de juzgar a ?aut¨¦nticos dem¨®cratas?. El Consejo de la Magistratura, apoyado por toda la prensa de derecha, vio en estas cr¨ªticas un atentado contra el principio de la independencia del poder judicial, y el grupo parlamentario socialdem¨®crata hizo suya la protesta, proponiendo al Parlamento una moci¨®n condenando las declaraciones de Mario Soares y del vicepresidente del grupo socialista.
La propuesta del PSD fue derrotada por los otros tres partidos: PS, PCP y CDS, pero el debate ha permitido evocar ?casos? que amplios sectores de la opini¨®n p¨²blica consideraron en su momento como escandalosos. El voto no zanja la cuesti¨®n.
El Partido Socialista, que se opuso a las depuraciones del poder judicial, ha emprendido hace meses una campa?a contra la permanencia en su aparato de hombres imbuidos del esp¨ªritu del anterior sistema. La amenaza de Mario Soares de crear un ?Tribunal de Opini¨®n P¨²blica? para recurrir contra pretendidas violaciones del esp¨ªritu democr¨¢tico de la ley no es de las m¨¢s felices, pero es una clara expresi¨®n del creciente malestar de los socialistas, que sienten escap¨¢rseles el control de la situaci¨®n en provecho de sus adversarios de derecha.
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