Washington ha entrenado m¨¢s de diez mil polic¨ªas en 52 pa¨ªses

El Gobierno norteamericano hizo uso de su programa de entrenamiento de polic¨ªas extranjeros como cobertura de ciertas actividades de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y para alentar el uso met¨®dico de la tortura, seg¨²n acusaciones contenidas en un libro de un ex periodista del New York Times.

El libro, de pr¨®xima aparici¨®n, repite tambi¨¦n la tesis, confirmada por documentos p¨²blicos, de que la CIA y la embajada norteamericana en Brasil tuvo una participaci¨®n activa en el golpe de Estado de 1964, que derroc¨® al Gobierno electo de Goulart y lo sustituy¨® por un r¨¦gimen militar.El periodista parte, en su libro, del funeral en Richmond (Virginia) de Dam A. Mitrione, un asesor del programa norteamericano de entrenamiento de polic¨ªas en Uruguay, que fue asesinado por los tupamaros bajo la acusaci¨®n de que alentaba la tortura.

Mientras que el escritor A, J. Langout acepta como v¨¢lidos muchos de los argumentos de las guerrillas urbanas uruguayas en la cuesti¨®n de Mitrione, niega, sin embargo, que ¨¦ste fuera un empleado de la CIA. Tambi¨¦n rechaza como ?desproporcionada? la pel¨ªcula que el director griego Costa Gravas, Estado de sitio, realiz¨® sobre este atentado.

El libro de Langout es principalmente interesante porque describe con detalle el programa del Gobierno norteamericano para el entrenamiento de polic¨ªas de 52 pa¨ªses. En este sentido revela que m¨¢s de 10.700 polic¨ªas de 52 pa¨ªses recibieron asesoramiento t¨¦cnico de Washington y en Estados Unidos, desde 1954 hasta 1975.

Respecto al golpe brasile?o de 1964, Langout relata que la embajada norteamericana en Brasil y su embajador, Lincoln Gordon, tomaron parte activa de este golpe y dieron seguridades a los militares que participaron, seg¨²n la versi¨®n de ¨¦stos, que si su levantamiento ten¨ªa ¨¦xito durante 48 horas en Sao Paulo, el Gobierno norteamericano les reconocer¨ªa inmediatamente. Gordon, sin embargo, ha desmentido estas acusaciones.

En el libro, el periodista tambi¨¦n se?ala que el embajador norteamericano inform¨® a Washington en los meses previos al golpe, que el Gobierno elegido de Goulart era ?un peligro para la democracia brasile?a?.