"Si democr¨¢ticamente se establece la Monarqu¨ªa, nos consideramos compatibles con ella"

Luis G¨®mez Llorente (socialista). Cumple a este diputado el honor de mantener el voto particular del Grupo Socialista al p¨¢rrafo tercero del art¨ªculo primero del anteproyecto de Constituci¨®n, por el que se defiende la Rep¨²blica como forma de Gobierno. Al asumir el Parlamento la expresi¨®n de la soberan¨ªa del pueblo y proceder a elaborar la nueva Constituci¨®n, los socialistas asumimos la obligaci¨®n de replantear todas las instituciones b¨¢sicas de nuestro sistema pol¨ªtico, incluso la forma pol¨ªtica del Estado y la figura del jefe del Estado. Ser¨ªa del todo punto incompatible con la soberan¨ªa que por delegaci¨®n del pueblo ostentan las Cortes constituyentes que ninguna instituci¨®n se hurtara a sus facultades.No se trata de aceptar la Monarqu¨ªa meramente por una cuesti¨®n de hecho. All¨¢ los partidos que reclam¨¢ndose de la izquierda piensan que algo tan trascendente y duradero como la forma pol¨ªtica del Estado puede darse por v¨¢lida merced a razones puramente coyunturales, a pactos ocasionales o a gratitudes moment¨¢neas. La actitud de los socialistas ante la instituci¨®n mon¨¢rquica es m¨¢s serena, m¨¢s de principios, probablemente m¨¢s sincera.

No ocultamos nuestra preferencia republicana, incluso aqu¨ª y ahora, pero sobrados ejemplos hay de que el socialismo es la oposici¨®n, y en el poder no es incompatible con la Monarqu¨ªa, cuando esta instituci¨®n respeta a la soberan¨ªa popular. Somos consciente que en estas Cortes vamos a ser minoritarios en este punto, pero mantenemos el voto particular por honradez, por lealtad a nuestro electorado,

No pretendemos fragilizar el nuevo r¨¦gimen, ni por nuestra actitud quedar¨¢ en precario ninguna de sus instituciones, pero entendemos que la forma republicana del Estado es m¨¢s racional y acorde bajo el prisma de los principios democr¨¢ticos. No somos republicanos por razones te¨®ricas, sino porque en Espa?a la libertad y la democracia llegaron a tener un solo nombre: Rep¨²blica, mientras que la Monarqu¨ªa no tuvo inconveniente, llegado el caso, de violar la Constituci¨®n y de acudir a la dictadura. El PSOE se hizo republicano cuando no hubo otra forma que la Rep¨²blica para asegurar la soberan¨ªa popular. Nosotros, sin embargo, aceptaremos lo que resulte en este punto del debate constituyente. No vamos a cuestionar el conjunto de la Constituci¨®n por esto y acatamos democr¨¢ticamente la ley de la mayor¨ªa. Si democr¨¢ticamente se establece la Monarqu¨ªa, en tanto sea constitucional, nos consideraremos compatibles con ella.

Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca (UCD). Tanto el t¨¦rmino Monarqu¨ªa como el de Rep¨²blica permanecen, pero se aplican a instituciones distintas en el tiempo y en el espacio. Actualmente no hay contradicci¨®n entre Monarqu¨ªa y democracia. Hoy, la Monarqu¨ªa, como forma organizativa de la jefatura del Estado, constituye la f¨®rmula m¨¢s adecuada para un sistema democr¨¢tico moderno. Adem¨¢s, ninguna contradicci¨®n presenta la instituci¨®n mon¨¢rquica en relaci¨®n con los cinco grandes temas de la Constituci¨®n que estamos debatiendo: soberan¨ªa del pueblo; reconocimiento y garant¨ªas de los derechos fundamentales de la persona humana; organizaci¨®n territorial de Espa?a; forma de elecci¨®n del Gobierno, y funcionamiento del Tribunal Constitucional. La existencia de la instituci¨®n mon¨¢rquica, cuya esencia nada tiene que ver con el absolutismo, no representa ning¨²n obst¨¢culo y s¨ª tiene generalmente ventajas para el funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas.