0riente y Occidente se citan en Africa

A LOS catorce meses de fracasados en su primer intento, los ya famosos ?gendarmes katangue?os? o sus descendientes, hoy amalgamados en el Frente de Liberaci¨®n Nacional del Congo (FLNC), tratan de hacerse fuertes en la provincia zaire?a de Shaba, con objeto de a?adir un nuevo pellizco al Africa que el manique¨ªsmo pol¨ªtico ha convertido en progresista.Desde el Sahara a Eritrea, del Chad a Namibia y Sur¨¢frica, sin descuidar conflictos tribales menos conocidos como el de los ?tuaregs? con Argelia, los ?ghallas? y ?oromos? con Etiop¨ªa, los ?makondos? con Mozambique, una evidente confrontaci¨®n ideol¨®gica, tribal y al, mismo tiempo de ordenamiento geogr¨¢fico postcolonial, est¨¢ en juego.

La mayor¨ªa de los conflictos son estimulados desde el exterior. Oriente y Occidente tienen en ello una gran experiencia. La URSS y Cuba llevan la delantera y la ofensiva, en ese vasto plan cuyo objetivo es Africa. La capacidad de r¨¦plica de Occidente se ve hoy disminuida: a Estados Unidos lo paraliza su Congreso, o la impericia de la CIA, seg¨²n quiso demostrar el ex agente John Stockwell con su reciente libro sobre operaciones secretas en Angola.

Francia, que tuvo una cierta libertad de acci¨®n durante la pasada guerra de Shaba, se ve actualmente en dificultad internacional debido a sus otras intervenciones en Chad y el Sahara. Ya se ha acusado a Par¨ªs de proyectarse como nuevo gendarme africano.

Se abre camino en Europa la idea de contribuir a que los africanos, con el apoyo log¨ªstico europeo, combatan por s¨ª mismos estas intervenciones de cubanos y sovi¨¦ticos, y en Par¨ªs parecen inclinarse hoy porque Marruecos y Senegal acudan en socorro de Mobutu. No est¨¢ descartado que Estados Unidos trate de que el coloso militar, Nigeria, acuda al rescate del Brasil de? continente negro.

No est¨¢ definitivamente probado, sin embargo, que Occidente, en particular Estados Unidos, quieran salvar al r¨¦gimen de Mobutu a quien responsabilizan de? cr¨ªtico estado de la econom¨ªa zaire?a. Las dos invasiones de Siaba les han tomado desprevenidos, sin ninguna solucion de recambio. En la Administraci¨®n Carter son muchos los funcionarios que, al igual que el ex secretario Henry Kissinger, creen que ser¨ªa equivocado comprometer el prestigio y la potencia norteamericana para garantizar la supervivencia de Mobutu.

Se discute hoy si los cubanos participan o no en esta segunda guerra de Shaba. La controversia deber¨ªa ser bizantina si se tiene en cuenta que 20.000 soldados cubanos est¨¢n ya en Africa.

La confrontaci¨®n, al margen de su connotaci¨®n ideol¨®gica, se incluye en una pugna global de dos superpotencias que desde las Azores, pasando por las Canarias, Cabo Verde, Luanda y Lobito, Walvis Bay, Buena Esperanza, estrecho de Madagascar, las Comores, Diego Garc¨ªa y el mar Rojo, tratan de controlar la ruta de circunvalaci¨®n de Africa, una de las m¨¢s importantes del mundo por el tr¨¢fico en mercanc¨ªas y petr¨®leo. La segunda guerra de Shaba es, por tanto, otro episodio destinado a influir en el mapa pol¨ªtico futuro de Africa que se gesta hoy.